Susana Thénon
Ella

De madrugada

(ella se tocó las manos).

De madrugada, apenas.

Ella recuerda que nada importa

aunque su sombra siga corriendo

alrededor de la noche.

Algo se detuvo en algún momento,

algo marchaba débilmente

y se detuvo en algún momento.

Ella tembló como un sonido

congelado entre los labios de un muerto.

Ella se deshizo como un recuerdo

convocado hasta la saciedad.

Ella se inclinó sobre su respiración

y comprendió que aún vivía.

Se tocó la libertad

y la dejó escurrirse como una pequeña noche.

Se anudó la angustia alrededor del cuello

y recordó su color extraviado.

Ella mordió a ciegas en la oscuridad

y escuchó gritar al silencio.

Y aprendió a reírse

del olor a tiempo que despedía su sangre.

De noche

(ella se cortó las manos).

De noche, apenas.

Ella recoge su pequeño crepúsculo.

Ella sueña en la erección de la rosa.