Acompañamiento de proceso de pensamiento creación a la artista Jessica Moreno, dentro del laboratorio Ciudad Feral que impartí para el Diplomado en Prácticas Performativas ° Circuito Liquen ° Instituto Goethe Colombia. 2021. Bogotá, Col. VIRTUAL
En el corazón de la ciudad estoy adornando la avenida Jiménez, soy El eje ambiental, en realidad soy el Río Vicachá. Vicachá quiere decir “Resplandor en la noche” alrededor de mí se fundó Bogotá, no quiero ser parte del olvido, sigo siendo fuente de vida desde el Páramo Cruz Verde de los Cerros Orientales pasando por la Universidad de los Andes, recorriendo la Jiménez hasta llegar a la décima.
Tiene tanta importancia desde que los muiscas habitaban estas tierras, toda la vida fluía alrededor de él, parte integral de Bakata, se une en una parte con el río Fucha que actualmente está en la calle 11 sur en el Barrio de San Cristóbal Sur. Cuando llegaron los españoles le nombraron Río San Francisco y volvió el acueducto principal de Bogotá pero lo cubrían unos puentes de madera.
En 1914 comenzaron una serie de acuerdos para canalizar al Río que ya estaba demasiado contaminado, se corría el riesgo de la propagación de enfermedades y “la imagen de la ciudad en pleno desarrollo del progreso”.
“De acuerdo con Fabio Zambrano (2007), el planteamiento de un escenario de una pretendida modernización, exigía que la higiene personal y el comportamiento de los habitantes fuera acorde con valores de civilidad. En este contexto, el espacio fue visto como una herramienta útil al control de los vicios y malas costumbres. Esta posición le otorgó cada vez menos cabida al río, ya que no se podía aceptar la existencia de malolientes riachuelos corriendo por el centro histórico de la ciudad. Tampoco se podían aceptar el desarrollo de prácticas tradicionales como lavandería y desecho de desperdicios a plena vista de la ciudad moderna. En conclusión, el río como problema debe de ser entendido como algo más que el reflejo de sus pésimas condiciones de salubridad y riesgo de enfermedades. El problema estaba condicionado por las pautas de un discurso higienista y de modernización del espacio urbano. Es en este contexto que la ley 10 de 1915 le da inicio al proceso normativo que culmina con la canalización”.
Unido a esto llegó también la planificación de hacer una avenida que uniera las calles más importantes de la ciudad, así nació la Avenida Jiménez que acompañaría la canalización.
Hoy Vicachá es el eje ambiental y la vida sigue fluyendo alrededor de él. Recorrer en pocas cuadras de lo más gomelo hasta lo más chirrri de Bogotá. Conforme se avanza se van desvaneciendo el sonido de su cauce, conforme vamos avanzando se nota mucha más basura en su cuerpo, los habitantes de calle y comerciantes lo siguen usando como fuente para bañarse, lavar ropa, incluso para beber. Pienso en este río como parte integral de la ciudad, pienso en su cuerpo colonizado, pienso en mi conexión con él. Su cuerpo y mi cuerpa vivimos en otro cuerpo, esta ciudad monstruo que nos atraviesa. Volver a la raíz, volver a la naturaleza, abrazar a este río es una manera de abrazarme a mí misma. Acompañarnos por medio de la música, de la cumbia que tanto nos gusta, quiero acercarme a él en completa horizontalidad y cariño, como dice Donna Haraway pensar en relaciones antiespecistas, pensar en el río como un ser no humano que me acompaña en este transitar por este otro cuerpo llamado Bogotá.
De tarde estaba yo
Sentada en la orilla del río
el con su brisa me hablo
y en su mensaje me dijo
Hoy quiero cantar mis penas
Al sonar de tu tambora
Suena suena suena tambor
suena y no dejes de sonar
Porque ha llegado hasta acá este río
y hoy sus penas nos va a cantar
Del Páramo Cruz Verde
por la cordillera andina
mis aguas puras y claras
nacen por acción divina
voy corriendo la montaña
muy ansioso ante este encuentro
pero mi andar hoy lo truncan
basuras y sedimentos
Son el centro del olvido
porque me pasa esto dios
Has escuchado mis penas
Va este mensaje ahora
porque si muere tu río
también muere la tambora
cántaselo al mundo entera
y pregona con certeza
es importante que todos
cuiden la naturaleza
Nace desde los cerros orientales, en un pequeño páramo y nace el río San Francisco. Baja hasta convertirse en este canal.
Bajando y dejando de escuchar tu recorrido
El sonido del choque del agua se convierte en el choque del plástico de la basura que se acumula en el círculo que termina en la Jiménez con décima.
A siete mil a siete mil
Almuerzos a siete mil
Yo le di cinco mil pesos para el alimento de la niña y que hizo...se los soplo…
Amores perros a la colombiana
Lo cristalino del río se ha vuelto verde estancado con basura que alimenta, baña y sostiene a los transeúntes
Que se concentra en esta realidad gris y escandalosa de tensiones que parecieran inhabitables
El peligro constante de lobos acechando alrededor del líquido vital
Decadencia de la jerarquización social y la droga
El mismo que es observado y admirado por la clase privilegiada hasta el mismo que bebe y se baña de los más desahuciados.
El ministerio de Agricultura y los esmeralderos resguardan lo subterráneo del río entre la carrera 7 y 9, cómo si su nombre los hiciera merecedores de la guardia
Violencias mías, violencias de otros
violencias intempestivas, violencias absurdas,
violento el sonido de los carros
violento el rugir de las motos,
sobresaltos de los vellos de mis brazos
y en mis piernas realidades de vidrios rotos
en cuatro tiempos, en tres tiempos
en cuatro cuartos, en tres cuartos, en síncopa,
en anacrusa, en armonía, en ritmo, en pulso
en arrastre, en calderón, en melodía, en lírica
en canto, en tierra que me ha olvidado.
Me enamoro del canto de los pájaros pero como
tóxico amante me arraiga y me aprisiona
incertidumbre eterna, inhalaciones entrecortadas,
energías vislumbradas, colores de deseos
pulsaciones de sexos, interminables insomnios nuevos
Peligro todo el tiempo, vulnerabilidad, pasos de barrio, actitud canina con ojos en la espalda y sentidos totalmente abiertos.
Fintas de unos y fintas de otros
La gente en las calles, la vida de asfalta violenta, sucia y tirada
Aquí no existe la Pandemia
Aquí se busca la vida porque no hay otra posibilidad
Conozco los códigos
Los tintos en la esquina
La arepa con chicharrón
La aromática
Pilas
Morenita estás bien rica
Vete a la mierda
Siempre me ha gustado meterme en los rincones más peligrosos y jodidos donde la vida salvaje se ve, se percibe y se sobrevive
Si la mar fuera de tinta y las olas de papel
Si los peces escribieran cada una con pincel
En cien años no escribieran lo que te llegué a querer
Soy presa de este aposento solo por quererte amar
Y oigo las olas del mar que no cesan ni un momento
Y aunque tu ya no me quieras no me matará el coraje
y al igual que el arrecife no me rendiré al oleaje
tu olvido a mi no me aflige yo proseguire mi viaje
Soy presa de este aposento solo por quererte amar
Y oigo las olas del mar que no cesan ni un momento
JESSICA MORENO