Uno de los principios más importantes de la Biblia es el sembrar y cosechar. Para cosechar, debemos primero sembrar la semilla.
Hay muchas Escrituras que nos dan una visión del tema de sembrar y cosechar. Aquí hay solo algunos que son importantes para que reflexiones y en verdad pienses al respecto. Tal vez ya los has leído antes, pero refresca tu memoria leyéndolos de nuevo.
“Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará” (2 Cor. 9:6 RVR1960)
“Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán” (Sal 126:5 RVR1960)
“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” (Gal 6:7 RVR1960)
“Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.” (Gal 6:8 RVR1960)
“No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.” (Gal 6:9 RVR1960)
Cuando nos enfocamos en esta verdad durante nuestro Viaje de Restauración, con el entendimiento de este principio, junto con la fe en el Señor y en Su Palabra, debemos esperar cosechar dónde sembramos. ¡Y es cuando este viaje se vuelve muy emocionante!
Ningún agricultor se tomaría el tiempo o el dinero de sembrar una semilla si no esperara cosechar. Además, si él quiere cosechar maíz, debería sembrar maíz. Si el quiere cosechar trigo, debe sembrar trigo.
Por lo tanto, si tu quieres cosechar amabilidad, siembra amabilidad. Si quieres cosechar perdón, ¡perdona! Si quieres cosechar amor, entonces siembra amor. Si quieres cosechar buenas finanzas, siembra buenas finanzas, entonces anticipa una cosecha, porque los principios de Dios y Sus promesas son verdad, y Él es fiel!!!
Si quieres cosechar aliento que te ayude a ser alentada para completar este viaje de manera victoriosa, siembra Aliento.
Y esto no solo significa que Dios ha prometido que sembrando en Su obra significa que estamos invirtiendo en nuestro futuro eterno. “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Mat 6:19-21 RVR1960) También se refiere a que los tesoros aquí en la tierra, tampoco los pueden robar! Esto es significativo para la mayoría de nosotras, que hemos experimentado que nuestros esposos, vida familiar, hogares y felicidad fueron robados por otra mujer!
Lo que hacemos, tomando o dando, lo que hacemos con el dinero, tiempo y energía aquí en la tierra es un fiable indicador de dónde están nuestros corazones y resultará en cómo somos bendecidas o porque no somos bendecidas.
“Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.” (2 Cor 9:10-11 RVR1960). Los testimonios de alabanza, testimonios de matrimonios restaurados, y El Animador que tu lees todos los días vienen de mujeres que SEMBRARON
“Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará” (2 Cor 9:6 RVR1960)
“Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán” (Sal 126:5 RVR1960)
“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.” (Gal 6:7 RVR1960)
“Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que , del Espíritu segará vida eterna.” (Gal 6:8 RVR1960)
“No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.” (Gal 6:9 RVR1960)