Salud mental en tiempos de pandemia

Las rutinas nos permiten estructurar nuestra vida y poner los límites que fueron eliminados. Cosas tan simples como ducharse y vestirse afectan el estado emocional que tenemos. Es una forma de decirle al cuerpo “ahora empieza el día”. Así mismo, ponernos pijama es una forma de decirle al cuerpo que ya es momento de descansar.

Otro motivo de por qué son tan importantes las rutinas, es para evitar que nuestras actividades se mezclen. Para esto no basta establecer tiempos de estudio y tiempos de ocio, sino respetarlos. Si voy a ponerme a estudiar para un ramo durante una hora, entonces me voy a poner a estudiar para ese ramo durante una hora. Voy a considerar que necesito un tiempo para preparar mi espacio y tener todo listo para mi estudio. Si se que tengo memoria visual, voy a conseguir antes los destacadores que voy a necesitar y voy a respetar mi tiempo de estudio.

Al igual que con el tiempo de estudio, también voy a respetar mi tiempo de ocio. Si voy a ver tele o una película en Netflix, voy a respetar ese espacio también y no me voy a dedicar a estudiar ni a estar respondiendo dudas que tengan que ver con la universidad, porque ya tendré otro momento para poder dedicarme a eso.

¿Qué pasa si no respeto esto? Cuando estoy viendo mi serie voy a estar sintiéndome culpable porque en verdad debería estar trabajando, o viceversa, cuando esté estudiando voy a estar pendiente de otras cosas.

La separación de espacios depende totalmente del espacio que dispongamos. Se vincula también con el punto recién mencionado, en el sentido de que nos ayuda a poner los límites de las actividades que debemos hacer. Quienes tengan la oportunidad, traten de definir espacios distintos según las actividades que vayan a realizar.

Hagan lo posible para evitar estudiar en su pieza, y si deben hacerlo, hagan lo posible para evitar estudiar en la cama. Consideren la cama como su espacio sagrado de relajo. Está comprobado que, si uno trabaja o estudia en la cama, después cuesta mucho descansar en la cama. Las consecuencias de esto es que cuando estemos estudiando en la cama, vamos a querer descansar, y viceversa.

La comunicación es fundamental en estos tiempos. Comunicación con los amigos, compañeros, con la universidad, profesores y familia. A veces uno cree que es mejor no decir nada para no molestar, para no ser una carga ni sentirse como estorbo. Sin embargo, a los amigos les gusta ayudar a los amigos, porque a los amigos les gusta que sus amigos estén bien. Cuando uno ayuda a una persona, cuando uno escucha al otro y es capaz de decirle “estoy aquí”, “todo va a salir bien”, “pase lo que pase tienes mi apoyo”, uno también se siente bien, se siente útil. No podemos solucionar los problemas de todo el mundo, pero sí podemos acompañarlos en su malestar, y sólo eso ya es algo super importante. Acompañar.

La comunicación con la familia también es super importante, sobretodo para quienes en este momento están viviendo la cuarentena con sus familias. Comunicación del malestar que podamos sentir, pero también de la dinámica familiar que se lleva a cabo en estos momentos. Es importante avisar si por ejemplo tenemos una prueba o una clase, para así tratar de evitar interrupciones.