La clase de hoy ha empezado cuando nos ha lanzado Maria Jesús una pregunta a todos nosotros: ¿Deberes sí o no?¿Que opinais?. Rápidamente nos hemos organizado en grupos para poner en común las ideas que teníamos sobre este tema.
Después de pensar un poco, las conclusiones a las que hemos llegado han sido unánimes en casi todos los grupos:
Los deberes contribuyen a afianzar los contenidos tratados en clase cada día y pueden incluso motivar al alumno, pero todo esto, siempre que los deberes estén bien diseñados y planteados, ya que si no, nos podemos encontrar con una sobrecarga al alumnado que produce un rechazo de los mismos y de la asignatura.
Llegamos a la conclusión de que tienen que ser atractivos, que los alumnos tengan ganas de llevarlos a cabo, que sean dinámicos, que ayuden de verdad.
Todos coincidimos en que no deben quitar tiempo que el alumno debería invertir en su desarrollo personal
Tenemos que INVOLUCRAR a los alumnos en los deberes. Que no lo sientan como una carga externa, obligada, pesada, aburrida... Si hacemos que formen parte de ellos, como que nos ayuden a elaborarlos, a elegirlos, a explicárselos a sus compañeros, tendremos mucho ganado.
TENEMOS QUE TRANSMITIR UNA IDEA POSITIVA Y ÚTIL DE LA ESCUELA
Estuvimos viendo distintos tipos de formas que podrían tomar los deberes, pero hubo una que me llamó muchísimo la atención: Utilizar el cine/series como recurso para hacer los deberes.
Vimos ejemplos de fichas que había realizado MJ y me parecieron simplemente magníficas. Atrapas desde el primer momento al alumno con este tipo de deberes ya que suponen una novedad para él. Plantean un reto, como puede ser buscar en la película fenómenos físicos para exponerlos en un trabajo.
Juntando motivación, reto ,novedad y el hecho de que estén involucrados en la tarea y tienes casi asegurado el éxito.
Durante las presentaciones apareció el termómetro que apreciamos en la imagen: EL TERMÓMETRO DE GALILEO, pero ¿Qué es? ¿Cómo funciona?
El termómetro de Galileo es un termómetro formado por un tubo de vidrio que contiene un líquido transparente con un coeficiente de dilatación mayor que el del agua y un conjunto de ampollas de vidrio soplado sumergidas en él.
Al aumentar la temperatura, la densidad de las ampollas se mantiene prácticamente constante, no así la del líquido, que disminuye apreciablemente. Este cambio de densidad altera la flotabilidad de las ampollas. La posición de la ampolla que presente flotabilidad neutra, es decir que esté en la parte central del tubo, es la que indica la temperatura.