Investigación:

Pensando en un proyecto de acción, recordé que llevaba tiempo pensando en ir al gimnasio para poder aumentar mi fuerza y resistencia. Para ello pensé en un plan de entrenamiento adecuado para mí, investigando qué tipo de ejercicios podría hacer con el nivel actual que tenía. Además, busqué gimnasios cerca de mi casa a los que pudiera acceder fácilmente.

Preparación:

Para la preparación de mi proyecto contacté con un amigo de mi familia que es preparador físico en un equipo importante de hockey, juntos conseguimos preparar un plan de entrenamiento que iría ascendiendo en tiempo y en esfuerzo para conseguir mi objetivo final de aumentar fuerza y resistencia.

Acción:

Durante el siguiente mes y medio seguí el plan de entrenamiento que había creado con el preparador físico. Además, cada semana contactaba con él y comentamos de una escala del 1 al 10 cuanta fatiga muscular y cansancio tenía, con esta información actualizamos el plan de entrenamiento para la semana siguiente, haciendo ejercicios más exigentes y aumentando el peso de los ejercicios que hacía. También, al introducir un nuevo ejercicio, el preparador físico me enviaba un video explicativo del ejercicio con las precauciones que hay que tener para no lesionarse y que el ejercicio fuera lo más efectivo posible.

Reflexión: 

Durante todas las fases del proyecto estuve muy motivado, era un proyecto que tenía muchas ganas de hacer y ya había pensado en ir al gimnasio anteriormente. Me ayudó mucho tener a mi amigo preparador físico, sobre todo en la fase de preparación y acción. Los resultados de este proyecto fueron muy notables, según iban pasando las semanas me iba sintiendo más preparado al hacer los ejercicios y cuando acababa el entrenamiento cada semana me sentía menos cansado. Pude seguir perfectamente la progresión que iba haciendo semana a semana.