El realismo mágico es un estilo literario que usa magia como vehículo para contar eventos extraordinarios que parecen normales en la vida cotidiana. Combina la fantasía con la realidad. Desde la perspectiva del lector, el realismo mágico parece extraño. Sin embargo, en la novela, es completamente real; está considerada como la normalidad.
El proposito del realismo mágico es mostrar y demostrar aspectos normales de los personajes en la novela en una manera única, diferente, y profunda. En “Como agua para chocolate,” el realismo mágico está en la comida. En otras palabras, la comida es el vehículo del realismo mágico y tiene poderes transmitidos.
Otros ejemplos del realismo mágico incluyen fantasmas y espíritus; aspectos de la maternidad; la habilidad de hacer cosas normales (como tejer), pero a un nivel grande (por ejemplo, doscientos suéteres en un día); algún aspectos físicas como sudor y lágrimas; y cuando ciertos sentimientos de alguien dar un efecto físico al mundo externo.
"Contaba Nacha que Tita fue literalmente empujada a este mundo por un torrente impresionante de lágrimas que se desbordaron sobre la mesa y el piso de la cocina."
El primer evento del libro es un ejemplo del realismo mágico: el nacimiento de Tita. Un día, Mamá Elena está en la cocina, picando la cebolla. Tita es tan sensible a la cebolla que aún en el vientre de Mamá Elena llora y llora. Su llanto y sus sollozos son tan fuertes que causan que el parto se adelantara. Tita nace en la cocina y llega al mundo prematuramente sobre la mesa de la cocina. Entra el mundo entre los olores mezclados de una sopa de fideos que está cocinando, el olor más prominente siendo la cebolla. Después del nacimiento de Tita, Nacha tiene que barrer la loseta roja en el piso del residuo de las lágrimas de Tita: la sal puede rellenar un costal de cinco kilos. Es realismo mágico porque el evento incluye las lágrimas de Tita, un aspecto físico, y su poder sobrenatural, causando que algo al mundo literalmente externo ocurra: su nacimiento. Este evento establece el poder de las emociones de Tita que está desarrollada a través del libro. Esquivel usa este elemento para anunciar la vida única de Tita, su amor por la cocina, su sexto sentido de la cocina, y su vida creciendo en la cocina con Nacha. Es el comienzo de su paso con la comida y cómo es un vehículo para sus sentimientos.
También, al final de “enero,” Mamá Elena le anuncia a Tita que Pedo se casaría con Rosaura. Esto provoca a Tita recordar la primera vez que Pedro declaró su amor. Ella se siente muy triste, frustrada, y un frío invade su cuerpo por ser negado el amor por su madre. No puede sentir el calor. Tita decide terminar la colcha que había empezado tejer el día en que ella y Pedro habían hablado del matrimonio. Normalmente una colcha como esta tarda un año en terminar, pero ella termina la colcha en la madrugada. Es realismo mágico porque ella hace una cosa normal (tejiendo una colcha), pero a un nivel sobrenatural (la hace en solo una noche). Su emoción profunda de tristeza causa que algo ocurre alrededor de ella (el tejido de la colcha). Esquivel usa este elemento en este momento de la novela para demostrar los sentimientos profundos de Tita y cómo afecta su mente y su corazón, y el frío que se convierte en una parte de ella. Su paso durante el libro abarca su intento controlar y deshacerse de este frío.
"... El llanto fue el primer síntoma de una intoxicación rara que tenía algo que ver con una gran melancolía y frustración que hizo presa de todos los invitados y los hizo terminar en el patio, los corrales y los baños añorando cada uno al amor de su vida."
En este capítulo, se ve cómo la comida de Tita es un vehículo para el realismo mágico. Es la primera vez que la comida de Tita provoca emoción. En la boda de Rosaura y Pedro, cuando los invitados le dan el primer bocado del pastel chabela que Tita y Nacha habían preparado, vomitan y lloran mucho, pensando en los amores perdidos de sus vidas. Experimentan inmensa nostalgia y una gran melancolía y frustración que culmina en ellos “añorando cada uno al amor de su vida.” Esto es a causa de las lágrimas de Tita que había caído en el fondant del pastel cuando ella estaba llorando en la cocina. Las lágrimas de Tita tienen poderes sobrenaturales, afectando las emociones de otras personas. Los sentimientos de Tita dan un efecto físico externo al mundo. Esquivel usa este elemento en este momento de la novela para enfatizar las emociones fuertes que Tita es forzada a contener como resultado de ser negado el amor. Demuestra el poder de los sentimientos de Tita, su pasión, y su lucha interior.
"Tal parecía que en un extraño fenómeno de alquimia su ser se había disuelto en la salsa de las rosas, en el cuerpo de las codornices, en el vino y
en cada uno de los olores de la comida."
Tita sirve el plato rico codornices en pétalos de rosas a Mamá Elena, Gertrudis, Pedro, y Rosaura. Los pétalos de rosas son del ramo de flores que Pedro le había regalado a ella. Tita aprieta las rosas contra su pecho con tal fuerza que la sangre de sus manos y su pecho intensifica el color de las rosas. El realismo mágico es demostrada por la manera de comunicación que se desarrolla entre Tita, Gertrudis, y Pedro como resultado de la sangre de Tita en el plato y cómo el plato afecta a ellos. Al comerlo, Gertrudis experimenta un efecto afrodisíaco: siente calor en las piernas y un cosquilleo en el centro de su cuerpo. Tita también experimenta efectos del plato: ella está ausente de su cuerpo con ningún signo de vida en sus ojos. Sin embargo, su ser se disuelve en los olores de la comida que le permite penetrar el cuerpo de Pedro. Esquivel usa este elemento para establecer un código de comunicación entre Pedro y Tita porque la comunicación abierta entre ellos está prohibida. En el código de comunicación, Tita es la emisora, Pedro es el receptor, y Gertrudis es el lugar de síntesis de la relación de Pedro y Tita a través de la comida. Aumenta la importancia de la comida a Tita porque, ahora, ella puede comunicarse con Pedro a través de la comida.
"La lucha revolucionaria amenazaba con acarrear hambre y muerte por doquier. Pero en esos momentos parecía que todos trataban de olvidar que en el pueblo había muchos balazos."
En “abril,” Tita tiene que hacerse cargo del trabajo de parto de Rosaura porque es la única otra persona en el rancho. Ella está muy desesperada en cómo puede ayudar a Rosaura, así que se arrodilla y le pide a Nacha que la ayudara en este difícil trance. Entonces, Tita sigue las instrucciones que escucha de Nacha, como cortando el cordón umbilical. Es realismo mágico porque incluye cosas sobrenaturales como el espíritu y voz de Nacha. Esquivel usa este elemento en este momento para mostrar la influencia de Nacha en Tita. Su sabiduría se trasladaba en la fuerza de Tita en la realidad.
También, en el bautizo de Roberto, el hijo de Rosaura, Tita prepara mole. Como en la boda de Pedro y Rosaura, los invitados experimentan efectos emocionales de la comida. Todos entran en un estado de euforia, excepto Mamá Elena, y experimentan reacciones de alegría singulares. La comida los hace reír, alborotarse, y olvidarse de los balazos en el pueblo. Es un otro ejemplo de cómo la comida y emociones de Tita afectan el mundo externo y a otras personas. Tita está alegre porque asume el papel de madre verdadera para Roberto (puede amamantarlo) y la confianza por su amor con Pedro era reafirmado con su encuentro más temprano en la cocina.
"Tita se aferró a ella [la colcha] con tal fuerza que no hubo más remedio que llevarla arrastrando como una enorme y caleidoscópica cola de novia que alcanzaba a cubrir un kilómetro completo."
En “mayo,” hay eventos más pequeños del realismo mágico. Por ejemplo, los pechos de Tita se secan de la leche que había usado para amamantar a Roberto porque él se había movido con Rosaura y Pedro a San Antonio, Tejas. La separación de Roberto le causa a Tita mucho daño. Este evento es una continuación del evento del realismo mágico en “abril” cuando Tita tiene el poder de amamantar a Roberto: Tita producía su propia leche, pero Rosaura no podía. Es realismo mágico porque es un aspecto de la maternidad que solo puede ocurrir a madres biológicas, pero ocurre a Tita que no es una madre biológica. Esquivel usa este elemento para mostrar el carácter y amor maternal de Tita.
También, Tita teje mucho, aún a un nivel grande. En el mes desde la partida de Roberto, quintuplica el tamaño de su colcha. Cuando el Doctor John Brown sale con Tita en su carruaje para llevarla a un manicomio, siguiendo -al principio- las órdenes de Mamá Elena, la colcha no cabe dentro del carruaje. La colcha cubre un kilómetro en total. También, según el texto, “la colcha mostraba una amalgama de colores, texturas y formas que aparecían y desaparecían como por arte de magia entre la monumental polvareda que levantaba a su paso.” Esquivel usa este elemento para representar el paso de Tita sin éxito de deshacerse del frío. Todavía la colcha no podía proveerla calor.
"Permaneció un buen rato al lado de esta señora. Ella tampoco hablaba, pero no era necesario. Desde un principio se estableció entre ellas una comunicación que iba más allá de las palabras."
En “junio,” el realismo mágico supone Tita y Luz del amanecer, la abuela difunta del Doctor John Brown. Cuando Tita está en la casa del Doctor Brown, ve humo emergiendo de un pequeño cuarto al fondo del patio. Con el humo viene un olor agradable y familiar para Tita. Quiere investigar quién está cocinando y produciendo este olor. Cuando entra en el pequeño cuarto, ve a una mujer muy parecida a Nacha, hirviendo té. (Ella no sabe en ese momento, pero esta mujer es Luz del amanecer). La mujer es muy agradable y le sirve a Tita té que le produce calor. Tita visita a esta mujer cada día, pero, eventualmente, el Doctor Brown aparece en lugar de la mujer y el pequeño cuarto estaba cambiando de la cocina de la mujer al laboratorio del Doctor Brown. Es realismo mágico porque Tita está interactuando con el fantasma de Luz del amanecer. Esquivel usa este elemento para demostrar las similitudes entre Luz del amanecer y Tita - ambas son calladas y ama a la cocina y la comida. También, enfatiza la conexión entre el Doctor Brown y su abuela: él continúa el trabajo de su abuela de experimentar.
"Ahí estaban, junto a Nacha, los juegos de su infancia en la cocina, las salidas al mercado... a comino, a ajo, a cebolla. Y como toda la vida, al sentir el olor que despedía la cebolla, las lágrimas hicieron su aparición."
Tita ha estado en la casa del Doctor Brown por seis meses. Chencha va a la casa de John para visitar a Tita. Trae un plato de caldo de colita de res para dar a Tita. (Ambos Chencha y Tita creen que los caldos pueden curar cualquier enfermedad física o mental). Cuando Tita come el primer sorbo del caldo preparado por Chencha, recubre toda su cordura. Mientras come, Tita ve a Nacha llegando a su lado, acariciando la cabeza. Con Nacha llegan muchas memorias, incluso el olor de la cebolla. Al sentir este olor, Tita llora mucho, “lloró como no lo hacía desde el día en que nació,” cuando sus llantos habían causado su nacimiento. Sus lágrimas forman un riachuelo que corren las escaleras abajo. El caldo hace a ella recordar una receta y pronunciar palabras por primera vez en seis meses. Es realismo mágico porque el caldo causa que Tita experimente emociones muy fuertes como la nostalgia, tristeza, y alegría, y que ocurre a un nivel grande - sus lágrimas formaron un riachuelo. Esquivel usa ese elemento para representar el renacimiento de Tita. Después de estar desconcertada con el muerto de Roberto y el dolor que ha sufrido como resultado de su madre, Tita finalmente revalúa su libertad y independencia. Ella es una mujer nueva. También, Esquivel enfatiza las propiedades sobrenaturales y curativas de la comida. Doctor Brown aún bendice a Chencha y su caldo por haber logrado algo que su medicina no pudo lograr: que Tita llorara a este nivel y finalmente hablara de nuevo.
"Al cruzar por la ventana [Rosaura] vio salir del cuarto oscuro un resplandor extraño. Volutas fosforescentes se elevaban hacia el cielo como delicadas luces de bengala."
En “agosto,” Tita tiene una paradoja de sentimientos: alegría y enojo. Está llena de alegría con el nacimiento de su sobrina Esperanza, la hija de Rosaura y Pedro. Pero, está muy enojada con Rosaura, quien ha decidido continuar la tradición de la familia De la Garza: como la hija más joven, Esperanza cuidaría de Rosaura hasta el día de su muerte. Tita no quiere que Esperanza tenga el mismo destino de ella misma. Cuando Tita está preparando el champandongo por la celebración del compromiso de ella y John, el enojo de su cuerpo sale en la forma de vapor de los oídos, la nariz, y todos los poros de su cuerpo. Confunde con el vapor de la olla. Es realismo mágico porque los sentimientos de Tita toman una forma en el mundo exterior: el vapor. Esquivel demuestra la fuerza de los sentimientos de Tita y su enojo con la injusticia de la decisión de Rosaura.
Más tarde, después de la cena celebrando el compromiso de Tita y John, Pedro pasa lentamente a Tita en el cuarto oscuro y tirándola sobre la cama, “la hizo perder su virginidad y conocer el verdadero amor.” Rosaura y Chencha ven volutas fosforescentes emergiendo del cuarto oscuro, donde están Pedro y Tita, que ven como luces de bengala. Chencha piensa que es el espíritu de Mamá Elena en el purgatorio y reza para ella. Es realismo mágico porque mezcla la realidad y lo sobrenatural, con las volutas (o, las luces de bengala) emergiendo de ninguna fuente clara pero el amor de Pedro y Tita. Esquivel usa este elemento para simbolizar la unión fuerte de Pedro y Tita en su amor.
"Cuando iban atravesando el pasillo, Tita vio a su madre parada junto a la puerta del comedor, lanzándole una mirada de furia. Tita se paralizó. El Pulque empezó a ladrarle a Mamá Elena, que caminaba amenazadoramente hacia Tita."
En “septiembre,” el tema del realismo mágico es el espíritu de Mamá Elena. Como un presagio en el capítulo anterior, el espíritu/fantasma de Mamá Elena viene para torturar a Tita. Cuando Tita está preparando la Rosca de Reyes, una fuerte rafaga abre la puerta de la cocina, un frío invade su cuerpo, y el gélido estremecimiento recorre la espalda. Cuando gira su cabeza, ve a Mamá Elena frente de ella con su mirada dura. Mamá Elena le grita a ella por su relación con Pedro y enlodando el nombre de la familia. También, maldice la criatura en el vientre de Tita: Tita piensa que está embarazada por sus relaciones con Pedro. Más tarde, el espíritu de Mamá Elena reaparece en la celebración del Día de los Reyes. Cuando Tita camina a través del pasillo en el rancho a la sala, Tita ve a su madre caminando amenazadoramente hacia ella. Aún el perro El Pulque ladra a Mamá Elena. Es realismo mágico porque incluye el espíritu y fantasma de Mamá Elena. Esquivel usa estes elementos muy importantes para enfatizar los efectos eternos y el dolor infinito que Mamá Elena ha causado por Tita. Muestra que todavía Tita no logra la independencia completa. Mamá Elena aún está persiguiéndola. Muestra el poder restante de Mamá Elena aunque ella está muerta.
"-¡Me creo lo que soy! Una persona que tiene todo el derecho a vivir la vida como mejor me plazca. Déjeme de una vez por todas, ¡ya no la soporto! Es más, ¡la odio, siempre la odié!" - Tita al fantasma de Mamá Elena
En este capítulo, Tita afirma su independencia y libertad. Encuentre el espíritu de Mamá Elena otra vez. Tita está en su cama, descansando, cuando Mamá Elena entra en la habitación. Está furiosa y le grita a Tita que es desvergonzada y amenaza a ella a salir del rancho. Pero, Tita confronta a su madre: le dijo que quiere vivir su vida en paz, que su madre no puede determinar qué es comportarse decentemente, y que siempre la odiaba a ella. Con estas palabras, Mamá Elena desaparece para siempre. La imagen de Mamá Elena se convierte en una diminuta luz. La pequeña luz gira rápidamente, atraviesa el cristal de la ventana, y sale hacia el patio. La luz se acerca a Pedro, cantando en su borrachera, y “con una furia hizo que el quinqué más cercano a él estallara en mil pedazos.” El petróleo del quinqué esparce las llamas sobre la cara y el cuerpo de Pedro. Es realismo mágico porque las reacciones de Tita están basadas en el fantasma de Mamá Elena. Entonces, se convierte en una luz con enojo que causa daño a Pedro. Esquivel usa este elemento para mostrar la fuerza de Tita, reivindicando su vida, su amor, y su independencia de su madre restrictiva. Además, exhibe el poder de las palabras de Tita y cómo ella reencuentra su voz y su pasión. Significa su sincera libertad de su madre. También, Esquivel enfatiza la naturaleza destructiva de Mamá Elena porque su última marca en el mundo fue causando daño a Pedro.
"De pronto, las gallinas se vieron atrapadas irremediablemente por la fuerza que ellas mismas generaban en su alocada carrera y ya no pudieron zafarse del remolino de plumas, polvo y sangre que empezó a girar y girar cada vez con más fuerza hasta convertirse en un poderoso tornado que arrasaba con todo lo que encontraba a su paso..."
Después de su conversación frustrante con Rosaura sobre varios temas (Pedro, Esperanza, y la moralidad de Tita), Tita está muy enojada. De hecho, ella desea con toda su alma que a Rosaura se la tragara la tierra. Más tarde, mientras Tita prepara frijoles gordos con chile a la Tezcucana, escucha las gallinas haciendo una gran alharaca en el patio. Las gallinas han enloquecido porque todas están tratando de arrebatarse los últimos trozos de tortilla que Tita les había dado más temprano y que quedan sobre el suelo. Para conseguir los trozos, las gallinas se dan de picotazos unas a las otras y agrediéndose con violencia. Brincan y vuelan desordenadamente por todos lados y atacan entre ellas con violencia. Entonces, después de que Tita trata de terminar la pelea por lanzando una cubeta de agua a las gallinas, ellas forman un círculo en el que se corretean unas a otras. Esto crea un remolino de plumas, polvo, y sangre que empieza a girar, lanzándose Tita al extremo opuesto del patio. Eventualmente, las gallinas hacen un pozo profundo en los terrenos del patio, por el que muchas de ellas desaparecen. La tierra se las traga. Es el realismo mágico porque el enojo de Tita es en los picotazos de tortilla que las gallinas comen. El enojo de Tita causa que las gallinas se enloquecieran. Esquivel usa este elemento para mostrar el poder de los sentimientos y pensamientos interiores de Tita: más temprano, Tita había deseado que la tierra tragara a Rosaura.
"Qué diferencia entre ésta y la desafortunada boda de Pedro con Rosaura, cuando todos los invitados terminaron intoxicados. Ahora por el contrario al probar los chiles en nogada, en lugar de sentir una gran nostalgia y frustración, todos experimentaban una sensación parecida a la de Gertrudis cuando comió las codornices en pétalos de rosas."
En “diciembre,” Tita y Chencha preparan los chiles en nogada para la boda de Esperanza y Alex. La boda es muy diferente que la boda de Pedro y Rosaura, muchos años atrás. En la boda de Pedro y Rosaura, los invitados vomitaron y lloraron, convirtiéndose en intoxicados por el pastel chabela de la boda que contuvo las lágrimas de Tita. Pero, en la boda de Esperanza y Alex, la reacción de la gente a los chiles en nogada es experimentando una sensación muy parecida a la de Gertrudis cuando ella había probado las codornices en pétalos de rosas. Los invitados experimentan los síntomas del calor en las piernas, un cosquilleo en el centro del cuerpo, los pensamientos pecaminosos, y miradas libidinosas. Por eso, los invitados se retiran para hacer “desenfrenadamente el amor.” Es otro ejemplo de cómo los sentimientos de Tita transmiten a través de su comida para afectar a otras personas. Ahora, Tita está casada con Pedro, así que ella puede amar libremente. Este amor apasionado está impregnado en su comida. Esquivel muestra el amor fuerte de Tita y enfatiza la diferencia entre las dos bodas, demostrando el paso largo de Tita en su amor.
El final del libro está lleno del realismo mágico. Al final, cuando Tita nuevamente aparece en el túnel luminoso, después de la muerte de Pedro, ve a Pedro en la entrada, esperándola. Tita se deja ir a su encuentro y “ambos se fundieron en un largo abrazo y experimentando nuevamente un clímax amoroso partieron juntos hacia el edén perdido.” Serían juntos para siempre. Después, el cuarto oscuro se convierte en un volcán voluptuoso debido al fuego que causa los cuerpos ardientes de Pedro y Tita. Los cuerpos de Tita y Pedro empiezan a lanzar brillantes chispas que encienden la colcha tejida por Tita que incendia todo el rancho. La unión de Tita y Pedro es realismo mágico porque representa la teoría abstracta de Luz del amanecer sobre los cerillos e incluye aspectos del mundo sobrenatural después de la muerte. Esquivel usa esta imagen del realismo mágico para mostrar el amor fuerte que Tita tiene para Pedro y que ella quiere morir, dejando su cuerpo inerte, para estar con él. El papel de la colcha en destruir el rancho es realismo mágico porque la colcha cubre tres hectáreas, un tamaño colosal y no de realidad para el tamaño de una colcha. Esquivel hace que el rancho esté destruido con el amor completado de Tita y Pedro. El uso de realismo mágico culmina en este capítulo, donde el fuego del amor de los cuerpos de Tita y Pedro encienden la colcha que representa el frío que Tita había tenido y causa que el rancho, el lugar donde Tita había sufrido mucho, se convierta en ceniza.