Comida, Conquista y Mestizaje

CONTEXTO: Comida e Identidad

Tomé esta clase durante la primavera de mi tercer año en Amherst con Profesora Infante. Hablamos mucho de la comida de muchos países alrededor del mundo hispanohablante y los orígenes de esos platos. Tuvimos talleres donde elegimos un plato de un país y compartimos sobre la historia y el folklore pertinente. También leímos muchas lecturas sobre como la comida afecta la cultura e identidad en muchos países. Para este ensayo, utilizando lecturas de la clase, escogí tratar del mestizaje, su historia, y como se presenta en los platos específicamente de Latinoamérica.

Un resultado de la colonización, el intercambio colombino empieza en 1492 después de la llegada de Cristóbal Colón. Consistió en un cambio en plantas, animales, y más en el mundo nuevo, además del mundo viejo. Pero esas no fueron las únicas cosas intercambiadas a lo largo del intercambio colombino. La comida jugó un papel oculto en la distribución de ideologías europeas que influyeron la identidad de las personas en el nuevo mundo. Con la mezcla de culturales hubo una creación de una cultura mestizaje, que combina las tradiciones de los europeos, las personas indígenas y los africanos.

El capítulo veintinueve de Rebecca Earle, cuenta la historia del intercambio colombino. Los conquistadores en el nuevo mundo encontraron muchos almidones que se convirtieron a un aspecto integral en sus vidas cotidianas. Alimentos como maíz, papas, y yuca, fueron introducidos a sus dietas, acompañados por frutas nuevas como piñas, chirimoyas, aguacates, y guayabas. A pesar de todos los recursos que tenía esta región, los europeos estaban desconfiados de la carne desconocida del mundo nuevo y también querían animales y cultivos comercios. Como resultado, introdujeron azúcar y café, además de cerdo y cabra. Aún más, las personas esclavizadas trabajando en las plantaciones cultivaron cosechas como ñames, sandías y guisantes de ojos negros en sus comunidades. Pero entre todos estos alimentos, lo más notable en términos del intercambio ideológico fue el trigo y vino debido a su asociación con religión. Los europeos los veían como el cuerpo y sangre de Dios, y cuando lo trajeron al nuevo mundo sirvió como herramienta para convertir a los pueblos indígenas al cristianismo. Esta forma adicional de colonización a través del trigo y el vino tuvo una influencia significativa en la identidad latinoamericana, ya que hoy el 89,7% de los latinoamericanos son cristianos.

Es importante notar que los europeos despreciaban muchas de las prácticas culinarias de las personas indígenas y lo consideraban incivilizado. Con respeto a la creación de la identidad nacional de estos países, no se puede olvidar el papel que jugó el sistema de castas. Basado en el racismo, la institución dio poder y respeto a los conquistadores, mientras que subyugó a personas indígenas y negras quien estaban esclavizadas. Esta dinámica influyó la formación de identidades nacionales y todavía tiene repercusiones negativas para las personas de color en Latinoamérica. Debido al privilegio que se les otorgaba a los del mundo viejo, muchos de sus perspectivas perjuiciosas prevalecieron entre los del mundo nuevo. Por lo tanto, en el siglo veinte, cuando difundía la imagen de una identidad mezclada, hubo menos énfasis en las contribuciones de las tradiciones africanas que las de Europa y las grupas indígenas. El borrado de las contribuciones de tradiciones africanas a las identidades nacionales, además de la falta de orgullo, está basada en las ideologías racistas, trajeron a través del intercambio colombino.

Sin embargo, la integración de estas culturas para formar identidades nacionales unificadas fue impuesto a los pueblos africanos e indígenas, y debido a esto se encontró con la resistencia. Earle nota que “in some cases indigenous people viewed European foodstuffs as part of the larger process of colonial oppression” y, en respuesta, cortaba árboles de naranjas o quemaba semillas de los españoles (348). La mezcla de tradiciones culinarias que tomaron lugar durante esta época está bien representado en “Historia de Arroz con Habichuelas” por Ana Lydia Vega. Vega cuenta la historia de la creación de arroz con habichuelas, un plato popular de Puerto Rico, a través de la personificación de ingredientes diferentes. Pero con más investigación, parece que está hablando de algo más que el plato. Ella dice el arroz “era un blanquito finado y empolvado” mientras que las habichuelas era “un mulato avispao y sabrosón” (133) y con las descripciones de color, se puede inferir que el arroz representa las personas españolas y tal vez su cultura mientras que las habichuelas representa las personas indígenas. Al principio de la historia, los dos no les gustan y Vega escribe “arroz temblaba de asco pensando en que una sola gota colorada de la salsa de Habichuelas manchara la castiza blancura de sus granos” (133). Esta dinámica es muy parecido a la dinámica que existe durante la época de colonización, especialmente en términos del énfasis en la preservación de la blancura. Sin embargo, al final el arroz y las habichuelas se unifican para crear un sabor y plato delicioso, en la misma manera que los grupos se unieron para formar una identidad cultural única.

El proceso de formar identidades nacionales en Latinoamérica era largo y complicado. Caracterizada por colonización y racismo, el intercambio colombino no involucró el intercambio de plantas y animales exclusivamente, sino ideologías. Estas ideologías permanece, pero aunque todavía existen, la creación de una identidad mezclada se debe al intercambio también. Con la combinación de culturas de alrededor del mundo, la identidad de países latinoamericanos incluye una mezcla diversa de costumbres y prácticas, e independientemente de si se reconoce o no, las tradiciones africanas e indígenas siguen desempeñando un papel en esta identidad mixta, en la comida y en la cultura.

Sika y sus amigas
Sika y sus amigas