Cónclave

¿Quién puede votar para elegir Papa? ¿Quiénes son los candidatos a Papa?

Los electores del Papa son los Cardenales. El Papa Pablo VI promulgó que el número de cardenales electores fuese 120, y la edad máxima 80 años. De todas formas este número de electores es siempre orientativo, ya que no se ha dado nunca ese número exacto.

De acuerdo con la práctica de la Iglesia, sabemos que cualquier cristiano varón puede ser elegido Papa (debe ser un hombre ya que en caso de no ser sacerdote cuando fuese nombrado, debería ser ordenado como tal, y la Iglesia no contempla la Ordenación Sacerdotal de mujeres).

En la práctica, el Papa suele ser elegido de entre los cardenales presentes en el Cónclave, aunque no se descarta la posibilidad de que sea elegido algún cardenal no elector o incluso algún obispo. Sin embargo, y conforme a la costumbre observada en los últimos siglos, el Romano Pontífice viene elegido de entre los participantes en el Cónclave.



El Cónclave

Cónclave.

El término cónclave viene del latín cum clavis, que significa "bajo llave"; esto es porque los cardenales electores deben estar encerrados y aislados del exterior hasta que se elija al Papa.

Misa Pro Eligendo Romano Pontífice


El Acto con el que se abre el Cónclave es la Misa Pro eligendo Romano Pontífice (Misa para pedir por la elección del Romano Pontífice), y en ella deben participar todos los cardenales electores.


Comienzo del Cónclave


Los cardenales van en procesión a la Capilla Sixtina. Una vez allí, los Cardenales hacen juramento público de elegir a la persona que en conciencia consideren más adecuada para gobernar a la Iglesia y juran también mantaner en secreto todo cuanto suceda en el proceso de elección. Antes de entrar en la Capilla Sixtina deben entregar todos los aparatos que los comuniquen con el exterior (móviles, tablets, ordenadores, etc.)

A continuación, el maestro de ceremonias del Papa, diciendo Extra Omnes, que significa Todos Fuera, cierra las puertas de la Capilla Sixtina, en la que quedan solamente los cardenales electores.


Las Votaciones y la Elección


Para que sea elegido válidamente un Papa, es necesario que haya obtenido dos tercios de los votos totales de la asamblea. Todos los días, a partir del segundo, se deberán hacer, mientras no sea elegido un nuevo Papa, dos elecciones por la mañana y dos por la tarde. Para hacer saber si se ha elegido Papa o no, en una estufa instalada en la capilla se queman las papeletas de la votación con un producto químico: si el humo de la chimenea es negro es que no hay papa (fumata nera) y si es blanco es que se ha elegido Papa (fumata bianca).

En el momento en el que algún candidato obtenga los dos tercios de los votos queda elegido como Papa; acto seguido, el Cardenal decano, le pregunta si acepta la elección canónica como Sumo Pontífice y cómo quiere ser llamado.

A continuación, todos los cardenales presentes se acercan uno a uno al Nuevo Papa para manifestarle su obediencia y fidelidad.



Inicio del Pontificado

El primero de los Cardenales diáconos anuncia al Pueblo, desde el Balcón central de la Basílica de San Pedro, que ha sido elegido Papa, quién es y qué nombre ha elegido. A continuación, el nuevo Papa sale al balcón y da la Bendicón Urbi et Orbe (que quiere decir a la ciudad, o sea a los allí reunidos, y a todo el Mundo).

En los días posteriores se procede a la ceremonia de Inicio del Pontificado. Se trata de un ritual muy significativo en el que se pone de manifiesto, a través de símbolos, la nueva etapa que comienza, así como su importancia para la Iglesia. Algunos momentos importantes de esta ceremonia son los siguientes:


- Imposición del Anillo del Pescador: Se le impone al nuevo Papa un anillo de oro con la Imagen de San Pedro (que era pescador) con el nombre del Pontífice. Antiguamente este anillo era con el que se sellaban los documentos que emitía el Papa, de ahí la tradición de que a la muerte de éste, el anillo fuese destruido.


- Imposición del Palio: El palio es una banda de tela de forma circular de la que cuelgan dos extremos más largos, uno por delante y otro por detrás. Va decorada con cruces, en el caso del papa, rojas. Es un símbolo de jurisdicción que usan todos los arzobispos, y quiere decir que son los obispos que mandan en un territorio determinado. El del Papa es diferente, ya que su poder se extiende por toda la Iglesia.