Otrora, cuando el bípedo homínido dominó sobre la faz de la Tierra; fue una época como ninguna otra vista durante la larga historia de la vida terrestre.
Pero cuando el rumbo trazado en las estrellas por la humanidad se difuminó; un inesperado pero singular y cuasi convencional hilo de acontecimientos llevó a un pequeño grupo de artrópodos quelicerados alzarse ante sus contemporáneos. En un pasado distante, sus antepasados caminaron en las mismas playas y costas que los antiguos homínidos gobernantes del planeta; para después de su repentina desaparición, encontrar sus restos e intentar hallar el camino que trazaron entre las inmediaciones del cosmos.
El nuevo orden de la Tierra, regido ahora por descendientes del orden de los xifosuros, lograron establecer una civilización próspera que pronto dejaría atrás la búsqueda del poder absoluto y las diferencias individuales y territoriales, al encontrar misteriosos restos escondidos en las profundidades marinas y terrestres de Pangea Última, incluyendo su propio cielo sideral: cuando concibieron herramientas análogas a los telescopios, observaron cuasi un espejo entre las estrellas. Este descubrimiento de inmensas implicaciones cambió por completo su concepción de la naturaleza y el orden del universo; un planeta Marte totalmente diferente que el de hace 200 millones de años. Sin desiertos rojos, ni mares secos: ahora observado y admirado, como un gemelo espacial de la Tierra.
Los nuevos gobernantes del Brazo de Orión.
Conforme su influencia se fue expandiendo a lo largo del Brazo de Orión, para después continuar con toda la galaxia; aún el misterio que envolvía la desaparición de los antiguos gobernantes de la Tierra seguriría sin ser desvelado. No obstante, al encontrar restos, ruinas y monumentos de lo que alguna vez fueron dichas criaturas, lograron cautivar las mentes de los xifosuros sapientes para inspirarlos en continuar con la magistral tarea que dejaron sin concluir; crear mundos y dotarlos de vida. Vida que alguna vez existió en la Tierra incluso en tiempos distantes al surgimiento de la civilización artropoda. Vida que alguna vez caminó junto, y mucho antes, de la desaparecida civilización pero que, de la misma forma, logró cautivarlos para darles la oportunidad de volver a florecer.
Fue a partir de una idea, que surgió el más grande proceso visto por la galaxia. Forjas estelares de millares de kilometros de longitud se alzaron entre las inmediaciones oscuras del espacio, y con el poder absorbido de las estrellas se comenzaron a crear en masa grandes naves que, como el arca de Noé, navegarían a lo largo del cosmos para esparcir la vida en sistemas estelares vacios; donde el caos sería absorto por el orden natural de la vida en constante adaptación y evolución.
Mammalia
Artyodactila
Suidae
El cerdo domestico (Sus scrofa domesticus), también conocido como puerco, chanco, porcino, cochino, marrano y otra miríada de diversos nombres en nuestro idioma; por medio de la bioingeniería genética han podido ser devueltos tras la extinción a un nuevo mundo donde podrán diversificarse como nunca antes lo lograron en toda su historia.
Razas introducidas:
American yorkshire
Meishan
Kunekune
Black berkshire
Mangalica
Mulefoot
Sauropsida
Iguania
Phrynosomatidae
El género de lagartos Urosaurus, comúnmente llamados como lagartijas arborícolas; provenientes y adaptadas para ambientes semiáridos, estos pequeños inquilinos de los suinos tomarán importantes roles para la supervivencia y legado en la lucha por la supremacia de Sustopia.
Especies del género Urosaurus:
U. lathelai
U. ornatus
Testudines
Cheloniidae
El género de tortugas marinas Lepidochelys, incluye a la especie L. olivacea tambien conocida como Tortuga golfina, una de las más pequeñas pero más abundante de los oceános de hace 200 millones de años; ha sido traída de vuelta para continuar y observar su evolución en las aguas de Sustopia.
Especies del género Lepidochelys:
L. olivacea
Chondrichthyes
Batoidea
Myliobatidae
Las popularmente nombradas como rayas águilas de género Myliobatis, son un grupo de peces cartilaginosos que deambulan y surcan por las costas cercanas a las playas de Sustopia.
Especies del género Myliobatis:
M. freminvillei
M. californica
M. aquila
M. longirostris