2015. Presentación oficial de Umbral en la Ciudad de México. Esa noche hubo, además de esta obra, una improvisación de Gibrán Andrade . Los últimos días, antes de llegar a Oaxaca, había pensado en una obra que tendría distintas acciones grabadas en unos parlantes inalámbricos que estarían en distintos lugares del museo, haciendo de la obra, una especie de recorrido por la arquitectura del lugar, así como sus resonancias. Llegando a Oaxaca, me dí cuenta que no tenía tiempo para hacer la pieza, pues requería mucho mas cosas de lo que creía. Así que tuve que cambiar las acciones y delimitarlas a un solo espacio. Además no se grabarían, se ejecutarían en vivo. Las partes que integraban la pieza eran :
Improvisar con el feedback producido por una guitarra electrica y un amplificador de bajo.
Colocar distintos parlantes con ruido blanco, mostrando resonancias distintas en el espacio
Dar una instrucción a alguien del público (La instrucción era: Aplaude, camina y siente el cambio de resonancia en el espacio)
Al momento de hacerlo en vivo todo sucedió relativamente parecido a lo que dicen las partes. Sin embargo, al momento de entregar la instrucción al público, debido a la luz era imposible leer la instrucción. Es por eso que yo comencé a aplaudir. Pero en el momento exacto del primer aplauso, una persona de la audiencia comenzó a gritar en contra de lo que sucedía , diciendo que lo que sucedía era solamente ruido y que deshonrabamos al poema sobre los 43 desaparecidos que se encontraba en uno de los muros del espacio del museo. Al terminar de aplaudir, salí de la sala y el salió atrás de mi. Un evento afortunado.
El hecho es descrito en una entrevista en Ruido a Ciegas, conducido por Julian Bonequi en Radio CCD