Cada mañana tenemos por costumbre asomarnos a la sala de profesores, saludar, cotillear un poco a ver si es el cumple de alguno y ha traído desayuno o pedir la llave para que nos abran el aula. Es un momento divertido en que el compartimos con ellos alguna broma que otra porque, hay que reconocer, que nuestros profes son bastante curiosos. Por un lado tenemos las profes “mamis” que nos miman y nos ayudan en lo que pueden, el profe loco por los ordenadores, el enamorado de un buen vino y un jamoncito serrano… cada uno con sus hobbies e inquietudes.
Uno de ellos maneja igual de bien esos programas informáticos que tanto oímos (Revit, BIM…) que una guitarra. Y, dado que sabemos que ya tiene su primer disco en el mercado y que la cosa va viento en popa, hemos decidido conversar un poquito con él y que nos cuente él mismo su experiencia.
¿Cómo llevas tú día a día en la fundación? ¿Estas contento?
Yo sí, lo llevo muy bien, vengo contento a trabajar y me voy contento. Según si el día ha ido bien me voy todavía más contento y si me ha ido mal me voy un poco fastidiado y con ganas de que al día siguiente la cosa mejore.
Vemos que te llena el trabajo en tu día a día.
Si, es interesante, cada día es una aventura.
Desde luego. Para nosotros también supone un reto el día a día. ¿Siempre has sido profe?
Yo estudié arquitectura y después de acabar la carrera, empecé a trabajar de arquitecto.
Uff… arquitectura suena a carrera de hincar codos… ¿cómo te atreviste?
En el instituto me iba muy bien y lo que me mas me gustaban eran las matemáticas y las cosas que tuvieran creatividad. Al principio no tenía claro lo que quería hacer, pero al final me decidí y no me arrepiento.
No eres de Zaragoza, ¿no?
No, soy de Cantabria, en concreto de Reinosa, mira, si coges el Ebro para arriba llegáis a mi casa.
Y, ¿qué te hice venir Zaragoza?
Estaba en Valladolid y me quería cambiar de ciudad con mi chica. Me salieron ofertas en Valencia, Madrid, Zaragoza. Hice un par de entrevistas y la que más me gustó fue la de Zaragoza, así que nos mudamos aquí.
Buena elección. Bueno y, cuéntanos un poco sobre el Óscar de fuera de estas cuatro paredes. ¿Qué aficiones tienes?
Me gusta aprovechar mi tiempo y tengo hobbies como el cine, la música, el deporte, visitar a los amigos o viajar.
La música, ahí queríamos llegar, jajaja. Cuéntanos.
Saqué una entrega de mi primer disco hace 6 meses. Lo que estoy haciendo ahora es presentarlo en más ciudades.
¿Y cómo se llama?
Gente corriente.
Un disco son palabras mayores, eh. ¿Siempre te ha gustado esto de la música?
Me ha gustado desde siempre, lo que pasa es que yo nunca he estudiado música, yo toco la guitarra pero aprendí solo.
Y, ¿cuál es tu canción favorita?
Me gusta mucho el rock en inglés y en español.
Buen gusto. Bueno y, todo el esfuerzo que has hecho por aprender solo y llegar hasta a sacar tu disco ¿ha merecido la pena? Mójate.
No sé si he hecho algo por la música pero… a mí la música me sienta muy bien, es una forma de pasar el rato y sí que supone cierta dedicación. Por ejemplo, para sacar un disco hay que hacer primero las canciones y eso conlleva su esfuerzo.
Ya te digo. Aquí, en parte, nos están enseñando que nuestro esfuerzo tiene recompensa, de hecho, el año pasado lo utilizaron como lema para la jornada de empresarios. ¿Qué enseñanza o consejo podrías darnos?
No tengo consejos que daros. A mí me gustaría que vinierais a clase con inquietudes sobre cosas que queráis saber hacer y os esforcéis para conseguir lo que os propongáis.
Fodile Laghouati, Lucas Lorenzo, Javier Hernández