La constante solar

Definimos la constante solar como la cantidad de energía recibida por la Tierra a la distancia media que nos separa del Sol, y su valor aproximado es de unas dos calorías por centímetro cuadrado y por minuto (cada minuto, a una Unidad Astronómica, en un cuadrado de dos centímetros de lado se reciben dos calorías).

El estudio y medición de esta constante es de extremo interés ya que nuestra supervivencia depende de la capacidad que tengamos para estar preparados y prevenir una hipotética variación importante de la constante solar.

Por ejemplo un cambio de un 1% en la constante solar, produciría una alteración de la temperatura en la Tierra de 1 o 2° C. Teniendo en cuenta que durante la última glaciación, la temperatura media en nuestro planeta era 5° C más fría que la actual, podemos hacernos una idea de la importancia de predecir esta constante.

Existen referentes históricos que podrían indicar una disminución de la constante solar. Desde 1430 a 1850 tuvo lugar la pequeña edad glacial, con un tiempo inusualmente frío en Europa y América. Dentro de este periodo se encuentra el conocido como mínimo de Maunder. En 1893, Edward Maunder, tratando de realizar una gráfica de la actividad solar desde las primeras observaciones telescópicas de Galileo, encontró que entre 1640 y 1715 no existió prácticamente ningún registro de manchas. Posteriormente se ha comprobado por otros métodos que, efectivamente, la actividad solar fue excepcionalmente baja en esos años.

Irónicamente, el mínimo de Maunder coincide con el reinado de Luis XIV de Francia, el Rey Sol ("El Estado soy yo"). [15]

Oscilación

Los valores de la oscilación que se recibe del sol están determinados por sus características internas

de presión y temperatura, su amplitud, así como su duración o vida media esta relacionada con el

mecanismo de excitación y amortiguamiento.