¿Crisis?

Esquina de la crisis

¿Ha tenido alguna vez una crisis repentina? Esperamos que todo esto le guíe en mansedumbre a donde el Señor “Restaure su alma”. La primera pregunta es:

¿Correrías en un momento de crisis, al TRONO o al Teléfono(o Internet)?

Si usted no ha ido ante el Padre Celestial primero, ENTONCES DETENGASE EN ESTE MOMENTO, y quédese a solas con El, clame y desahóguese con El, no hable con nadie más antes de hablar con El Señor. Éxodo 20: 3 dice: “No tendrás dioses ajenos delante de mi.”

Una “Crisis Repentina” proviene del Enemigo.

Antes que nada, una “crisis repentina” es algo que Satanás provoca para robarle su paz. “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo…”(1ª. Pedro 5: 8-10).

Si el diablo puede hacer que usted corra a tirarse a un acantilado, entonces él ha tenido éxito al destruirle a usted (¿otra vez?), es la fe en Dios, no es la fe en sí misma, ni en su amigo, ni en su pastor, ni la fe en su novio o esposo, es la FE EN DIOS, la que la preverá de hacer algo que luego se arrepienta. Recuerde, “… y aquel que se apresura con los pies, peca” (Proverbios 19: 2).

En este momento, NO SE MUEVA, NO LLAME O HABLE CON ALGUIEN y NO TOME NINGUNA DECISION. En lugar de eso… ¡¡¡ORE!!!! Hasta que ese sentimiento de ansiedad que está experimentando se vaya y esté inundada de paz. Sólo hable con Dios como si lo hiciera conmigo o con un amigo.

Actuar demasiado rápido va a causar más dolor o daño que lo que hizo la crisis o ataque en un principio. Déjeme mostrarle un ejemplo de moverse demasiado rápido en un momento de crisis:

Cuando mis hijos eran pequeños, mi madre y yo descubrimos unos garabatos hechos con un GRAN Y GRUESO MARCADOR PERMANENTE NEGRO, sobre un ropero antiguo y bastante caro. Bajé las escaleras en un segundo, orando todo el camino. Cuando llegué a mi gabinete de limpieza, sentí que el Señor me dijo que utilizara limpiador de vidrios para quitar las manchas. Llegué a mi cuarto con el limpiador y me di cuenta que mi madre había quitado una de las manchas con ¡REMOVEDOR DE UÑAS! Resultó con las manchas del marcador, pero dejó otra gran mancha blanca en la madera. Le puse el limpiador de vidrios sobre lo que quedaba del marcador y le pasé un paño sobre el ropero, dejándolo con ninguna evidencia de lo que había sucedido. Cada vez que veo ese ropero en el cuarto de mi hijo. El Señor me recuerda las consecuencias de actuar de ¡manera precipitada!

Sus deseos deben resistir las tormentas de la vida, comportándose como una creyente madura y real. Proverbios 3: 25 nos dice: “No tendrás temor de pavor repentino, ni de la ruina de los impíos cuando viniere.” El Señor será su confianza, ayudándole a mantener sus pasos. Dios nos dice en Salmos 55: 22 “Echa sobre el SEÑOR tu carga, y Él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo”.

Entendí que cuando yo era fiel para estar cerca del Señor, EL ME PREPARABA, para lo que EL YA SABIA, pasaría. Un caso en específico:

Estando bastante de cerca del final de la prueba en mi matrimonio. Me encontraba sentada en una de esos asientos en los vestidores de un almacén por departamento bastante grande, a punto de romper en llanto. Todo el día había tenido una prueba tras otra. Cosas que me ponían nerviosa- ¡realmente todo estaba saliendo mal! Como estaba en ese momento orando, el Señor “me dio sus directrices” de una manera milagrosa. Mandé a algunos de mis hijos por una de las salidas, y me quedé sola con mi hijo mayor a mi lado. Casi de manera audible, escuché al Señor decirme “Cruza a la derecha”, tomé el hombro de mi hijo y lo hice así hacia un pasillo a la derecha. Si no hubiera tenido esa serie de pruebas todo el día, no hubiese estado “quieta” ante el Señor y no hubiese podido discernir esa suave “voz”. Lo que vi atrás fue a mi esposo y la Otra mujer, de quien Dios nos había cubierto. El Señor había sido fiel de nuevo, y cubrió a mis hijos de presenciar esa persona en compañía de mi esposo (su padre). Hasta pude hacer señas a mi esposo sobre lo que pasaba, quien salió corriendo por la puerta opuesta.

Dios se vale de pequeñas pruebas para evitarle grandes crisis, tal es el ejemplo:

Un día mis hijos y yo estábamos regresando de un paseo fuera de la ciudad. El carro comenzó a fallar y a perder fuerza. Inmediatamente les pedí a mis hijos que comenzaran a orar, todos oramos en voz alta. Esto mantuvo el carro funcionando pero no mas rápido de lo que lo haría si camináramos al lado de él. Luego comenzamos a cantar canciones de alabanzas al Señor, de inmediato el carro comenzó a tomar más velocidad, pero si nosotros parábamos de cantar, de igual manera el carro disminuía su fuerza. Casi por una hora cantamos alabanzas al Señor.

Los niños estaban totalmente cansados, por lo que se prepararon para irse a dormir, en ese momento alguien tocó a la puerta. Cuando abrí, en frente estaba un delegado preguntando si yo era Erin Thiele. Cuando contesté que “sí”, él dijo, “Usted ha sido citada para una demanda de divorcio…. Por favor, firme aquí”. Sentí mis piernas débiles, pero mi espíritu estaba tan lleno de fuerza y paz por haber estado cantando alabanzas en todo el camino a casa.

El Señor también usó la enfermedad de uno de mis hijos(o la mía) para provocar que me quede “sostenida” y que me mantenga en “apoyo en su mansedumbre” después de un ataque mayor. No deseche (sepa que todo tiene su propósito) estos momentos de crisis, alabe al Señor por ellos. Él será fiel en mostrarle “Sus Caminos”,

Isaías 55: 8 “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo El Señor”.

No crea lo que en lo que piense, vea o escuche.

¡Usualmente lo que ha dicho o lo que ha “visto” es parcialmente O una completa mentira! Juan 8:32 dice “…Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”, déjeme darle una mejor ilustración: Un día iba manejando en mi carro con mi madre, y mis cuatro pequeños hijos en el asiento de atrás, yo VI el auto de la OM(Otra mujer) saliendo de mi calle, ¡mi esposo manejándolo y la adultera sentada a su lado! ¡Mi mamá me vio horrorizada, mis manos comenzaron a sudar y sentía como si mi corazón fuera a salirme del pecho! Di la vuelta solo para encontrar el carro de mi esposo estacionado con mi esposo pacientemente sentado adentro, esperando a que nosotros volviéramos a casa. ¿Qué fue lo que vi antes? No lo sé. Pero el Señor se encargó de probarme que no debería de creer todo lo que “pensé” haber visto. (¡Esto aplica también para la otra gente que “dice” que vio!)

¡Cambie en un INSTANTE!

¡Dios es capaz de cambiar TODO en un INSTANTE!!! Clame al Señor para que pueda calmar la marea y la salve de ahogarse.

“Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza” Mateo 8: 26

“Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?” Mateo 14: 31

Cuando las cosas comienzan a ponerse duras en mi camino, el Señor me advirtió que podía “asir el borde de mi manto”. De la manera en la que yo buscaba “asir el borde” fue depositándome cerca de El, estando en Su Palabra, estando más tiempo tranquila y a solas en Su Compañía y tratando de escucharle más. También estuve en varios eventos de la Iglesia y otros compromisos que me mantenían sostenida para que no fuera sorprendida por el “miedo repentino”. “No tendrás temor de pavor repentino, ni de la ruina de los impíos, cuando viniere...” Proverbios 3: 25.

Lo que descubrí fue que cuando había aguas intranquilas, El estaba advirtiéndome de ellas.“Cuando pases por las aguas yo estaré contigo; y si por los ríos no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti” Isaías 43:2. Hubo MUCHAS aguas turbulentas pero yo las pude pasar estando bastante cerca de Él.

“…y le rogaban que les dejase tocar solamente el borde de su manto; y todos los que lo tocaron, quedaron sanos.” Mateo 14: 36

Espero que haya encontrado la “paz que traspasa todo entendimiento”, en el “medio de su tormenta”. Esta es la mentalidad, espiritualidad y corazón que automáticamente tiene que encontrar durante todas y cada una de las pruebas que usted atraviese, para poder salir del desierto y entrar a la tierra prometida. Muévase para ahí.

Nuestro deseo es continuar dirigiéndole al Señor Jesucristo para todas sus necesidades, no dependa de la carne, de nosotros o de alguien más. Nosotros le damos ánimo para que ponga toda su confianza en el Señor, clame a Él, pero lo más importante, no espere a la crisis. De manera regular pase tiempo con el Señor. Cree un “closet secreto de oración” tanto en su casa como en su trabajo, para que tenga un lugar donde hablar con Él en el transcurso del día. Entonces cuando una crisis la golpee, vaya ahí y escuche a Dios calmando la tormenta en su corazón.