Programa
En lo relacionado con el arco de contenidos académicos a poner en práctica, el Taller a77 se plantea una ampliación en el horizonte temporal de los temas a experimentar en términos del habitual abordaje e implementación de los cursos de proyecto arquitectónico.
Es por ello que los ejercicios de cada curso se inician con la elaboración del programa de necesidades de manera colectiva y consensuada en conjunto con las personas y organizaciones para las que se desarrollarán cada uno de los proyectos a realizar en cada uno de los niveles de la cátedra. En ese sentido cabe decir que cada curso cuenta con una entidad interlocutora con la cual se está colaborando, pensando y actuando en conjunto para la mejora de sus espacios desde dicha cooperación.
Allí damos inicio a lo que denominamos prácticas de la escucha, dado que consideramos de importancia prioritaria el ejercicio de la habilidad por la cual se llegan a dilucidar los discursos, deseos y necesidades de personas reales para traducirlos en verdaderos asuntos de orden espacial y técnico, intrínsecamente relacionados a la dimensión social del hábitat.
El contacto con personas y organizaciones con sus condicionantes y sus propias dificultades, provee de una práctica que la tradición de la formación académica ha desplazado desde sus orígenes, reemplazándolo por hipótesis ficticias no siempre muy verificables en la vida cotidiana.
El programa no viene dado de antemano, aquello que se proyectará es una construcción social y comunitaria consensuada durante el curso, cuya elaboración forma parte del aprendizaje de la profesión. Traducir las palabras en cosas es básicamente el núcleo de la actividad proyectual. La razón material de las construcciones se inicia con el ejercicio de la traducción, y en la representación que ella asume por parte de cada proyectista. En ese sentido, cada proyecto a resolver debiera llevar incorporado consigo el rango de sus condiciones de materialidad brindado por las disponibilidades presupuestarias, las condiciones ambientales y de contexto surgidas de la conversación con los referentes de la organización y la comunidad destinataria.
De esta manera se espera establecer las condiciones de trabajo inicial para cumplir con uno de nuestros objetivos como cátedra que es aplicar los conocimientos producidos en problemas ciertos, prestando colaboración a organizaciones que lo necesitan para mejorar las condiciones de los ambientes que habitan.
Proyecto
La instancia del ejercicio de la actividad proyectual se inicia con la tarea analítica de obras y proyectos referenciales de la tradición de la arquitectura en los diversos temas y problemas a desarrollar.
Consideramos que el análisis es una actividad imprescindible y eminentemente proyectiva en tanto que necesita intervenir y en cierta medida transformar sus objetos de estudio para dilucidar cómo éstos fueron hechos. Las obras arquitectónicas de referencia deben ser examinadas y deconstruidas para poder aprehender y ensayar cómo ha sido el camino de su producción. Esa labor interpretativa es una habilidad netamente proyectual que debe ser ejercitada para el desarrollo de las aptitudes de relacionalidad y comprensión de la estrecha vinculación entre el todo y las partes o entre la forma y la función de los elementos y los materiales conceptuales de la arquitectura. El análisis no es entonces una actividad descriptiva. Debe además elaborar puntos de acercamiento y separación con un cuerpo mayor de producciones en sus semejanzas y diferencias.
El proceso del proyecto se mueve entonces entre el análisis y la interpretación, entre las colecciones y sus conexiones.
En ese sentido resulta evidente considerar que el acercamiento al proyecto arquitectónico no puede ser separado del conocimiento de la arquitectura; de manera tan expuesta como comprender que la arquitectura se manifiesta en sus objetos. La arquitectura son sus obras. Estudiar arquitectura es, en consecuencia, el acto de estudiar obras con el foco puesto en la fase de su producción, de manera que nos permitan comprender modos de operar con los elementos y las herramientas de la disciplina.
Se busca así que a través del estudio de casos, junto con los conocimientos adquiridos con anterioridad, lxs estudiantes puedan construir un sistema de preferencias propio. Se espera que de esa manera puedan adoptar e inscribirse en alguna tradición arquitectónica que les permita aproximarse a una manera personal de proyectar y de emplear los procedimientos proyectuales.
Consideramos de esta manera que no existe una sola forma de proyectar. Por el contrario incentivamos a que cada estudiante construya su propia búsqueda en función del devenir de sus estudios y con el compromiso que, como acto comunicativo, sus decisiones proyectuales estén acompañadas de la argumentación y del sentido que permita hacer comprensible el qué y el cómo del proyecto.
Estos conceptos han sido ampliados y desarrollados con mayor extensión en el texto Acerca de la arquitectura y su aprendizaje, que opera como propuesta pedagógica del taller.
Construcción
El proceso de vínculo y comunicación con las organizaciones copartícipes, iniciado con las conversaciones que conducen luego a la definición del programa de necesidades, es continuado a posteriori con el avance del proyecto arquitectónico y sometido a diversos encuentros de revisión, de diálogo crítico y de validación.
Una vez concluida la entrega de los proyectos, esta etapa del trabajo se cierra habitualmente con una instancia de presentación pública de las propuestas en la que se ponen en consideración los trabajos, se evalúan sus ventajas y desventajas, y se seleccionan los proyectos más desarrolladas junto a las ideas que mejor han interpretado desde su arquitectura los objetivos a cumplir.
Es entonces cuando los representantes de la comunidad y el equipo docente definen el proyecto a materializar. En algunos casos es un solo proyecto que cumple con el objetivo planteado. En otras ocasiones se trabaja con las mejores ideas de varios trabajos, paro lo cual deberá definirse una versión de ajuste definitivo del proyecto.
La construcción en escala 1:1 de los proyectos producidos en el taller forma parte de una necesaria tarea de gestión dentro de las colaboraciones estipuladas con las entidades públicas y privadas y con los organismos de financiamiento respectivos. En algunos casos son materializadas íntegramente con los talleres de construcción colectiva de la cátedra, otras veces son construidos por grupos de trabajadores del barrio, otras son materializadas de manera mixta.
Los momentos destinados a la construcción ofrecen de antemano algunas dificultades. Una de ellas es hacer coincidir la duración de los cursos académicos con la cotidianeidad de la entidad y con los tiempos prolongados de una obra. Ese lógico desacople nos obliga a establecer estrategias de organización que permitan que el estudiantado aproveche igualmente la instancia constructiva. En ese sentido se incentiva a que los proyectos encarados desde el taller estén pensados para ejecutarse en etapas para así establecer la mejor opción de trabajo en cada caso.
Si bien en alguna oportunidad la secuencia organizativa del año es lineal y permite finalizar el año lectivo con el evento de construcción del proyecto trabajado, en otros casos la instancia de construcción se posterga y se produce de modo desfasado. La incertidumbre es parte del material de aprendizaje y permite considerar a las circunstancias, nunca repetibles, dentro de la capacidad de asimilación necesaria para afrontar desafíos habituales en la vida profesional.
Lo cierto es que a medida que los proyectos se suman, también se multiplican las alternativas de ejecución, lo que convierte al taller en un equipo cada vez más grande en donde los cursos se van sumando a la construcción de todos los proyectos en marcha.
Es así como hasta el momento estamos implementando dos formatos de organización para la producción de construcciones en verdadera magnitud: El Taller Integrado de Construcción Colectiva y Los Campamentos de Construcción Colectiva.
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De este modo se intenta abarcar la línea temporal completa del ciclo de producción de las obras de arquitectura.
Si en un esquema de ejercitación académica tradicional en las facultades de arquitectura sólo existe el período de la ejercitación proyectual como tiempo presente, donde el programa es una simulación desafectada que llega como un dato definido ficcionalmente concebido desde un pasado cercano y el acto de la construcción material es un hecho que queda en una situación indefinida junto a sus propias contingencias dentro de un futuro inicierto; en nuestro caso se intenta que programa, proyecto y construcción (pasado, presente, y futuro) formen parte de la línea temporal del campo de aprendizaje, incluyendo así la mayor cantidad de variables posible de una encomienda profesional en un curso de grado académico.
El curso está centrado en la formación inicial en las herramientas del proyecto haciendo hincapié sobre los aspectos instrumentales del reconocimiento y valoración de las obras de arquitectura, del análisis y la percepción del territorio y el paisaje y del dominio de las herramientas de la representación gráfica.
La propuesta para Arquitectura 1, está enmarcada conceptualmente en el proceso de encuentro con la imaginación material, articulando dos momentos complementarios de la formación y aprendizaje en la arquitectura: el momento de la iniciación -a través de la integración y la síntesis de conocimientos-, y el de la afirmación -desde la consolidación y demostración de un cierto dominio del proceso de diseño.
Durante este curso inicial se pretende incidir en la necesidad de “aprender a aprender”, estimulando esa actitud en lxs estudiantes, umbral indispensable en la construcción de conocimiento. Se propone lograr que el conocimiento adquirido sea significativo motivando el deseo de aprender, renunciando a modelos de aprendizaje repetitivo y a todo aquello que por no ser interrogado y problematizado se naturaliza para siempre. Al mismo tiempo, se plantea la necesidad de adentrarse en el proyecto, desde el entendimiento del mismo como construcción en el más amplio sentido de la palabra permitiendo con el apoyo de la teoría, el desarrollo de un sentido crítico y una maduración gradual y reflexiva en las distintas etapas del aprendizaje del proyecto en toda su complejidad.. (Leer más)
En este curso el objetivo está enfocado en la maduración del empleo de las herramientas del proyecto haciendo hincapié en el entrenamiento y la ejercitación de los aspectos instrumentales del diseño, vinculados con el desarrollo de la capacidad analítica aplicada en las obras de arquitectura, la representación gráfica adecuada a cada instancia de la documentación y la expresión del proyecto, y la construcción del espacio en tres dimensiones a través del trabajo de producción formal y estructural mediante el desarrollo de variaciones con maquetas y modelos tridimensionales.
La propuesta para Arquitectura 2, está enmarcada conceptualmente en el proceso de desarrollo de la imaginación material, desde la consolidación y demostración de un cierto dominio del proceso de diseño y del manejo de una diversidad de procedimientos proyectuales. (Leer más)
El curso de Arquitectura 3 está estructurado, en su organización y en la administración del tiempo, en torno al jury establecido por la facultad como instancia académica de nivelación entre todas las cátedras de proyecto.
En razón de ello el año se organiza a través de la construcción paulatina de un único proyecto de un edificio institucional de escala intermedia mediante trabajos prácticos con los cuales se atraviesa por todas las etapas de su desarrollo, propiciando con ello la maduración de lxs estudiantes para poder conceptualizar un edificio y llevarlo a su instancia de definición constructiva. En ese sentido se establecen varias etapas de ejercitación que van desde la construcción del programa mediante el análisis institucional en conjunto con la entidad destinataria, hasta la interacción constructiva con la cátedra de Materialización de Proyecto con la que se trabaja a la par. (Leer más)
La particularidad curricular de este curso radica en que, al no tener que responder a una instancia de jury como en los casos de A3 y PA, que alinea a toda la facultad en algunas formalizaciones en el uso del tiempo y de las ejercitaciones, permite proponerse algunas investigaciones con un poco más de libertad. Eso permite poder desarrollar proyectos con organizaciones y actividades de intercambio vinculadas con la construcción 1 en 1 con mayor grado de flexibilidad en el uso de las agendas y los formatos de estructuración de las clases. (Leer más)
El curso de Proyecto Urbano se propone como una investigación territorial a través de una escucha activa que permita entender el territorio a través de sus actores, realizando una lectura de contexto del área de estudio, a través de representaciones que permitan definir una matriz de observación de las problemáticas más urgentes del sitio y su situación relativa en las escalas metropolitana y regional. (Leer más)
El curso de Proyecto Arquitectónico se plantea como una continuidad con lo producido en Proyecto Urbano, en relación a la cuestión urbana y a los aspectos referidos a la inserción de un equipamiento comunitario en el territorio trabajado sobre la primera parte del año.
En Proyecto Arquitectónico se trabaja en el desarrollo del proyecto de un edificio complejo, de aproximadamente 3000m2. Durante el transcurso de la materia, el proceso proyectual se inicia con la producción de hipótesis proyectuales personales, a partir de preguntas guía que sirven para orientar la investigación y que permitan formular conceptualizaciones que se sumen a una discusión arquitectónica contemporánea. (Leer más)