recursos de bienestar

Cuida tu salud física, emocional y social, para que puedas cuidar de otros.

Durante estas semanas de confinamiento que llevamos, hemos escuchado un sinfín de recomendaciones tanto por canales oficiales como informales, respecto al qué debemos hacer para lograr afrontar la situación, minimizando el efecto de ésta en nuestra salud física, emocional y social.

Lo cierto es que el aislamiento y el distanciamiento, así como la dificultad para continuar con nuestras labores, tal como lo veníamos haciendo, aumenta las posibilidades de que podamos generar irritabilidad, frustración, depresión o ansiedad.

Por tanto es muy importante que nos cuidemos y utilicemos parte de nuestro tiempo para conseguir un mayor autoconocimiento, mayor conexión con nuestras emociones, escuchándolas sin luchar contra ellas, aceptándolas, y aprendiendo a manejarlas.

Desde Orientación Escolar iniciaré un nuevo programa online para aportarte algunas claves en la gestión de tus emociones, que te sirvan para mejorar tu calidad de vida, ahora mismo, durante la cuarentena, y en tu futuro.

Aquí te dejo algunas ideas que pueden ayudar, en estos días, a gestionar tu YO EMOCIONAL.

3 técnicas simples para reducir el estrés.

Ser docente puede ser un trabajo agotador y más en la condiciones actuales, de aislamiento social y amenaza de enfermedad que trae con sigo el COVID 19, Por ello es importante tener estrategias que lo ayuden a relajarse. Dar una caminata u otro tipo de ejercicio son buenas opciones. Otra alternativa es la llamada “conciencia plena”: calmar su mente para poder estar presente en el momento. Esa técnica requiere tiempo y paciencia pero funciona. A continuación le presentamos tres métodos simples que puede utilizar en su vida diaria.

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Siga el recorrido de traslación que hace el círculo mientras practica el ciclo de la respiración... inhalar, retener, exhalar.

técnica #1: Enfóquese en su respiración.

Uno de los métodos para lograr la conciencia o atención plena requiere enfocar su atención en la respiración. Usted puede hacerlo con sus ojos abiertos o cerrados.



  • Empiece por concentrarse en sentir su respiración, respire como lo hace normalmente.

  • Con la boca cerrada y respirando por la nariz (si esto no le es cómodo puede respirar con la boca abierta) enfóquese en sentir cómo el aire entra y sale de su cuerpo.

  • Dirija su atención al movimiento del aire a medida que usted inhala y exhala.

  • Después de aproximadamente un minuto, trate de percibir detalles más sutiles de su respiración. ¿Hay cierta área del cuerpo donde siente su respiración con más precisión? (Quizás en los orificios nasales o en el movimiento del vientre o del pecho, por ejemplo). Si es así, enfóquese en percibir su respiración en esa área.

  • Cuando su mente comience a distraerse con otros pensamientos, dirija nuevamente su atención a su respiración.

  • Después de varios minutos haga una respiración profunda y vuelva a su rutina diaria.

Técnica #2: Sintonícese con su cuerpo.

Otra técnica de conciencia plena consiste en percibir todas las sensaciones físicas que experimente en el momento. Para utilizar esta técnica puede acostarse o sentarse cómodamente.

  • Primero, enfóquese en su respiración, respirando profunda y lentamente durante algunos minutos.

  • Luego, comience a escanear su cuerpo lentamente y observe dónde percibe sensaciones físicas. Podría tener una sensación en sus hombros o sentir su vientre moviéndose cuando exhala e inhala.

  • Note todas estas sensaciones pero no las juzgue. Usted podría pensar: “Siento algo de presión en mis hombros” en vez de “mis hombros están tensos porque me estoy preocupando demasiado”.

  • Luego escuche los sonidos a su alrededor (quizás es mejor hacerlo con sus ojos cerrados). Trate de no identificar los sonidos que escucha sino más bien escucharlos con atención. Trate de notar los cambios sutiles en los sonidos.

Este método de estar consciente de sus sensaciones puede ser usado en cualquier momento. Puede enfocar su atención en los aromas que nota cuando camina en el parque. La meta es estar tan plenamente consciente de sus experiencias como pueda.


Técnica #3: Relajación consciente.

Cuando se sienta tenso o irritado pruebe una técnica llamada “relajación consciente”. Encuentre un área tranquila en su casa y pida que nadie lo interrumpa durante varios minutos. Deje su teléfono u otros dispositivos tecnológicos fuera de su alcance y apáguelos.

  • Acuéstese en el piso sobre una superficie blanda y cómoda con las palmas de sus manos hacia arriba y alejadas varios centímetros de su cuerpo.

  • Enfoque su atención en las diferentes partes de su cuerpo. Comience con sus pies. Permita que los músculos de los pies se relajen, sintiendo cómo se relajan y se sienten pesados. Haga lo mismo moviendo su atención hacia arriba de su cuerpo hasta llegar a su cabeza.

  • Trate de dirigir su respiración a las áreas del cuerpo donde sienta tensión. Esto va a ayudar a que sus músculos se relajen (“dirigir su respiración” no significa literalmente que haga que su respiración se mueva a su cuello u hombros. Usted estará dirigiendo la sensación de relajación asociada con su respiración a las áreas tensas de su cuerpo).

  • Cuando decida moverse y terminar esta práctica hágalo con suavidad y lentitud, permitiéndose el tiempo de transición necesario entre relajación y movimiento.

Estas técnicas no eliminarán el estrés por completo, pero pueden reducirlo y darle más energía.

Meditación Para Dormir Rápido: Breve relajación de 10 minutos.

Meditación guiada para dormir rápido, en 10 minutos. Meditación relajación guiada para dormir profundo y rápido. Meditación para la noche, dormir con sueño profundo. Meditación guiada nocturna para relajarse con música. Meditación con música relajante para dormir.

¿CÓMO CUIDARNOS Y PROMOVER UNA EXPERIENCIA EDUCATIVA ARMÓNICA EN EL HOGAR EN TIEMPOS DE EMERGENCIA SANITARIA POR COVID-19?

Cuídese

¡Recuerde que usted es valioso! y su labor como docente o directivo del Colegio es fundamental. Tenga siempre presente su cuidado y bienestar. Mantenga enfocados su atención y esfuerzos en su cuidado personal. Por ello, considere siempre dedicar un tiempo para usted:

Organice y siga una rutina.

Incluya en su rutina tiempos para su alimentación, descanso, trabajo, actividad física y sueño. Si mantiene estilos de vida saludables, puede promover buenas relaciones y cumplir bien sus labores. Recuerde que, si está bien podrá hacer bien sus tareas diarias y cumplir la importante tarea de acompañar la experiencia educativa en la que participan las niñas, niños y adolescentes desde su hogar.

Busque actividades que lo inspiren y le posibiliten el disfrute la vida cotidiana.

Estas le permiten conectarse con “lo esencial”, con aquello que “le motiva”. Saque unos minutos para su música favorita, leer, cocinar, meditar, en fin… Todos tenemos un “motivo”, unos “ideales” que seguir. Recuerde cuáles son los suyos y cultívelos. Unos minutos así, hacen la diferencia en el día. “Recárguese”.

Esté atento a sus emociones y sentimientos.

Reconocerlos, aceptarlos y compartirlos, puede ayudar a aliviar tensiones, ansiedad, miedos y depresión propios de la situación de aislamiento y la preocupación por la emergencia. Tome minutos simplemente para “respirar” lenta y profundamente, y luego vuelva a su rutina. Respirar permite calmar las emociones y reorientarlas.

Recuerde que no está solo.

Esta es una oportunidad para revisar, rescatar y cuidar las relaciones con los cercanos. Identifique personas de confianza con quienes se puede apoyar y contar en un momento dado. Utilice estrategias virtuales para comunicarse, así como para apoyarse con sus colegas.

Tenga presente que el sector salud:

ha puesto a su disposición canales para apoyar sus inquietudes en salud en general o en la salud emocional y la salud mental. Puede consultar a los teléfonos de orientación de sus EPS o IPS habilitadas para la emergencia o a las líneas habituales. Además, pueden consultar las páginas web correspondientes o de su alcaldía o gobernación.

Cumpla su labor, reconociendo los ritmos y conciliando siempre con las familias.

Diseñe y programe las actividades escolares de forma tal que puedan adaptarse a los tiempos y las condiciones que tengan en los hogares de sus estudiantes. Sea paciente y flexible, busque siempre conciliar lo posible para las familias, exigiendo las actividades educativas más pertinentes en esta situación y las nuevas rutinas en las familias, teniendo además en cuenta, las edades de las niñas, niños y adolescentes, sus capacidades y habilidades y las de quienes se encuentran acompañándoles en casa.