El método de punto fijo es un método iterativo utilizado para encontrar raíces de funciones. Consiste en reescribir una ecuación f(x)=0 en la forma x=g(x), donde g(x) es una función que se deriva de la original. A partir de un valor inicial, se generan sucesivas aproximaciones a la raíz al evaluar g(x). Este método es especialmente útil para resolver ecuaciones no lineales.
El método de punto fijo tiene sus orígenes en la teoría de funciones y se relaciona con otros métodos numéricos como el método de Newton-Raphson y el método de bisección. A diferencia del método de Newton-Raphson, que utiliza derivadas, el método de punto fijo no requiere su cálculo explícito. También es considerado un método abierto, lo que significa que necesita solo un valor inicial para comenzar el proceso iterativo.
El método de punto fijo tiene varias aplicaciones prácticas, tales como:
Ingeniería: Para resolver problemas en diseño estructural y análisis.
Ciencias Computacionales: En algoritmos para optimización y simulaciones.
Economía: Para modelar problemas económicos donde se requieren soluciones precisas.
Biología: En modelos matemáticos que describen fenómenos biológicos, como el crecimiento poblacional.