Anayet

Este tramo inicial en verano es el más desagradable por el asfalto, aunque por los prados verdes y las vacas pastando se pasa muy rápido.

Al pasar la estación tomaremos una senda que ya señalizada como GR 11 nos lleva de forma directa y con un ascenso progresivo hasta el ibón del Anayet. Toda la senda discurre pegada al barranco de Culibillas, con lo que podemos disfrutar de un precioso riachuelo que nos acompaña en toda la progresión.

Una vez en el ibón, es imprescindible sentarse y disfrutar: caballos pastando, la gran pared del Anayet, el Midi y el ibón...

Comenzamos la ascensión. La senda continua avanzando de forma ascendente en dirección al cuello del Anayet, es una pequeña loma de color rojizo que se ve perfectamene por el cambio de color en la roca.

La senda se dirige de forma casi directa a los pies del cuello donde seguimos una seda en forma de "S" que nos sube al collado.

Desde este punto una pequeña senda rodea por la espalda la montaña, hasta salir a una zona muy llamativa por la roca roja.

Tan solo nos queda aproximarnos a la pared donde se sitúa el tramo de cadenas. Esta zona es de roca con buenos agarres y siempre asistidos con las cadenas. Debemos prestar mucha atención ya que son bastante aéreas y debemos evitar resbalones.

Una vez sobrepasadas, tan solo queda a unos pocos metros una subida en forma de chimenea, con algunas trepaditas fáciles. Prestaremos atención a la gente que sube y baja para evitar que nos tiren alguna roca o tierra.

Ciertamente el terreno está muy descompuesto y hay que tener cuidado. Una vez salimos de la chimenea tan solo queda unos minutos hasta la cima. Esta guarda unas vistas impresionantes, sobre todo al gran Midi d'Ossau