La Prehistoria (1954-1963)

Antes del Rock & Roll existían Louis Armstrong y Duke Ellington y Frank Sinatra y Maurice Chevalier y Xavier Cugat y Pérez Prado y John Lee Hooker y Glenn Miller e incluso Lola Flores.

Se entonaban romanzas italianas, fragmentos selectos de zarzuela, cuplés, tonadillas, valses parisinos, corridos mexicanos, tangos argentinos y se podían silbar alegres boogie-boogies si habías tenido la suerte de oír alguno.

En Estados Unidos, claro está , había más cosas, pero ellos y nosotros teníamos algo en común: los chicos jóvenes se vestían como sus padres querían, oían la música que querían sus padres y de mayores iban a ser como eran sus padres.

La sociedad se preparaba, una vez más, para repetirse fielmente a sí misma cuando, exactamente el 12 de abril de 1954, un tipo llamado Bill Haley acompañado de un combo musical, The Comets, grabó lo que iba a ser la cara B de una canción llamada Thirteen women. Esa cara B fue Rock around the clock y, como ocurre en estos casos, nadie se dio cuenta de lo que iba a pasar.

Algo más de un año después (el 9 de julio del 55) Rock around the clock llegaba al número uno de las listas americanas y entonces sí que empezaron a pasar cosas: los jóvenes empezaron a bailar esa cosa bautizada como "Rock and Roll" (Balancearse y Girar) por un avispado disc-jockey llamado Alan Freed y empezaron a adoptar un modo de vestirse propio.

Claro está que este modo no surgió de repente: en la película "The wild ones" (La jungla de asfalto), Marlon Brando inicia la nueva moda con ciertas vacilaciones: lleva una fantástica chupa de cuero negro, vaqueros y una Harley. Pero lleva también gorra de marinero y le faltan las botas camperas. Estas vacilaciones iniciales serán pronto superadas.

Con Elvis y el tupé rebelde el tipo va a quedar ya caracterizado para siempre.

En el otro lado, la gente que no es propiamente rocker aunque le guste el rock, sigue vistiendo con chaqueta y corbata estrecha, pero Carl Perkins les da la pista de lo que les falta: unos zapatos azules de gamuza.

En esa canción (Blue suede shoes), un hombre -quizá por primera vez- da muestras de coquetería con su ropa:

(Puedes) calumniarme por toda la ciudad,

quemar mi casa,

robarme el coche,

beberme el licor de la vieja jarra de frutas.

Puedes hacer lo que quieras,

pero,­uh, uh! chati, apártate de mis zapatos.

Puedes hacer lo que quieras,

pero no me pises mis zapatos de gamuza azul.


Resumiendo. He aquí lo recomendable para estar en la onda entre 1955 y 1963:

Moda para hombre (Versión Blanda o Dura de domingo):

Botines.

Pantalones estrechos.

Chaqueta estrecha de dos botones sin abertura posterior.

Camisa blanca.

Corbata estrecha.

Tupé


Moda para hombre (Versión Dura):

Camperas.

Vaqueros.

Camisa a cuadros.

Chupa de cuero o vaquera.

Tupé


Moda para mujer (Versión de diario):

Zapato bajo.

Calcetines blancos.

Falda de vuelo tipo High School/Vaqueros de colores.

Camisa de volantes.

Rebeca de lana.

Media melena recogida o no con lacito.


Moda para mujer (Versión baile en el gimnasio):

Zapato de medio tacón sin calcetines.

Igual que la versión anterior.



En España, mientras tanto, sol y mucha alegría; pero rock, lo que se dice rock, más bien poco.

En 1959 se pone en marcha el Plan de Estabilización Económica, y sus frutos, es decir el Seat 600 y los primeros tocadiscos, llegarían en los primeros años 60.

En lo tocante a moda, hay que recordar que se llevaban los pantalones cortos hasta casi los dieciséis años. Sin olvidar, ¡ah no!, el uniforme de la OJE.

Las chicas, uniforme de la Sección Femenina.

Habrá que esperar al Twist, a la Yenka y al Dúo Dinámico para hablar de baile y moda juveniles.