Los datos que se han obtenido y comunicado en el estudio pueden ser susceptibles de análisis y discusión más detallados que no ha sido posible abordar ene este curso y que podrían servir de punto de inicio para futuros estudios. Se esbozan a continuación algunas ideas y cuestiones que precisarían de mayor atención.
Podemos comenzar analizando los gráficos que muestran la evolución de la temperaturas medias anuales y de precipitaciones anuales. En ambos casos son ciertamente preocupantes ya que se ajustan a rectas de regresión que revelan una tendencia al aumento de la Tª media anual en el primer caso y a un progresivo descenso en las precipitaciones en el segundo. Se puede aducir que la serie analizada es de tan solo 11 años y por tanto insuficiente para captar ciclos de mayor duración. También puede aducirse, en sentido contrario, que si una serie de tan solo 11 años es capaz de mostrar una tendencia mantenida al aumento de la temperaturas es que se trata de un fenómeno que no puede ocultarse ni negar su evidencia.
En el caso de las precipitaciones sorprende un tanto que la media anual de esta serie caiga por debajo de los 500mm, tratándose de una localidad de cierta altitud (744 msm) y abierta al sistema de frentes atlánticos que ingresan a la Serranía por el corredor del Valle del Guadiaro.
Hay, ciertamente, sucesión de años con precipitaciones normales junto con años de menor cuantía y otros excepcionales, lo que nos indica la existencia de ciclos que este estudio no llega a abarcar.
También habría que fijarse en años especialmente lluviosos y de cómo se produjeron esas lluvias. Así, por ejemplo, en 2018 se produjo un pico máximo, cercano a los 1000 mm (casi el doble de la media). Si vamos a la fuente de los datos ( https://drive.google.com/drive/folders/1uk9kA-Y-JmzfTfNHFFIwLR9Hnb-VVQKx ) podemos observar cómo de esos 943,80 mm, 325 mm cayeron en marzo y 260,7 mm en octubre, es decir, algo más de la mitad de la precipitación anual se concentró en tan solo dos meses.
Si, además, analizamos con más detalle los datos de esos meses observaremos como en un caso (marzo) estas lluvias se distribuyeron de forma equilibrada en el mes mientras que en el segundo (octubre) más de la mitad (140 litros) se produjeron en un único día, el 21 de octubre. Este carácter torrencial no solo impide un buen aprovechamiento de este agua, que se pierde por escorrentía, sino que además es causa de daños y pérdidas materiales de consideración.
Como ejemplo, ese 21 de octubre se derrumbaron los muros de contención de los Baños Árabes, como recuerda esta noticia y el vídeo adjunto. https://www.malagahoy.es/malaga/inundaciones-Ronda-video_0_1293171103.html (Fuente: Zona de los baños árabes de Ronda con muros derrumbados. R. L. Málaga, 21 Octubre, 2018 - 16:46h. Málaga Hoy.)
Datos de precipitación del año 2018: precipitación de todos los meses (arriba) y desglose del mes de octubre (abajo).
Otro aspecto que no llega a tocar este estudio y que debería ser considerado es la evolución de las tempraturas mínimas y máximas anuales y mensuales. Convendría conocer si, como ocurre con las medias anuales, las máximas y mínimas anuales experimentan también una tendencia al aumento, que confirmaría a nivel local el nuevo escenario climático. Por otra parte convendría analizar los máximos absolutos de temperatura que se han ido produciendo y estudiar su evolución para confirmar o no una tendencia hacia una mayor frecuencia de las temibles olas de calor.
En definitiva, resulta recomendable continuar este estudio incorporando datos de años posteriores, ampliando la visión y análisis del estudio a puntos que no han podido ser analizados debidamente en este primer trabajo o a cuestiones que surgen precisamente como consecuencia de los resultados de éste.
Por último, agradecer de nuevo el permiso y facilidades para acceder al estudio de estos datos ofrecidos por el autor de la pagina web Rondatiempo (http://www.rondatiempo.es/index.htm) y a los alumnos que han participado en este proyecto, todos de la asignatura de 4º ESO Ciencias Aplicadas a la Actividad Profesional (CAAP), curso 2022/23.
En este sentido debo agregar que, además de los alumnos/as que figuran en el encabezado del póster, este mismo estudio se inició con alumnos de la promoción 2019/2020 (el curso del confinamiento) como Proyecto de Prácticas del Módulo de AgroJardinería de FPBásica 2, dentro de la asignatura Ciencias II. En este trabajo preliminar, no publicado, se sentaron las bases de la metodología de trabajo que se ha seguido en las hojas de cálculo de esta investigación.
Es justo reconocer la labor pionera de este grupo de alumnos, llevada a cabo en condiciones difíciles y complicadas:
Alicia Orozco Jiménez, Antonio José Vázquez Montes, Daniel Rodríguez Calle, Javier Ordoñez Sánchez, Miguel Gómez Ángel, NoeliaTéllez Ríos, Pedro Domínguez Tornay y Ramón Fuster López.