"'Bolita' landrace maize" by CIMMYT is licensed under CC BY-NC-SA 2.0
Responsable de este objetivo
Alejandra Diabb
@alequierevolar
Relación del ODS 12 con otros ODS Imagen: Gobierno de México
Imagenes: Protrash.mx
Aplicar el Marco Decenal de Programas sobre Modalidades de Consumo y Producción Sostenibles, con la participación de todos los países y bajo el liderazgo de los países desarrollados, teniendo en cuenta el grado de desarrollo y las capacidades de los países en desarrollo.
Dar seguimiento a los compromisos adquiridos con el CEC y otras instancias internacionales.
Actualizar y/o dar seguimiento a los programas y estrategias generadas en administraciones anteriores para generar las políticas necesarias en materia de CPS relacionada a la erradicación de la pobreza y la PDA, la valorización y aprovechamiento de los residuos y el manejo integral y sustentable de los recursos naturales.
Conseguir oportunidades de cooperación internacional para la transferencia de tecnología y conocimiento en materia de CPS para diferentes actores sociales.
De aquí a 2030, lograr la gestión sostenible y el uso eficiente de los recursos naturales.
Invertir en la prevención de la degradación ambiental.
Implementar modelos de agricultura regenerativa que permitan el uso eficiente de los suelos y recursos hídricos apropiados a los ecosistemas en los que se produce.
Fortalecer las capacidades comunitarias para la autogestión de sus recursos, apoyar los proyectos productivos y el comercio local.
De aquí a 2030, reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita mundial en la venta al por menor y a nivel de los consumidores y reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha.
Evaluar e implementar mejores prácticas agrícolas encaminadas a la producción eficiente y las actividades post cosecha para reducir la merma.
Evaluar e implementar mejores prácticas a las actividades de los sectores industrial, comercial e institucional (ICI).
Restringir el desperdicio de alimentos en todos los negocios y empresas dedicadas a la comercialización de alimentos (crudos o preparados) facilitando esquemas para la donación de alimentos en buen estado y el composteo de los residuos.
De aquí a 2020, lograr la gestión ecológicamente racional de los productos químicos y de todos los desechos a lo largo de su ciclo de vida, de conformidad con los marcos internacionales convenidos, y reducir significativamente su liberación a la atmósfera, el agua y el suelo a fin de minimizar sus efectos adversos en la salud humana y el medio ambiente.
Resolver las ambigüedades respecto a la clasificación de los residuos y las atribuciones de los niveles de gobierno.
Fortalecer las capacidades de vigilancia y sanción de las instituciones correspondientes.
Prohibir a nivel federal la minería tóxica y sancionar a las empresas que no cumplan con los objetivos de la sostenibilidad y la no contaminación (NAU, Acuerdo de París y Marco de Sendai).
De aquí a 2030, reducir considerablemente la generación de desechos mediante actividades de prevención, reducción, reciclado y reutilización.
Prohibir los plásticos de un solo uso, incluyendo todos aquellos que no puedan ser comprobablemente compostados domésticamente.
Implementar un sistema de etiquetado que refleje el nivel de circularidad y comercio justo de todos los productos, incluyendo su huella hídrica y de carbono.
Implementar la separación de residuos desde la fuente para facilitar la gestión adecuada.
Establecer centros de recuperación de residuos de manejo especial y peligrosos generados domésticamente.
Invertir en infraestructura para el aprovechamiento de residuos.
Emprender y apoyar programas de educación y capacitación en escuelas y comunidades para la sostenibilidad, la prevención, reducción, reciclado y reutilización de materiales (NAU y Acuerdo de París).
Alentar a las empresas, en especial las grandes empresas y las empresas transnacionales, a que adopten prácticas sostenibles e incorporen información sobre la sostenibilidad en su ciclo de presentación de informes.
Exigir la implementación de modelos circulares a los grandes generadores, que garanticen la reducción de la generación de residuos, el máximo aprovechamiento de los recursos, la recuperación de los ecosistemas explotados y la compensación de las emisiones y contaminantes inevitables.
Incluir en la normatividad de Responsabilidad Social de las empresas, adoptar, informar y difundir entre la población las prácticas sostenibles que realizan y sus resultados.
Extender la responsabilidad de los productores y generadores de materiales de procesamiento difícil para que generen esquemas de recuperación de los empaques y embalajes de sus productos.
Promover prácticas de adquisición pública que sean sostenibles, de conformidad con las políticas y prioridades nacionales.
Solicitar a los proveedores sus esquemas de circularidad y reporte de sustentabilidad como requisito para participar en las licitaciones.
Tener en cuenta también las prioridades locales, con transparencia y rendición de cuentas.
De aquí a 2030, asegurar que las personas de todo el mundo tengan la información y los conocimientos pertinentes para el desarrollo sostenible y los estilos de vida en armonía con la naturaleza.
Promover espacios de participación, de intercambio de opiniones y de toma de decisiones con la participación de especialistas, organizaciones de la sociedad civil con representación paritaria de mujeres y hombres y autoridades municipales y estatales. (NAU).
Incluir la Educación Ambiental en todos los niveles educativos y solicitar a las empresas, negocios y gobiernos la impartición de temas ambientales en la currícula de capacitación de los empleados.
Promover y facilitar el intercambio de conocimientos comunitarios.
Ayudar a los países en desarrollo a fortalecer su capacidad científica y tecnológica para avanzar hacia modalidades de consumo y producción más sostenibles.
Promover y apoyar con recursos, proyectos de economía social y solidaria con apoyo de especialistas e instituciones gubernamentales que promuevan la sostenibilidad y que atiendan las necesidades particulares de las mujeres en comunidades urbanas y rurales.
Promover la investigación y desarrollo con enfoque al CPS.
Establecer acuerdos de colaboración para la capacitación en técnicas de CPS.
Elaborar y aplicar instrumentos para vigilar los efectos en el desarrollo sostenible, a fin de lograr un turismo sostenible que cree puestos de trabajo y promueva la cultura y los productos locales.
Difundir y promover el apego a los cinco principios del turismo sostenible de la Organización Mundial de Turismo, alineados con los ODS. 1. Que no contribuya a la desigualdad y a la polarización social, que no promueva la discriminación o la construcción de enclaves y que tenga en cuenta la sostenibilidad social en las comunidades receptoras. Que no promueva la especulación inmobiliaria y desde luego, que combata el lavado de dinero. 2. Inclusión social, empleo y reducción de la pobreza. Que contribuya a resolver el grave problema de la inseguridad social, el desempleo o empleo mal pagado, sin prestaciones y la pobreza, en donde se contemple la protección a las mujeres y a los niños y niñas de manera particular. 3. Eficiencia de los recursos, protección del medio ambiente y cambio climático, en particular, la disponibilidad del agua para todos. 4. Que no destruya los valores culturales de las comunidades receptoras y que sirva, por el contrario, para revitaliza actividades y costumbres tradicionales. Que promueva el empoderamiento y fortalezca el orgullo de la pertenecia en las comunidades y sensibilice a la población respecto al valor del patrimonio y, al mismo tiempo, promueva la diversidad cultural y el respeto a la diversidad. Y 5. Que promueva el entendimiento mutuo, la paz y la seguridad.
Solicitar a las empresas del sector la presentación de planes y reportes de sustentabilidad.
Racionalizar los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles que fomentan el consumo antieconómico eliminando las distorsiones del mercado, de acuerdo con las circunstancias nacionales, incluso mediante la reestructuración de los sistemas tributarios y la eliminación gradual de los subsidios perjudiciales, cuando existan, para reflejar su impacto ambiental, teniendo plenamente en cuenta las necesidades y condiciones específicas de los países en desarrollo y minimizando los posibles efectos adversos en su desarrollo, de manera que se proteja a los pobres y a las comunidades afectadas.
Contar con mecanismos de seguimiento y de evaluación, con transparencia y rendición de cuentas y mecanismos de reajuste en el manejo de los combustibles fósiles que garanticen la sostenibilidad.
Transparentar el origen y aplicación de dichos subsidios y generar estrategias para su reducción.
Se entiende por consumo y la producción sostenibles o CPS “El uso de servicios y productos conexos que den respuesta a las necesidades básicas y aporten una mayor calidad de vida, reduciendo al mismo tiempo al mínimo el uso de recursos naturales y de materiales tóxicos así como las emisiones de desechos y de sustancias contaminantes durante el ciclo de vida del servicio o producto con el fin de no poner en riesgo la satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras”. -Ministerio de Medio Ambiente de Noruega,Simposio de Oslo, 1994.
El CPS consiste en fomentar el uso eficiente de los recursos y la eficiencia energética, infraestructuras sostenibles y facilitar el acceso a los servicios básicos, empleos ecológicos y decentes y una mejor calidad de vida para todos. Su aplicación ayuda a lograr los planes generales de desarrollo, reducir los futuros costos económicos, ambientales y sociales, aumentar la competitividad económica y reducir la pobreza. (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, 2010, 64)
Tiene tres objetivos principales:
Desvincular el crecimiento económico de la degradación del medio ambiente. Hacer más y mejores cosas con menos recursos, incrementando las ganancias netas de bienestar de las actividades económicas mediante la reducción de la utilización de los recursos, la degradación y la contaminación durante todo el ciclo de vida, logrando al mismo tiempo una mejor calidad de vida.Producir y consumir dentro de la capacidad de regeneración de los ecosistemas naturales.
Aplicar el “enfoque de ciclo de vida”. Incrementar la gestión sustentable de los recursos y alcanzar la eficiencia en el uso de los mismos tanto en la fase de producción como en la de consumo; incluyendo la extracción de los recursos, la producción de insumos intermedios, distribución, mercadotecnia, uso, disposición y reutilización de productos y servicios.
Aprovechar las oportunidades para países en desarrollo y “leapfrogging”. Contribuir a la erradicación de la pobreza y al logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio mediante la creación de nuevos mercados y empleos empleos dignos relacionados a la gestión eficiente de los recursos que a su vez genere bienestar. También permite saltar hacia tecnologías eficientes, ecológicas y competitivas (UN Environment Programme, 2017)
Vínculo entre crecimiento económico y degradación ambiental
El aumento del Producto Interno Bruto (PIB) de las últimas décadas ha sido paralelo a la generación de residuos sólidos, las emisiones de gases de efecto invernadero, la descarga de aguas residuales y el consumo doméstico, mientras que los bosques y selvas se han ido reduciendo. Para asegurar el bienestar generalizado y duradero es necesario desvincular el crecimiento económico del deterioro ambiental (Arroyo-Currás, 2020, 93)
En 2019 la suma de los costos por el agotamiento de los recursos naturales y la degradación ambiental o Producto Interno Neto Ajustado Ambientalmente (PINE) resultó al 4.5% del PIB, equivalente a 1,096,970 millones de pesos. Ese mismo año se invirtieron 104,433 millones de pesos en los gastos de protección ambiental (GPA), 0.45% del PIB (INEGI, 2020). Entre 2003 y 2019 la inversión en este rubro no ha alcanzado el 1% del PIB y lleva una tendencia a la baja desde 2012 (SEMARNAT, n.d.).
Déficit ambiental
México tiene una huella ecológica de 339,000,000 hectáreas globales (hag) que lo posiciona en el lugar número 9 del ranking mundial; con una huella ecológica por persona de 2.6 hag contra una biocapacidad de 1.1hag per cápita, México cuenta con un déficit ecológico de -1.5 hag (Footprint Network, 2021).
La expansión de las zonas agrícolas y de pastoreo, la minería y el crecimiento urbano desordenado y acelerado ha causado la pérdida del 27.5% de los bosques, 42.5% de las selvas, 39.8% de pastizales y 10.3% de matorrales, un total equivalente a aproximadamente el 50% de la cobertura vegetal original de México (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, 2019, 24). Esta pérdida además de implicar la pérdida de biodiversidad, emisión de gases de efecto invernadero, pérdida de fertilidad, erosión del suelo y alteraciones al ciclo hidrológico, conducen a la espiral de pobreza–degradación ambiental (Rosas Pérez et al., 2006, 18).
De los suelos destinados a actividades productivas el 68.4% presenta degradación; el 46.9% se debe a la degradación química, relacionada principalmente al uso de fertilizantes. (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, 2019, 24)
Residuos
RSU
En 2017 se generaron 44.6 millones de toneladas de Residuos Sólidos Urbanos (RSU), en México, al igual que en otras partes del mundo, la generación de RSU tiende a incrementar a la par del incremento del PIB y del gasto del consumo final privado, así como al proceso de urbanización.
Entre 2010 y 2016, la recolección fluctuó entre el 78 y el 87% de los residuos generados (SEMARNAT, 2018) y 70% de los residuos sólidos urbanos son dispuestos en rellenos sanitarios (SEMARNAT, 2020, 274 pp.). Según datos de la Encuesta Intercensal 2015 el 79.4% de las viviendas entregan su basura a un camión o carrito de basura, 6.5% la colocan en un contenedor o basurero público, 12.3% la queman o entierran y 1.3% disponen de ella en otro sitio. La encuesta también reveló que en 44 de cada 100 viviendas se separan los residuos; el Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegacionales indica que hasta 2016 15% de la recolección de desechos en el país era selectiva.La recolección separada de residuos se realiza en 144 municipios, de 23 entidades federativas y en las 16 demarcaciones territoriales de la Ciudad de México (SEMARNAT, 2020, 274 pp.).
En 2012 el 9.6% de los residuos generados se reciclaron. La composición de los residuos está conformada por un 31.56% de residuos susceptibles de aprovechamiento, 46.42% de residuos orgánicos y 22.03% a “otros residuos”. Durante el periodo 2013-2018 se financiaron 346 proyectos de gestión de residuos por un total de $2,373’100,784.00. 44.59% de estos recursos se empleó en maquinaria, construcción, ampliación, rehabilitación o clausura y saneamiento de rellenos sanitarios; para equipamiento del sistema de recolección 24.58%, 16.07% para instalaciones de aprovechamiento de residuos y para maquinaria para diversas instalaciones 7.16%. El costo del manejo de los RSU es, en promedio, $434.00 por cada tonelada recolectada; y $122.00 por tonelada dispuesta. (SEMARNAT, 2020, 274 pp.)
RME
De acuerdo a lo establecido en la Ley general para la prevención y gestión integral de residuos (LGPGIR), publicada en 2003, los residuos generados por las actividades productivas y de servicios se clasifican como Residuos de Manejo Especial (RME) además de los RSU generados en gran volumen. Esta clasificación ha dado lugar a situaciones técnicamente ambiguas que impiden generar un diagnóstico preciso de la gestión de estos residuos, la aplicación adecuada de la norma NOM–161–SEMARNAT–2011 y la LGPGIR (SEMARNAT, 2020, 274 pp.).
RESIDUOS PELIGROSOS
Se consideran residuos peligrosos aquellos que tienen características corrosivas, reactivas, inflamables o tóxicas; están listados en la NOM-052-SEMARNAT-2005 y pueden generarse por actividades industriales, agrícolas y domésticas (PROFEPA, 2014).
A 2017 se reporta que 115,158 establecimientos generan 2,447,596.58 toneladas anuales de residuos peligrosos. El número de establecimientos que reportan generación de residuos peligrosos apenas llega a un 2% del total de unidades económicas en el país; considerando la definición establecida en la LGPGIR, prácticamente todos los establecimientos comerciales, de servicios o de manufactura generarían residuos peligrosos.
Los denominados grandes generadores, personas físicas o morales que generen unacantidad igual o superior a 10 toneladas de peso bruto total de residuos peligrosos al año, son responsables por el 94.7% de los residuos peligrosos generados; el 4.7% es de los pequeños generadores, personas físicas o morales que generen entre 400 kg y 10 toneladas, y 0.6% de los microgeneradores, que son establecimientos que generen hasta 400 kg de residuos peligrosos anuales. (SEMARNAT, 2020, 274 pp.)
Pérdida y Desperdicio de Alimentos (PDA)
Anualmente se desperdicia el 34% de la producción nacional de alimentos, equivalente a 20.4 millones de toneladas, contabilizado en más de 400 mil millones de pesos. La generación de desechos orgánicos implica un costo anual superior a 25 mil millones de dólares. Se malgastan 39,000 millones de litros de agua y se emiten gases de efecto invernadero (GEI) equivalentes a 14 millones de autos debido a la PDA (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, 2019, 29 pp.). La PDA más significativa tiene lugar en las primeras etapas de la cadena de abasto alimentaria pero se ve influido por las actividades de los sectores industrial, comercial e institucional (ICI) en sus etapas de producción y consumo (CCA, 2017, 52 pp.).
El indicador de carencia por acceso a la alimentación (CAA) señaló que en 2016 un 20.1% de la población vive inseguridad alimentaria severa y moderada; ese mismo año la desnutrición y deficiencias nutricionales se posicionaron entre las principales causas de mortalidad infantil. Por otra parte, cerca del 73 % de la población mexicana padece sobrepeso, en 2016, un tercio de la población infantil y adoloscente presentó sobrepeso y obesidad. La falta de disponibilidad y accesibilidad de alimentos con alto contenido energético y bajo costo, y de tiempo para comprar, seleccionar y preparar alimentos son factores de la pérdida de cultura alimentaria tradicional que exacerba los problemas antes mencionados. (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, 2019, 26 pp.).
CPS y la Pandemia
La humanidad ya demanda de la naturaleza más de lo que los ecosistemas pueden regenerar (Global Footprint Network, 2021); esta demanda de expansión en la superficie terrestre del planeta significa que, hoy, la actividad humana ha alterado casi el 75% de la superficie de la Tierra, orillando a la vida silvestre y a la naturaleza a una decreciente esquina (UN News, 2020).
La COVID-19 es un virus atribuido a la interferencia humana, como la deforestación, invasión de hábitats naturales y pérdida de biodiversidad (UN Environment Programme, 2020). Considerando que la salud de nuestro planeta juega un importante papel en la propagación de enfermedades zoonóticas, es decir, enfermedades que se originan por la transferencia de patógenos de animales a humanos. Al invadir ecosistemas frágiles, ponemos a la humanidad en mayor contacto con la vida silvestre; el comercio ilegal de vida silvestre y los mercados húmedos son causas frecuentes de este tipo de enfermedades. Cerca del 75% de las enfermedades nuevas y contagiosas son zoonóticas y provocan alrededor de mil millones de casos de enfermedades y muertes cada año.
La recuperación post pandemia requiere de construir una “economía diferente” que incluya una gestión prudente de la naturaleza y de la que surja una nueva forma de vida puesto que la salud de las personas y la del planeta son la misma (UN News, 2020).
Es necesario reconocer la conexión que el CPS tiene con temas de suma importancia para México como es la reducción de la pobreza, la seguridad alimentaria, la disponibilidad y acceso al agua y el adecuado aprovechamiento de los recursos naturales.
El seguimiento a los programas y estrategias elaboradas en administraciones anteriores es representa un área de oportunidad, puesto que ya se han invertido recursos en elaborarlos, tal es el caso de la Estrategia Nacional de Producción y Consumo Responsable publicada en 2013 para la cual no se encontró ningún reporte de avance, a pesar de estar listada como Programa/ Compromiso ante la Comisión para la Cooperación Ambiental (Commission for Environmental Cooperation, CEC) (CCA, 2017, 52).
En lo que respecta a la desvinculación entre el crecimiento económico y la degradación ambiental, México debe prestar especial atención al doble reto que implica el espiral pobreza-degradación; el incremento del PIB es insostenible ante el déficit ambiental, simplemente porque cada vez hay menos recursos que explotar, lo que conduce una menor generación de ingresos.
La gestión adecuada de los residuos también presenta grandes áreas de oportunidad. La valorización de los residuos tiene amplio potencial para la generación de energía y la recuperación de materias primas; ofrece la oportunidad de generar empleos verdes y dar paso a industrias limpias e innovadoras que formen parte de la economía circular. Para ello hace falta resolver las ambigüedades en la clasificación de los residuos, establecer claramente las atribuciones, alcances y responsabilidades de cada nivel de gobierno, asignar los recursos necesarios para garantizar la vigilancia y cumplimiento de la ley, e invertir en la infraestructura que promueva y facilite los procesos de recolección, aprovechamiento y disposición de los residuos.
México debe erradicar la PDA. El CONEVAL señala que se produce suficiente alimento y que el problema es cuestión de acceso (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, 2019, 26 pp). Es preciso trabajar coordinadamente en todas las etapas de la cadena productiva, prestando especial atención a la etapa de producción, puesto que la pérdida de biodiversidad se debe en gran medida a la agricultura (CCA, 2017, 52 pp)
La recuperación post covid debe estar intrínsecamente ligada a la protección de los ecosistemas y a la gestión sostenible de los recursos naturales. La visión de desarrollo ya no puede quedarse solo en lo económico, puesto que sin agua limpia, suelo sano y aire puro no tendrá lugar ninguna actividad.
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. • Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente. • Ley General para la Protección y Gestión Integral de los Residuos. • Reglamento Ley General para la Protección y Gestión Integral de los Residuos. • SEMARNAT
15.6 millones de hectáreas de bosques y selvas, de 66 millones de hectáreas, se encuentran bajo manejo forestal sustentable (CONAFOR, 2017).
Se estima que anualmente se desperdicia 34.5% de la producción total de alimentos (más de 20 millones de toneladas de alimentos; Banco Mundial, 2017).
Los alimentos que se desperdician serían suficientes para alimentar de manera adecuada a 7.4 millones de mexicanos.
Anualmente se generan aproximadamente 42.9 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos; sólo se recicla 9.6% (SEMARNAT, 2010).
70% de los residuos sólidos urbanos son dispuestos en rellenos sanitarios (INEGI, 2016).
15% de los residuos se envía a tiraderos a cielo abierto no controlados; representan focos de infección y contaminación ambiental (Diagnóstico Básico para la Gestión Integral de los Residuos, 2012).
Calcularlos a la brevedad.
En todo aquello que se refiera a personas, construirlos desagregados por sexo, edad y territorio.
12.2.2 Consumo material interior en términos absolutos, consumo material interior per cápita y consumo material interior por PIB.
12.2.1 Huella material en términos absolutos, huella material per cápita y huella material por PIB.
12.4.2 Desechos peligrosos generados per cápita y proporción de desechos peligrosos tratados, desglosados por tipo de tratamiento.
12.5.1 Tasa nacional de reciclado, toneladas de material reciclado.
12.6.1 Número de empresas que publican informes sobre sostenibilidad.
12.b.1 Número de estrategias o políticas de turismo sostenible y de planes de acción implantados que incluyen instrumentos de seguimiento y evaluación acordado.s
12.c.1 Cuantía de los subsidios a los combustibles fósiles por unidad de PIB (producción y consumo) y como proporción del total de los gastos nacionales en combustibles fósiles.
12.1.1 Número de países con planes de acción nacionales de consumo y producción sostenibles incorporados como prioridad o meta en las políticas nacionales
12.3.1 Índice de la pérdida mundial de alimentos.
12.4.1 Número de partes en los acuerdos ambientales multilaterales internacionales relacionados con los desechos peligrosos y otros productos químicos, que cumplen sus compromisos y obligaciones de transmitir información como lo exige cada acuerdo pertinente.
12.7.1 Número de países que aplican políticas de adquisiciones públicas y planes de acción sostenibles.
12.8.1 Grado en que i) la educación cívica mundial y ii) la educación para el desarrollo sostenible (incluida la educación sobre el cambio climático) se incorporan en: a) las políticas nacionales de educación; b) los planes de estudio; c) la formación del profesorado y d) la evaluación de los estudiantes.
12.a.1 Cantidad de apoyo en materia de investigación y desarrollo prestado a los países en desarrollo para el consumo y la producción sostenibles y las tecnologías ecológicamente racionales.
SEMARNAT 2020
CCA, 2017
Arroyo-Currás, T. (2020). Rumbo a Estilos de Vida Sostenibles Curso de Acción para el Desarrollo de un Consumo Responsable en México al 2030 (Informe Técnico). Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/625280/Hoja_de_ruta_EVS.pdf
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1. tr. Someter un material usado a un proceso para que se puedavolver a utilizar.
2. tr. Dar formación complementaria a profesionales o técnicospara que amplíen y pongan al día sus conocimientos.
3. tr. Dar una nueva formación a profesionales o técnicos para queactúen en otra especialidad.
4. tr. Tecnol. Someter repetidamente una materia a un mismo ciclo, para ampliar o incrementar los efectos de este.
1. adj. Perteneciente o relativo a la evolución.
evolución
Del lat. evolutio, -ōnis.
1. f. Acción y efecto de evolucionar.
2. f. evolución biológica.
3. f. Cambio de forma.
4. f. Fil. Serie de transformaciones continuas que vaexperimentando la naturaleza y los seres que la componen.
De bio- y diversidad.
1. f. Variedad de especies animales y vegetales en su medioambiente.
fuente: Real Academia Española