El Existencialismo

Esta web ha sido creada gracias a los alumnos de 1º de Bachillerato del IES Pérez Comendador de Plasencia. Contiene textos y vídeos a modo de apuntes que resumen ciertos temas y el pensamiento de algunos autores de la Historia de la Filosofía. Aunque los textos están revisados por el profesor, no dejan de ser trabajos de alumnos que pueden incurrir en algún pequeño error u omisión.

EL EXISTENCIALISMO

Por Miguel Garrido Matilla

  1. ¿Qué es?

  • Definición, concepto

  • Corriente filosófica

  • Origen

  1. Máximos exponentes

  • Jean-Paul Sartre

- ser-en-sí y ser-para-sí

- “el hombre está condenado a ser libre”

- Mala fe

  • Albert Camus

- Mito de Sísifo

- Absurdismo

- El extranjero

  • Diferencias entre ambos

  1. Influencia del existencialismo



¿Qué es el existencialismo?

El existencialismo defiende la libertad como rasgo distintivo que únicamente las personas poseen. Las ideas principales se agrupan bajo la cita de Jean-Paul Sartre, “la existencia precede a la esencia”, en definitiva nos sitúa a nosotros mismos como únicos responsables de nuestras acciones puesto que son ellas quien nos determinan a nosotros. Esto por otra parte no se encuentra fuera de los seres humanos ya que lo que hace que una piedra sea una piedra está en su esencia, lo mismo con cualquier otro ser vivo como una vaca, sin embargo ellos siempre serán aquello que dicte su esencia mientras que los humanos tenemos esa capacidad de cambio y elección, esto es libertad. En otras palabras se afirma que las personas son los únicos seres que existen dado que creamos nuestra propia esencia, es por eso que a esta corriente se la conoce como existencialismo, porque las personas somos y existimos, por otro lado la vaca es, ahora no existe y es esto lo que nos hace a los seres humanos tan especiales.


El Exixtencialismo, más que como escuela, es más conveniente tratarlo como una corriente filosófica puesto que los filósofos tienen unas ideas en común pero discuten en el modo en que ellos individualmente desarrollan la misma teoría. Por eso dentro del existencialismo se encuentran tres grupos: el existencialismo cristiano, principalmente basado en las ideas de Kierkegaard y Heidegger; el existencialismo agnóstico y el existencialismo ateo, en el que se encuentran Camus y Sartre, aunque no por ello comparten todos sus razonamientos, de hecho, difieren en múltiples conceptos, principalmente en el valor de la vida, para Sartre las ideas son más importantes que la vida y para el argelino no existe ninguna ideología que justifique la violencia dado que el valor de la vida humana es incomparable.


Este movimiento filosófico comenzó en Alemania en el siglo XIX de la mano de filósofos tales como Schopenhauer, Kierkegaard, Nietzsche. Aquí nació como una respuesta al racionalismo y al empirismo, dado que ambas pretenden encontrar el orden del mundo observable que termine por exponer el significado universal de las cosas. Sin embargo este grupo alegaba que cada hombre es quien debe realizar ese juicio y ser responsable de sus acciones ya que no creen en que existan unas normas con carácter general que puedan llegar a ser válidas. Tras el trabajo de Martin Heidegger principalmente, que habla de Dios como la fuente de los valores humanos que nos mueven en nuestras acciones diarias siendo estos los que determinan en lo que nos convertiremos, y también de Karl Jaspers, fue tomando mayor importancia y fue en Francia donde tuvo un gran apoyo y desarrollo por parte de Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir quienes fueron pareja y Albert Camus, entre otros.



Máximos exponentes

Son muchos los filósofos que forman parte de este movimiento pero si se es necesario destacar a algunos no cabe duda de que Jean-Paul Sartre será quien encabece la lista siendo la figura más representativa, sin olvidarnos tampoco de Albert Camus, aunque ambos no estuvieran de acuerdo en varios aspectos de sus filosofías son ambos grandes referentes en cuanto al movimiento existencialista se refiere.

Sartre nació en en París en el año 1905 y murió setenta y cinco años después en la misma ciudad. Se formó en la Universidad de la capital francesa en la cual se graduó con un Doctorado en Filosofía, en el año 1964 se le otorgó el Premio Nobel de Literatura pero en una carta a la academia lo declinó, como hizo con cualquier otro premio ya que, tal y como explicó en la carta, la unión que existe entre el hombre y la cultura se debe desarrollar directamente y no mediante una institución del sistema. Fueron muchos los libros que escribió destacando entre ellos El ser y la nada y La Náusea.

Su filosofía se esconde detrás de sus frases más célebres, entre ella destaca “la existencia precede a la esencia”, esta ya ha sido mencionada previamente puesto que es uno de los pilares fundamentales del movimiento existencialista. Aquí Sartre expone la capacidad de los seres humanos de hacerse a sí mismos, ya que con nuestras acciones que libremente realizamos vamos formando a nuestra persona, sin embargo si nosotros vamos a construir una silla habremos pensado como queremos que sea, entonces ya tenemos su esencia y una vez fabricada tendremos su existencia. Con todo esto Sartre diferencia entre ser-en-sí, como la silla o la vaca, y ser-para-sí, es decir, los seres humanos.


La esencia de algo o alguien se entiende como su propósito, la de la silla es servir como asiento y la del ser humano es más complicada de definir. Sartre al ser ateo, no creía que Dios sea quien tenga esa respuesta, ni mucho menos la sociedad y ni ninguna otra estructura, como el gobierno; “una vez la libertad ha iluminado el corazón del hombre, los dioses no tienen poder sobre él”. Solo el individuo puede elegir qué es lo que debe hacer, pero este tiene que ser responsable, Sartre dijo “El hombre está condenado a ser libre, ya que una vez en el mundo, él es responsable de todos sus actos” esta frase se entiende mejor junto a esta otra “no somos más que nuestras propias decisiones”. En otras palabras, es necesario saber que todo lo que se haga y sobre todo, lo que no, va a ser lo que conforme la esencia de cada uno.

A todo esto hay que recordar que vivimos en sociedad y nuestros actos pueden resultar negativos en otras personas, por ello es muy difícil para los humanos tomar decisiones correctas. Sartre aborda este tema en su libro La Náusea, diciendo que la indecisión o inclusive el llegar a decidir mal nos genera una angustia con la que es difícil lidiar, en otra cita él dijo lo siguiente “la vida comienza al otro lado de la desesperación”. Esto quiere decir que una vez que elegimos y nos hacemos responsables de nuestras acciones comenzamos realmente a vivir, pero la carga de dicha angustia en la mayoría de ocasiones es eliminada actuando de Mala Fe, este concepto suyo hace referencia a eludir nuestra libertad sobre las decisiones que tomamos porque nos sentimos obligados a actuar de cierta manera.


Albert Camus, por su parte, nació en Mondovi, Argelia en 1913 y falleció en el año 1960 en un trágico accidente de coche a la corta edad de 46 años. Fue en la Universidad de Argel donde comenzó la licenciatura de Filosofía que no pudo terminar a causa de una tuberculosis, sin embargo, más que filósofo fue dramaturgo y en sus obras expuso sus ideas existencialistas. Camus se influenció del existencialismo alemán, desarrollado por Schopenhauer y Nietzsche entre otros muchos y al igual que Sartre también recibió el Premio Nobel de Literatura en el año 1957.

Aunque a Camus se le incluya dentro del existencialismo, él por su parte nunca terminó por verse dentro de dicha corriente, la influencia que tuvo en él es innegable pero si somos más rigurosos su filosofía se conoce más concretamente como el “absurdismo”, la obra que mejor lo refleja se conoce como El mito de Sísifo. En este ensayo Camus nos cuenta la historia de un ser mitológico de mismo nombre que está condenado a subir una roca por una ladera de una montaña hasta su cumbre para luego verla caer continuamente, así por toda la eternidad. Pero no termina ahí, sino que Camus nos muestra lo absurdo de la vida de Sísifo y en cierto modo, lo compara con el absurdo de nuestra vida, él dijo “la vida no tiene sentido, pero vale la pena vivir, siempre que reconozcas que no tiene sentido”, ese es el primer paso poder soportar el peso del sinsentido de nuestra existencia, el segundo paso es disfrutar de los pequeños placeres de la vida, rellenar el absurdo de la existencia con nuestras propias ideas, él lo resume en “crear es vivir dos veces”.

Estas ideas se exponen con un ejemplo mucho más nítido en su obra El extranjero, aquí nos narra la vida de un argelino que termina siendo condenado a muerte tras un asesinato fortuito en la playa, aunque realmente parece que se le condenara por no llorar en el entierro de su madre y no entender a la sociedad, a la que repudia por la hipocresía por cosas que no nos importan realmente. A él no le importa morir pues como buen existencialista sabe que es responsable de sus acciones, de hecho, para Camus el tema más importante de la filosofía es el suicidio, “el acto más importante que realizamos cada día es no suicidarnos”, esto es porque nuestras vidas serán olvidadas y a nadie le importa, se comprende el absurdo de la vida, pero decidimos seguir adelante. Además en esta obra también deja constancia de su ateísmo, en la frase “no creo en Dios, me aburre”.



Las diferencias entre Sartre y Camus comenzaron cuando el argelino publicó El hombre rebelde, aquí él critica duramente el régimen de Stalin alzándolo al mismo nivel que el nazismo, aunque el propio Camus durante un par de años estuvo afiliado al Partido Comunista de Francia. Sin embargo él defendía el valor de la vida humana por encima de cualquier ideología, entendiendo todo tipo de violencia contra la población como injustificable y dejó esta cita, “La tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios sino sobre las faltas de los demócratas” dando a entender que es el pueblo quien debe poner fin a todas esas atrocidades. Por otro lado Sartre no coincidía para nada con él, y como toda la izquierda intelectual de Francia, criticó duramente a Camus mientras que la derecha, por su parte lo elogiaba. Sartre piensa que las ideas son lo más importante, pues en ellas se esconde la libertad y la literatura debe servir como medio para la política y las ideas que ayuden a la humanidad. La verdadera libertad que defiende Camus está en el pensamiento y en el ser, y aunque en cierta medida es lo mismo, estas deben de ser descubiertas y entendidas individualmente, limitando la literatura simplemente a ofrecer dicho conocimiento.


Influencia del existencialismo

Probablemente este movimiento haya sido uno de los más influyentes en la historia reciente ya que ha desembocado en movimiento en lucha por la aceptación social como el feminismo, el grupo LGTB y muchos más. Todos tienen como bandera la libertad y han conseguido el respeto a las decisiones individuales como el género al que queremos pertenecer o al que queremos amar. Cada vez queda más lejos la moral rígida de las doctrinas religiosas, aunque muchas sigue existiendo, han terminado por ser más flexibles para no discriminar a nadie; de este modo la sociedad actual es cada vez más tolerante con las diferencias individuales y parece que seguirá siendo así por mucho tiempo.