DISCO, MÚSICA PROGRESIVA, REGGAE, LA CANCIÓN DEL VERANO...Y ESO LLEGÓ EL PUNK.
Las discotecas ya no son lo que eran. Para empezar, eran un fenómeno urbano -íbamos a la capital a bailar a la discoteca - porque en los pueblos existían lo que se llamaban, simplemente, "bailes".
En los bailes se hacía música en directo y había luz suficiente para que los padres de las muchachas pudieran escudriñar a los mozos que eventualmente "sacaban a bailar" a sus hijas.
¿Bailas?
No.
O bien:
¿Bailas?
Bueno...
Nunca se lograba un "sí" rotundo.
(Incidentalmente, debo decir que se inventaron infinidad de chistes sobre esa situación, pero mi natural rubor me impide contaros alguno)
En la discoteca, sin embargo, no se "pedía" para bailar. Como el tiempo se repartía -normalmente- en 40 minutos de rápidas y 20 de lentas alternando. Cuando llegaban las rápidas, te ponías en el corro de chicas y hacías como si no estuvieras bailando con ellas.
En la cabina, el "disc-jockey" (que pronto se convirtió en "pinchadiscos" y, actualmente en "DJ", pronunciado "diyéi"), tenía los discos organizados en: rápidas, para cambiar a lento, lento y para cambiar a rápidas.
Lo importante es que la transición se hiciera con suavidad.
En los primeros setenta las rápidas eran casi todo "funky": Kool & the Gang, KC & the Sunshine Band, Labelle (Voulez-vous coucher avec moi?), James Brown, Suzi Quatro, Gloria Gaynor, aunque empezaban ya las directamente horteras: Christie, Middle of the Road (Chirpy, chirpy, cheep), Giorgio Moroder (Son of my father), Hues corporation (Rock the boat), Kung Fu fighter y otras de infeliz recuerdo aunque, visto lo de ahora, añoradas.
Las lentas eran de Isaac Hayes, Nilsson, Morris Albert (Feelings).
Después llegó Saturday night fever, pero eso fue más tarde y la consagración total del hortera.
¿Que aportaron las discotecas a la moda? Dos cosas:
Una, el invento de las luces de mercurio provocó una avalancha de gente con camisas, camisetas, pantalones etc. de color blanco, ya que brillaba en la oscuridad y era muy "molón".
Dos, la ropa ajustada (mini-shorts) para "marcar".
Poco a poco las discotecas se fueron llenando de un público mayor de edad, con chaqueta y camisa sin corbata y zapatos mocasín que se acercaban a la barra y -arrojando sobre ella las llaves del R-5 blanco- pedían un "pelotazo" (ginebra o whisky con Coca-Cola) y bailaban (levemente) sosteniendo el vaso y mirando al tendido.
El resto de gente bailaba(mos) como haciendo signos cabalísticos con las manos y cara muy seria.
En ese tiempo (1971-1976) se produjo la explosión de lo que se llamó la "música progresiva" o "rock sinfónico". La cosa era usar sintetizadores (los primeros moogs) a mansalva y larguísimas notas que abarcaban dos o tres compases: Pink Floyd (especialmente con "Echoes" y todo "Atom heart mother"), King Crimson y otros (los precursores Emerson, Lake & Palmer), no crearon moda, pero absorbieron a todos los Hippies tardíos, progres en proceso de reconversión y Hechospolvo (Colgados) sobre todo, pero también parte de la pijería universitaria se apuntó a esta música tan estupenda.
Y, a la vez, el reggae y la canción del verano: empezaba la posmodernidad.
Bob Marley & The Wailers irrumpieron -como Santana al final de los 60- con una música cautivadora y comprometida, aunque no se sabía exacta,ente con qué. Lo peor es que no había modo de tocarla con una guitarra (excepto "No woman, no cry") y aquí se acabaron los guitarristas autodidactos. La gente se profesionalizó, empezaron a nacer grupos en todas partes y los músicos se distinguían por llevar sombrero (toque Jimi Hendrix), pelo largo y chalecos extravagantes (yo mismo llevaba uno de piel blanca sin botones, sobre el pecho desnudo y un medallón de oro falso). En fin, que se notara que éramos músicos.
La extensión del "reggae" no fue uniforme: mientras en EEUU y el Reino Unido, tuvieron un éxito arrollador, en España, eso se produjo mucho más tarde y en mucha menor medida.
Lo que tenía éxito de verdad era la canción del verano: ese invento de las cadenas de radio consistía -y consiste- básicamente en repetir hasta la saciedad o, mejor dicho, hasta que consiguiera gustar, determinadas canciones cuyo mérito esencial es ser insoportables: sólo pensar en Georgie Dann y "La Ramona" ("La Ramona es pechugona / tié dos cántaros por pechos") y un escalofrío nos recorre la espina dorsal. No por ellas mismas solamente, sino por el éxito que tuvieron.
Sin embargo, esa repetición abrumadora (versión musical de aquella sentencia de Goebbels, el ministro de Propaganda del III Reich: "Una mentira mil veces repetida se convierte en verdad") conseguía que de vez en cuando te sorprendieras cantando entre dientes la cancioncilla de marras. Entonces te enfadabas mucho contigo mismo...y al cabo de unos minutos volvías a hacerlo. Tuvimos que desarrollar sofisticadas (sé que no es correcto decirlo así, pero...) técnicas de autocontrol que, más tarde con la llegada de los culebrones, nos sirvió para conseguir no verlos nunca.
...Y en eso llegó el Punk
En los 70, la sociedad se preparaba para repetirse fielmente a sí misma (la escuela, las empresas, las leyes), cuando, en Londres, en 1976, surge el único movimiento (después del Hippy) con ideología y vestimenta propias: el Punk.
Si esto fuera un ensayo sociológico realmente serio, podría hablar ahora de que la causa remota de esa aparición fue la crisis del petróleo del 73 y sus secuelas de paro, marginación y desencanto del llamado "modo de vida occidental". Pero no es el caso, así es que no hablaré más de ello.
Punk significa "malo, baladí, de poca calidad"; "basura", en sentido figurado.
Que unos tipos se llamen a sí mismos así, indica una fuerte oposición a los valores que la sociedad occidental venía predicando. El problema era (¿es?) que la educación, la vida sana y el estudio ya no eran ninguna garantía para obtener el éxito. Procazmente, los ejecutivos exhibían sus BMW, los ricos se compraban islas enteras y jets privados, los políticos exhibían su impunidad y, a todo esto, los más pobres no tenían ni la más mínima posibilidad de tener una vida medio decente en su entorno.
Los Punkis tenían un grito en las paredes: NO FUTURE ("no hay futuro") y actuaban en consecuencia. Si no hay futuro sólo hay presente: comámosnoslo ahora mismo antes de que nos lo quiten.
Y, sobre todo, toquemos las narices a la sociedad que nos ha convertido en parias:
Pelo de colores imposibles (verde, rojo, azul)
Cresta "mohicana"
Piercings caseros (alfileres imperdibles)
Pantalones manchados
Varias camisetas descoloridas una sobre la otra
Lenguaje soez
Violencia en el trato
Irrespetuosidad absoluta (Sex Pistols: "God save the Queen")
Guitarras y voces deliberadamente (?) desafinadas
Ruido infernal en los conciertos
Pogo. Esa cosa de dar saltos sobre los demás...
No puedo negarlo: es sólo Punk, pero me gusta. A su lado, "Sus Satánicas Majestades", parecían integrados.
He aquí un cuadro sinóptico de lo que es muy Punk:
Las chicas llevaban una ropa mucho más aparente que la de los chicos:
Faldas cortísimas de plástico
Medias de red con agujeros
Zapatos con un poco de tacón (de la abuela)
Ojos con sombra negra o violeta
Chupas de leopardo en plástico
Lo mejor de los Punkis fue el AfterPunk: ¡Hay que ver lo bien que se reconvirtieron! No sólo musicalmente, sino que preludiaron toda una avalancha de sub-tribus de los 80, especialmente los Siniestros, Góticos y otras variantes de vestir de negro.