El casi decenio de The Beatles (1963-1970)

La Era Moderna, propiamente dicha, comienza el día 11 de febrero de 1963. Ese día, Los Beatles entran en los estudios de la compañía EMI a las 10 de la mañana, y salen a las once de la noche. En esas trece horas graban su primer LP, "Please, please me" ("Por favor, compláceme") que llegó al número uno de las listas en el Reino Unido y se mantuvo allí desde abril a diciembre. Del resto de la historia no es necesario hablar.

Su imagen que empezó siendo la de rockeros versión Dura, cambia por influjo de su mánager Brian Epstein (hombre, ya de por sí, muy atildado y limpio) hacia la versión Blanda con dos aditamentos que resultaron ser demoledores: por una parte, las chaquetas sin solapas y, por otra, el pelo largo especialmente sobre las orejas.

Nadie sabe muy bien cómo y por qué‚ la longitud de su pelo (que hoy nos parece totalmente ridícula) levantó tal escándalo. El caso es que en las entrevistas que les hacían, Los Beatles debían soportar más preguntas sobre eso que sobre cualquier otra cosa; incluida su música.

Lo que sí parece más claro es que el pelo era algo que cualquiera podía adquirir sin desembolso alguno y que servía además, para marcar una barrera generacional. De hecho, las luchas de los jóvenes de entonces con sus padres tenían al pelo como excusa y punta de lanza de las libertades que entonces empezaron a exigirse.

Los Rolling Stones alargaron la longitud de los pelos, pero siguieron siendo rockers versión Dura y no aportaron nada nuevo a la moda juvenil, salvo, mucho más tarde, una cierta androginia (pantalones muy ajustados y cierta coquetería con el unisex).

Las chicas, sin embargo, encerradas en la cárcel de la educación y superprotegidas como sexo más débil (!), tenían como única opción de rebeldía la de vestir como chicos y fumar en la calle.

Esta situación cambió cuando, en 1965, la diseñadora británica Mary Quant lanzó al mercado la minifalda con éxito arrollador.

Por si fuera poco, también en 1965, mientras los Beatles triunfaban con "Rubber Soul" ("Alma de goma"), surge en California un movimiento que nace contra la guerra de Viet-Nam: el Hippy, voz que no significa nada, pero que representa la rebeldía frente a una guerra que ni les iba ni les venía y una nueva actitud de los jóvenes contra un mundo cada vez más deshumanizado. "Love and Peace"("Amor y Paz") y "Make love, not war" ("Haz el amor, no la guerra") son los lemas con los que se enfrentan a la situación.

Los movimientos feministas ven en los hippies un camino para su lucha y lanzan a su vez su "Burn your bra!" ("¡Quemad vuestros sujetadores!") que representa en aquel momento la oposición a los tabús (e imposiciones) machistas.

Los hippies predicaban una libertad que iba más allá de los conceptos tradicionales (ser del Madrid o del Barça, elegir el color del coche...): esa libertad se extendió a la forma de vestir. Y así, túnicas sueltas y pantalones "de pata de elefante" o "de campana" sustituyen a las formas tradicionales, más apretadas y formales. En las chicas aparecen las faldas maxi con estampado de paramecios ("cachemir").

En su música, los grupos hippies empiezan también por romper las barreras físicas que el pasado imponía: las canciones pasan de durar tres minutos (una cara de un single) a 17, como In-a-gadda-da-vida, de Iron Butterfly ("Mariposa de hierro"), que consagra el surrealismo y eso que en inglés se llama nonsense, el sin sentido.

Los grupos se ponen nombres que acentúan esa voluntad de estar fuera del mundo de los padres, del mundo de la lógica y de lo que nos conviene: Grateful Dead ("Muertos agradecidos"), Skin Alley ("Callejón de la piel"), Blood, sweat and tears ("Sangre, sudor y lágrimas", irónicamente, la frase atribuida a Churchill) o directamente usurpadores de los poderes fácticos Chicago Transit Authority ("Oficina de Tráfico de Chicago").

Como además, pensaban que las drogas podrían expandir sus niveles de consciencia (lo que se llamó psicodelia; en griego, más o menos, "romper los límites de la mente"), generaron una estética barroca y colorista presuntamente influida por las visiones que el LSD u otros alucinógenos provocaban en sus mentes.

Tenemos así una larga lista de opciones para elegir su vestimenta:

Por una parte, los rockeros con sus variantes.

Por otra, la minifalda.

Por otra, las maxifaldas y túnicas.

Por otra, los vaqueros.

Por otra, los pantalones "pata de elefante".

Por otra, las casacas, las barbas, los pelos largos (que los hippies llevaron a su máxima dimensión) y siempre, las opciones Pijas y de Buena familia, sin contar el Ye-yé, que fue la versión Blanda de la moda Hippy. De ellas, y de otras familias de difícil filogénesis, nos ocuparemos a continuación.