La comunicación

¿Hablando se entiende
la gente?

Estamos más comunicados que nunca, pero… ¿nos comunicamos?

¿Qué es la comunicación?

Comunicar es, fundamentalmente, transmitir información. Pero la comunicación no es solo la habilidad social de expresar, sino también de escuchar sentimientos, emociones, ideas, etc.

Todos los seres se comunican, no solo los humanos. La sofisticación de la comunicación humana se basa en que empleamos un sistema más complejo basado en signos: el más complejo es el lenguaje verbal.

Pero para que el acto comunicativo se produzca es necesario que se cumplan unos requisitos...

Elementos de la comunicación

Para conseguir que la comunicación se realice correctamente deben intervenir los siguientes elementos: emisor, receptor, mensaje, código, canal y contexto.

Si falla alguno de estos elementos, no hay comunicación.

El emisor puede ser una persona, un organismo que comunique o un medio de comunicación. La comunicación unilateral se produce cuando el receptor no se convierte en emisor (el receptor no puede responder: señales de tráfico, charlas, mítines). La comunicación bilateral se produce cuando el receptor se puede convertir a su vez en emisor, es decir, hay un cambio de roles (debate).

Contexto. El contexto hace referencia al entorno que rodea al emisor y al receptor. O sea, al lugar en que se realiza el intercambio de información. Pero también engloba las circunstancias temporales, espaciales y socioculturales que influirán en la forma en que se emita y se reciba el mensaje y, por lo tanto, afecta mucho a la comunicación.

Emisor y receptor tienen que compartir el mismo contexto y debe haber voluntad de entendimiento entre ellos.

El contexto está fuera del acto comunicativo pero condiciona la manera en la que vamos a interpretar el mensaje. Es la responsable de que entendamos un refrán o una forma metafórica o irónica de forma literal o no. Es el único capaz de permitirnos, en caso de polisemia, que entendamos el mensaje o no. Incluso mensajes aparentemente incoherentes y sin sentido podrían cobrarlo si nos inventáramos un contexto adecuado. “¡Qué frío hace!” puede llevar implícito el mensaje de que cerremos las ventanas.

Otros elementos que intervienen en la comunicación:

El referente: aquello de lo que trata el mensaje (a lo que se "refiere"), la realidad de la que se habla. Tanto emisor como receptor han de conocer el referente, ya que, de lo contrario, la comunicación sería un fracaso. Por ejemplo, un alumno de 3 ESO posiblemente no entenderá una conversación entre traumatólogos.

El ruido: cualquier interferencia en el proceso de comunicación. Factores que impiden que la comunicación se dé correctamente, como una mala caligrafía, una mala conexión telefónica, una discapacidad sensorial en el receptor, etc… Por ejemplo: hablar de sintaxis en una clase de P3.

Funciones del lenguaje

La función básica del lenguaje es la comunicación, pero cada vez que uno de nosotros emite un mensaje lo hace con una intención específica: preguntar, convencer, explicar, entretener, llamar la atención…

Según la intención comunicativa, el propósito del mensaje que se quiere comunicar, el hablante realiza su acto comunicativo de una manera u otra. No hablamos igual cuando protestamos que cuando pedimos algo. Según el lingüista Roman Jakobson, se distinguen seis funciones del lenguaje dependiendo del efecto que el emisor quiera producir con su mensaje. Como un mensaje puede desempeñar más de una función a la vez, hablaremos de función predominante y el resto serán las secundarias. Cada una de ellas está asociada con uno de los elementos de la comunicación.

Una vez que tenemos clara la intención comunicativa que perseguimos, el siguiente paso es elaborar un texto que exprese de manera adecuada y coherente lo que realmente queremos transmitir para asegurarnos de que la comunicación sea efectiva. Para ello, cada una de las funciones del lenguaje cuenta con una serie de rasgos lingüísticos propios:

Comunicación verbal y no verbal

El lenguaje es la capacidad que tenemos los seres humanos de comunicarnos mediante signos. Si el signo que usamos para comunicarnos es el lingüístico, entonces hablamos de comunicación verbal (oral o escrita). Si usamos otro tipo de signos (visuales, olfativos, táctiles, sonoros) hablamos de comunicación no verbal.

Los signos

El lenguaje corporal

A pesar de la importancia del lenguaje, los seres humanos empleamos continuamente otras formas de comunicación. Algunas lo hacemos de forma consciente y voluntaria, pero otras son involuntarias, es decir, las hacemos de una forma inconsciente. A veces, estos signos no verbales pueden revelar de nosotros más que las palabras, debido a que en ocasiones resultan incontrolables. A través de estas formas de comunicación podemos descubrir muchas cosas sobre los demás, independientemente de su voluntad.


Tres tipos de signos no verbales que son especialmente reveladores:

  1. Los sonidos humanos que no son signos lingüísticos: el tono, la intensidad, el ritmo o el volumen de la voz, la risa, el llanto, la entonación, la duración silábica, incluso las pausas y los silencios (sistema paralingüístico).

  2. Los gestos, movimientos de la cara y posturas gestuales, que muchas veces son espontáneos pero que otras veces están codificados y pueden sofisticarse hasta constituir verdaderos códigos complejos (como el de los jugadores de mus o el lenguaje de los sordomudos) (Cinésica).

  3. La disposición de personas y objetos en el espacio (por ejemplo, la distancia física que mantenemos con alguien según la confianza o el respeto que le tengamos) (Proxémica).

Todos estos factores influyen mucho en la impresión que producimos en los demás, y en la que los demás puedan producirnos a nosotros. Revelan simpatías y antipatías y hasta sentimientos más profundos como el amor. Son utilizados por la policía para detectar mentiras, e incluso en entrevistas de trabajo.


Así, el mensaje oral se compone de:

  • Lenguaje verbal/texto: lo que decimos, el mensaje que transmitimos y su construcción.

  • Lenguaje no verbal: gestos, postura y mirada.

  • Sistema paralingüístico (prosodia): cómo lo decimos mediante vocalización, tono, fluidez, ritmo y entonación.


Aquí puedes leer de forma resumida algunos de los gestos principales y su significado: http://dientedeleontextos.blogspot.com/2011/10/comunicacion-no-verbal-la-importancia.html


Y un documental muy interesante sobre lenguaje corporal: https://www.youtube.com/watch?v=ZUw4BWy7wgQ

Las variedades lingüísticas

El lenguaje es la capacidad que tenemos los seres humanos de comunicarnos mediante signos. No hay que confundir lenguaje con lengua. Lenguaje solo hay uno; sin embargo, hay miles de lenguas.

Todas las lenguas son una realidad viva, heterogénea, cambiante. Una lengua no es uniforme; esto quiere decir que presenta ciertas variedades en función de nuestra zona geográfica de procedencia, de la clase social o el nivel de formación que tengamos, de nuestra profesión, de la situación comunicativa en la que nos encontremos o, incluso, de la edad. Somos nosotros los que provocamos las variedades de la lengua ya que, dependiendo de nuestro contexto o situación, la usamos de un modo u otro. Por tanto, los cambios o variedades que presenta una lengua respecto a la estándar (el modelo ideal de lengua, la común que recogen las gramáticas y los diccionarios) siempre se relacionan directamente con el hablante.

De esta manera, podemos hablar de 4 grandes variedades de la lengua según distintos criterios:

La variación diacrónica o cronológica (kronos: tiempo): las lenguas evolucionan a lo largo del tiempo. Si quieres ampliar la información, te recomiendo este vídeo sobre la historia de las lenguas de la Península Ibérica [https://www.youtube.com/watch?v=qetR-frFoGk&list=PLPTdx0uVWeIoYXMYNfegf-Q08Sn1gZWMW&t=3s]