Susana Thénon
Lugar

Sabéis que llevo un esquimal dormido

en el lugar del corazón.

Después de abandonar las catedrales,

el diapasón febril de las tabernas,

llegué al confín, a la frontera inalcanzada.

Sabéis que llevo un arenal baldío

en el lugar de las palabras.

Por debajo del miedo,

por caminos cerrados desde antiguo,

se aventuró la mano hasta el silencio.

Sabéis que llevo una pupila roja

en el lugar de la alegría.