Como resulta del todo evidente, nuestros niños y niñas no desarrollan en exclusividad su capacidad, habilidades y estima hacia el amplio mundo matemáticos dentro de las paredes de la escuela.
La actividad del día a día, los entornos ricos en vivencias sensibles a su "medida" representan retos para alcanzar, práctica para afianzar, modelos donde proyectar deseos, momentos para compartir en familia.
Es por todos estos tesoros que se esconden fuera de la escuela que os invito a ofrecerles en casa recursos para acompañar el desarrollo matemático desde el juego, pudiendo manipular, y no exigiendo un resultado.
Y es por este motivo que un niño o niña que vive en un entorno donde los adultos cuidan su mundo matemático suele disfrutarlo de forma plena y crea una autoimagen positiva hacia este aprendizaje.
Cuando un niño puede asociar a un número como 89 una imagen mental que va más allá del símbolo numérico de dos dígitos, asociando a la cantidad que representa estructurada en base 10, tiene en su mente algo muy potente para poder transformar la cantidad empleando todas las operaciones básicas (sumas, restas, multiplicaciones, divisiones, potencias y raíces).
Al igual que muchas otras habilidades como la lectura, escritura, un deporte, una habilidad malabar ... Necesitan de cierta práctica para que se construyan nuevas estructuras mentales, corrijan estrategias menos hábiles, fortalezcan las estrategias mejores y tracen un camino personal donde la esencia de cada niño deje huella. El acompañamiento y disponibilidad de estos materiales dentro del entorno familiar enriquecerán la posibilidad de vivencias de forma significativa.
Llenar y vaciar recipientes de diferentes formas y capacidades con materiales diversos: harina, agua, arroz ... sostener el peso de los diferentes materiales en los mismos recipientes ... son prácticas básicas para la estimación de la capacidad de los diferentes objetos y el concepto de volumen.
Se trata de crear una tabla con números del 0 al 9, para poder practicar la suma y la resta. Dependiendo de la operación que quieras trabajar en cada momento podrás utilizar una variación u la otra.
Material y construcción del juego de cálculo mental en primaria
· cartulinas de distintos colores
· pegamento
· regla y lápiz
· rotuladores de colores
· velcro
· tijeras
Con el material anterior debes construir una cuadrícula regular de 1,5 x 1,5 cm, y rellenarla con números del 0 al 9. Para que sea más alegre los puedes hacer de distintos colores, tal y cómo se ve en la fotografía.
Con el material que tienes crea un dado y escribe en cada una de ellas las dos operaciones que practicaréis: suma y resta. Se puede poner sólo una operación: la suma.
Si quieres también puedes utilizar un dado que tenga las caras vacías, en vez de construir uno.
Se juega por parejas.
El primera persona tira el dado y mira la operación que ha obtenido. A continuación tú le debes decir o enseñar un número y ellos lo tendrán que obtener como combinación de números del tablero, ayudados de la operación que han obtenido. Para hacerlo podrán utilizar entre dos y cuatro números.
Por ejemplo, imagínate que han obtenido un +. Entonces tú les dices el número 23. Ellos pueden obtener el 23 de distintas maneras, según los números que queden libres en el tablero: 9+9+5, 8+8+7, 5+5+5+8,…
Los números del tablero que ya hayan utilizado los taparán con una ficha de su color.
Puede llegar el momento en que no se puedan realizar más operaciones porque los números que quedan libres en el tablero ya no se pueden usar para la operación que debemos realizar, o bien, que se usen todos. Todo ello depende de los resultados y las distintas operaciones que llevéis a cabo.
Para el juego solo necesitarás:
· Una huevera de 12 huevos
· Palitos de madera
· Rotulador de colores
Primero tendrás que hacer unos agujeros en la parte inferior de la huevera. Más tarde será la parte superior ya que deberás girarla.
En uno de los lados de cada agujero, deberás escribir un número (dependiendo el momento de maduración en el que se encuentre tu peque). A continuación, escribe en los palitos de helado una suma por cada uno de los números que has escrito en las hueveras.
Una de las prioridades de la enseñanza de las matemáticas en la Primaria es ayudar a los niños y a las niñas a desarrollar su cálculo mental y qué mejor manera de hacerlo que a través del juego.
Su fabricación es sencilla y el resultado puede ser muy atractivo.
Objetivos y contenidos que se trabajan:
– Realizar sumas sin llevar y llevando.
– Componer números con dados.
– Situar objetos en una recta numérica.
Materiales:
– Un tablero. Una poquita paciencia para construirlo.
– Un dado grande para las decenas y uno pequeño para las unidades.
– Un coche para cada persona. Las plantillas de coches se pueden sacar de internet o jugar con otros objetos, como animales, que tengáis por casa.
El tablero está formado por seis carriles en los que se colocará cada coche. Los carriles están marcados por líneas que van del 0 al 100.
El objetivo del juego consiste en llegar a la otra parte del recorrido.
Por orden, cada jugador lanzará los dados y colocará el morro de su coche, u otro objeto, en la línea que represente el número obtenido. Al siguiente turno volverán a lanzar los dados y tendrán que sumar el número obtenido en la posición donde está situado el coche. El juego requiere de realizar sumas mentalmente con cierta soltura, si no está en ese momento, siempre es recomendable utilizar un material manipulativo como soporte.
Por ejemplo los palillos o regletas (lo explico en otro documento llamado mayor, menor que propuesta)
El coche gris ha sacado un 2 con el dado grande y un 3 con el dado pequeño, entonces sitúa su coche en el número 23. Para conseguir llegar al otro lado se tiene que llegar al número 100 con una puntuación exacta. Si el número obtenido se pasa de 100 el coche no podrá moverse de donde está. Los participantes, a medida que van acercándose a la meta, podrán decidir si quieren tirar los dos dados o solo los de las unidades, evitando así pasarse con el número obtenido y aproximarse poco a poco.
Os dejo un documento Word para que podáis imprimir el dominó de sumas, uno con sumas y otro vacío para que podáis decidir qué os interesa poner.
Quién tiene la mayor suma.
Es un juego para dos jugadores.
Se decide el criterio del juego, por ejemplo, gana quién tiene la mayor suma. Puede ser otro.
Se ponen todas las piezas del dominó boca abajo y en el centro de la mesa. Cada jugador toma una pieza al mismo tiempo y les dan la vuelta. Cada uno suma los puntos de su pieza. Si por ejemplo uno levantó el 2-4 y otro el 3-4 obtendrán respectivamente 6 y 7.
En este caso ganará el segundo jugador, que se quedará con las dos piezas. En caso de empate, cada uno se queda con su ficha. El juego continua hasta que se acaban todas las piezas del dominó. El ganador será la persona o el equipo que más piezas de dominó tenga al final.
Variaciones para hacer matemáticas con un dominó.
– Se puede jugar a ver quién tiene la menor suma.
– Se puede jugar a la mayor o menor resta.
Seguramente por las redes sociales habrás visto más de una vez un problema igual o similar a este. Son muy entretenidos y a la vez sorprendentes.
Me gusta porque son problemas que en cierta manera están abiertos: a priori, si nadie nos lo dice, no sabemos la solución por lo que si comparamos nuestra respuesta con las de otras personas seguro que se iniciará un debate.
También es un problema que se puede plantear con distinto grado de profundidad.
Cuando se lo presentemos a los niños y las niñas, debemos:
- Valorar cualquier resultado posible, no importa sino llegan al número total de cuadrados.
- Animarlos a que expresen cómo lo han hecho.
- Pedirles que expliquen cuál ha sido su método de conteo (si veis que están preparados)
Por cierto, ¿cuantos has encontrado tú? Te lo dejo como problema propuesto. Una pista: la clave está en el recuento sistemático.
Es bastante sencillo crear problemas de este estilo. Solo tienes que dibujar un polígono y mediante líneas dividirlo.
La dificultad del problema residirá en el número de líneas que tenga la figura. Puedes preguntar cuántos cuadrados, triángulos, cuadriláteros (les costará más), etc
Con unas simples fichas y una cuadrícula puedes hacer decenas de problemas. Para estas edades es preferible que los niños y las niñas puedan usar materiales manipulativos pero luego se pueden resolver sin material.
La idea es darles una cuadrícula, unas fichas y una tarjeta con un modelo donde se indica la posición inicial de las fichas.
Ellos deben pensar cómo, moviendo únicamente el número de fichas que se indica en la tarjeta, construir una figura simétrica (respecto a la línea amarilla)