MÍNIMA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA

Esta web ha sido creada gracias a los alumnos de 1º de Bachillerato del IES Pérez Comendador de Plasencia. Contiene textos y vídeos a modo de apuntes que resumen ciertos temas y el pensamiento de algunos autores de la Historia de la Filosofía. Aunque los textos están revisados por el profesor, no dejan de ser trabajos de alumnos que pueden incurrir en algún pequeño error u omisión.


¿Qué es la filosofía?

Por Manuel Pozo


¿Qué es la filosofía?

La palabra “filosofía” proviene del griego antiguo, y significa “amor (filo) por la sabiduría (sophía)”. El texto más antiguo en el que aparece es del historiador Heródoto, y la usa para describir a aquellas personas que viajan a otros lugares por afán de conocimiento. La tradición dice que la palabra la inventó Pitágoras, aunque eso no es seguro. Los griegos antiguos la usaban para calificar a quien quiere aprender y se interesa mucho por lo que no sabe, a diferencia de los “sabios” que se supone que son expertos en algo. Es decir, que el filósofo en cierta forma, es, etimológicamente hablando, aquél al que siempre le falta algo, el que necesita aprender y entender en un proceso que no termina nunca, y que además le permite realizarse como persona.


La filosofía, realmente y en nuestros días, para casi todo el mundo es un saber que se enseña y se estudia, es decir, tiene un carácter académico. En muchos países es obligatorio estudiar “filosofía” y casi todos los “filósofos” actuales son profesores universitarios. Es decir, la filosofía en nuestra época, aparte de una actividad es un corpus de conocimientos, un registro de las reflexiones y teorías de los muchos filósofos y filósofas que ha habido a lo largo de la historia. A causa de esto la filosofía no es atractiva para muchos estudiantes, porque -por motivos que ahora no explicaré- en el día a día del aula se encuentran con tener que memorizar muchas ideas y teorías que no les interesan en un lenguaje incomprensible y que parece no tener ninguna utilidad práctica.


Ahora bien, aunque sea una asignatura pesada y complicada, a todos nos gusta decir que tenemos nuestra “filosofía” de vida, es decir, nuestra forma de ser y de pensar. O cuando nos aburrimos y se nos va la cabeza a pensamientos raros decimos que estamos “filosofando”, y también usamos esta expresión cuando tenemos charlas “interesantes” con amigos y conocidos, sobre temas que no son cotidianos. Por ejemplo si hablamos de si habrá un más allá, de si fue antes el huevo o la gallina, de si estaremos solos en el universo… Es decir, en muchos casos la filosofía “académica” es algo muy extraño y complejo para la mayoría de la gente, pero la mayoría de la gente dice o cree que es “filósofa” según y cómo. Curioso.


Vamos a intentar ofrecer una definición de filosofía que, aunque seguro que no es la mejor y que deja muchas cosas fuera, puede valernos para entender qué es lo que tenemos que estudiar en esta materia:


La filosofía es un saber que está formado por el conjunto de todas las reflexiones que personas de gran valor intelectual han hecho sobre las cuestiones que no podemos responder con los conocimientos ordinarios de cada época. Además estas reflexiones deben ser objetivas, profundas, no dogmáticas, críticas y, sobre todo, racionales.


¿Y por qué existe la filosofía? Pues la filosofía existe porque hay una tendencia en los seres humanos que es inevitable, que es la de comprender o entender lo que desconocemos. Hay personas que simplemente conviven con su ignorancia, pasan los días y los años por su vida y se adaptan a vivir en la ignorancia.

Hay otras personas, sin embargo, que no pueden vivir sin comprender qué es lo que les ocurre a ellos o al mundo en el que viven. ¿Por qué la naturaleza es a la vez injusta y necesaria? ¿Por qué tenemos miedo a morir, si es inevitable? ¿Por qué queremos a personas que nos hacen daño? ¿Por qué unos nacen ricos, otros pobres, y cómo podemos cambiar eso, o tenemos que conformarnos? Estas preguntas y muchas otras que todos nos las hemos hecho alguna vez son solo algunos de los “grandes interrogantes” a los que hemos dicho que responde la filosofía. La mayoría de nosotros nos preguntamos por estas cuestiones cuando el destino nos da algún “palo”, o cuando nos sentimos desgraciados o sorprendidos por algo que nos ocurre, o cuando nos hace sufrir la actitud de los demás.


Sin embargo hay personas muy especiales, los filósofos, que dedican todo su esfuerzo a estudiar estos y otros problemas y desmenuzarlos, a darles mil vueltas, a intentar verlos como nadie los ha visto antes, y dar respuestas sorprendentes y radicales. No se conforman con inventarse una leyenda o un dios que lo explique, o no se refugia en la tradición y en las costumbres (“esto siempre ha sido así”, “las cosas no van a cambiar”, “nunca sabremos a qué se debe esto…”) y que además, y esto es fundamental: es racional y razonable, y quiere convencer a los demás, no someterlos o venderles algo.


Los filósofos y filósofas son personas muy especiales y, por esto, merecen nuestro respeto. Gracias a ell@s disfrutamos hoy en día de Derechos Humanos, conocimientos científicos, todas nuestras libertades, igualdad de género, una comprensión mejor de nuestro pasado, presente y futuro, unas normas éticas que deben respetarse en sociedad… La filosofía ha hecho mucho por nosotros. Gracias a ella podemos comprender mejor el mundo que nos rodea, porque casi seguro que ya alguien ha respondido a esas cuestiones que tanto nos inquietan, y podemos orientarnos gracias a su filosofía. Hay más de 2500 años de conocimientos acumulados que han dado mil vueltas a todo lo que se nos ocurra, y mucho más, y estudiar filosofía nos acerca a ese almacén de sabiduría.


Pero es que, además, la filosofía es muy necesaria porque derrocha actitud crítica. Esto quiere decir que el que filosofa es, antes que nada, un inconformista, alguien que no se cree todo lo que le dicen ni acepta las convenciones y los tópicos habituales, que sospecha de todo lo que todo el mundo piensa. Criticar viene de un verbo griego que significa “cribar”, el es crítico no es el que “se mete con” algo, sino el que se empeña en separar lo valioso de lo que sobra.


Esto es importantísimo para quienes estudian filosofía, porque es la mejor y más valiosa enseñanza que queda después de dedicarse a ella: sin darnos cuenta aprendemos a “sospechar” de lo que nos rodea, y a pensar por nosotros mismos, es decir, empezamos a ser autónomos. En general, nos creemos que sabemos las cosas o que tenemos opiniones valiosas sobre algo simplemente porque “está en nuestra cabeza”. Pero eso no es así, una opinión o un conocimiento que no hemos trabajado nosotros mismos, sobre los que no hayamos reflexionado, no son nada más que la repetición de ideas u opiniones que hay en otras cabezas, y por eso su valor es muy escaso. Debemos aprender a ser autónomos, a pensar de verdad por nosotros mismos, a no conformarnos con lo que oímos por ahí o lo que vemos que dice la gente.


¿Nos convierte esto en filósofos? Es que si pienso mucho en mis cosas, o si opino lo que yo quiero, ya soy filosof@? Pues no, no somos filósofos solo por esto. La filosofía es una cosa muy compleja, y es muy difícil ser original en lo que pensamos. En ese sentido muy pocas personas pueden ser llamadas “filósofas”, y es importantes reconocerles su valía no depreciando la palabra. Nadie se hace llamar “médico” por saber usar tiritas o tomarse una aspirina si le duele la cabeza. Eso no es ser médico, y por ese motivo uno no es filósofo por opinar de cualquier cosa, o por ir a clases de filosofía, o por tener la impresión de que es más list@ que los que le rodean. Sí somos todos “filósofos” en el sentido etimológico del término. Todos, por ser humanos, tenemos tendencia a preguntarnos y ser curiosos, y por eso en algún momento, ante alguna circunstancia, todos ejercemos de “filósofos”, pero no debemos olvidar que la palabra filosofía lleva dentro de sí las dos actitudes que mejores nos hacen a los seres humanos: el amor y el conocimiento, y por ese motivo debemos ser respetuosos con ella. ¿Amas realmente el conocimiento? pues entonces y solo entonces, y si mantienes esa actitud de forma crítica, autónoma y comprometida, eres filósof@.