Capítulo 8
"Novato"
Capítulo 8
"Novato"
Ilustración: Hybrid-Kira (2020)
Una agradable caminata por el bosque era lo que me hacía falta para empezar a acostumbrar a mis pulmones al nuevo aire que estaría respirando de ahora en adelante; puro, fresco, y con un notorio olor a pino, aunque indudablemente frío, eso no le quitaba la magia al singular lugar.
Había pasado poco más de diez minutos desde que Adara y yo emprendimos dicha caminata por este mismo sendero, y aunque yo confiaba ciegamente en sus instintos, no puedo dejar de sentir esa incómoda sensación de estar perdidos en el bosque. Dicho sentimiento se incrementaba y se hacía más incómodo a cada momento, siendo acompañado del recuerdo del temible Vortex al que poco le había faltado para convertirnos en su cena, de no ser porque de alguna inexplicable forma, él me reconoció a media persecución.
El estremecedor silencio empieza a agudizar un poco mis sentidos. Adara me había dicho que no hablara durante la caminata, pues a pesar de que esta era una zona protegida no era imposible encontrar uno que otro híbrido errante en busca de algo que comer. Para mi fortuna, Adara siempre cargaba con ella armas blancas, lo suficientemente letales como para salir bien librados de una situación peligrosa.
A pesar de mi nerviosismo la pequeña caminata resultó ser mucho más tranquila de lo que creí, y me aliviaba saber que ya estábamos cerca de llegar al campamento base del escuadrón 15, el equipo de cazadores del que Adara está al mando, y quienes serán mis nuevos compañeros (y protectores) hasta que me sea asignado un instructor híbrido, tal como lo había indicado Darius junto al consejo.
Finalmente llegamos a la base de los cazadores, su centro de reunión no era menos espectacular de lo que ya había visto en el centro de Cilt, se trataba de un enorme claro en el bosque el cual lo habían convertido en un auténtico campo de entrenamiento, y pese a que no había mucha actividad en la zona a excepción de unos cuantos híbridos y humanos, quienes rondaban con tranquilidad por entre las rústicas construcciones que albergaba el lugar, aun así podía deducir que este era el lugar al que todos los cazadores de Cilt acudían después de regresar de sus peligrosas misiones, las cuales a veces iban más allá de los límites de la Metrópoli Europea.
A pesar de la aparente lejanía de este lugar con civilización alguna además del centro de Cilt, unos cuantos edificios se yerguen a menos de un kilómetro de distancia desde donde nos encontrábamos, llamando mi atención el más alto e imponente de todos, aquél con una gran y deteriorada "H" amarilla en su parte más alta.
Entre los pocos híbridos y humanos que estaban reunidos, logro identificar dos rostros que se me hacían familiares, ahí se encontraba Tori conversando con un par de humanos, y el Porshe azul con quien pude intercambiar unas cuantas palabras cuando el escuadrón nos escoltó en nuestro ingreso a Cilt. A demás de ellos dos, el resto del escuadrón eran caras nuevas, y todos parecen dirigir su atención hacia nosotros, pues su capitana Adara había regresado.
De repente, un gran macho híbrido desconocido se interpone momentáneamente en nuestro camino, no supe de donde había salido ni cuánto tiempo estuvo siguiéndonos, aunque Adara mantenía la calma al verlo y me mantenía detrás de ella.
- Bienvenida de vuelta, ya la extrañábamos capitana Adara... y veo que ha traído a una visita con usted.- Dice el dichoso híbrido con un tono algo burlesco de voz mientras se acercaba a recibirnos de forma algo intimidante, a lo que Adara responde empujando la nariz de aquél híbrido con su pie, dejándole una marca de tierra con la forma de la suela de su bota.
- Este no es un novato cualquiera Rod, si lo rompes se lo tendrás que pagar a Kassia, Tyler es valioso. ¿Entendido?- Adara contesta de forma severa, aunque mantenía al mismo tono burlón que el mismo híbrido le había dedicado hacía unos momentos, y al parecer aquello había sido suficiente para calmar las ansias del híbrido, fuese lo que fuera a hacer en ese momento para que Adara le recordara quién mandaba ahí.
- Ppff... está bien, solo quería darle la bienvenida al novato, es todo, no le iba a hacer daño...al menos no mucho.- Rod resopla con fuerza y retrocede para abrirnos paso de nuevo, frustrado al ser detenido por Adara.
- Aquí las cosas serán muy diferentes a lo que estás habituado Tyler, si quieres aprender a ser de los nuestros tendrás que enseñarte a convivir con los híbridos, y eso incluye aprender a poner límites... ellos aman los juegos rudos y el contacto físico, son muy grandes y no miden su fuerza a veces. Yo y tu instructor híbrido te enseñaremos todo lo que debes saber para vivir tranquilamente en este lugar, te acostumbrarás.- Voltea a verme con una convincente sonrisa, la cual es suficiente para sonrojarme un poco.
- Claro, no lo dudo... aunque debo admitir que tengo mucho que aprender sobre ellos... Admiro a los híbridos, pero son muy impredecibles.-
- Ja ja, ellos son mucho más que eso Tyler.- Ríe ligeramente, mientras fijaba su mirada a los edificios en las lejanías mientras andaba.- ... Ellos son todo lo que la humanidad perdió con el tiempo y las guerras, son seres sumamente fuertes y temperamentales... pero indudablemente bondadosos. Es lo que le hacía falta al mundo para que los humanos fuéramos un poco menos... humanos. No sé si entiendas a qué me refiero.-
- Creo que sí lo entiendo. Lo poco bueno que quedaba de la humanidad se fue con la guerra... puede que ellos nos enseñen a convivir en paz de una vez por todas.-
- Muy bien, veo que sí estás aprendiendo, y bastante rápido.- Dice Adara, viéndose conforme con sus enseñanzas.
Finalmente llegamos al sitio donde descansaba el resto del escuadrón, platicaban apaciblemente entre ellos hasta que nos vieron llegar, Adara saluda a todos sus compañeros y yo no me quedo atrás, todos ellos eran muy amables conmigo y se presentaban de forma cordial, fue una bienvenida mucho más cálida de lo que me esperaba de un grupo de cazadores de su calibre. Hasta ahora todo era agradable en cualquier lugar al que iba, pues mi apellido me empezaba a ser útil por primera vez en la vida.
Me siento en un gran tronco caído que rodeaba la fogata donde ya se estaba cocinando la cena, me pongo del lado más cercano al Porsche azul, pues tal parecía que él estaba interesado en hablar conmigo desde que nos vio llegar.
- Bienvenido a nuestro humilde refugio muchacho, no tuve tiempo de presentarme cuando nos vimos. Mi nombre es Ciro, soy un hábil cazador pero nuestra respetable capitana me ha dado la tarea de entrenar a nuestros aspirantes más jóvenes para convertirse en cazadores, ya sabes, crías híbridas y humanas... o niños como les llaman ustedes jeje... es un gusto que nos hayas visitado.- Ciro sonríe ampliamente, las pronunciadas cicatrices que tenía en el rostro lo hacía ver intimidante, pero su voz dulce y cuidadosa hace que me sintiera cómodo al hablar con él.- Aunque... no estoy seguro de qué te trae por aquí joven Tyler, ¿No deberías estar con el consejo de líderes en este momento?-
- Oh, justamente había salido del domo cuando Adara me propuso venir a visitarlos, así que no creo que haya mucho problema que esté por aquí jeje... ¿Cierto?-
- ¡Pero claro que no es molestia! Tener a un Hopper haciéndonos compañía es lo mejor que podríamos pedir, ¿No es así chiquilla?- Ciro hace un leve gesto hacia una de las humanas que nos acompañaba, ella había sido la única que no estaba de ánimos para saludar a nadie en ese momento.-
- ... ¿mmh? Oh sí, como sea.- Ella no había levantado el rostro al contestarle a Ciro, claramente no estaba interesada en la plática. Tenía su cabello castaño teñido de rosa en las puntas y rapado del lado izquierdo de su cabeza, así como también poseía numerosos piercings en sus orejas y el rostro. Pese a la extravagante apariencia de la chica y su nulo interés, decido no centrarme mucho en ella.
- Bueno... esa muchachita maleducada de ahí se llama Marione.- Ciro dice en voz alta, haciendo que la chica se levantara del suelo y se fuera caminando hacia otro lugar, lejos del resto del escuadrón.- ... No lo tomes personal, tuvo una mala caza el día de hoy, ya se le pasará.-
- No te preocupes Ciro, estoy acostumbrado a que la gente no quiera hablar conmigo.- Ante el pequeño silencio que se había producido ante la partida de Marione, decido romper un poco el hielo con los cazadores.- Y... díganme, ¿Ustedes qué es lo que hacen aquí en Cilt? Adara me ha platicado algunas cosas pero sigo curioso de saber.-
- Bueno... creo que el nombre del rango ya delata mucho de lo que hacemos aquí, niño.- Dice Tori de forma arrogante y seria, causando unas ligeras risas en el resto del escuadrón, mientras tomaba igualmente lugar en el círculo que habíamos formado entre todos al sentarnos alrededor de la fogata.
- Tyler solo hizo una pregunta, no seas cruel Tori.- Uno de los humanos le reclama a su compañera Audi, un joven de cabello rebelde y oscuro que cargaba un impresionante arco de madera. Parecía ser de otro escuadrón, pues portaba el número 23 en su armadura.
- Está bien, está bien, creo que es algo normal para un novato como él. Si realmente quieres saber lo que hacemos además de llevar comida a todo el pueblo... bueno, los cazadores somos la primera línea de defensa de Cilt, somos sus soldados rasos y rescatistas, cuando hay problemas nosotros somos los primeros en ayudar. Hacemos misiones de reconocimiento en los alrededores de la Metrópoli, buscamos suministros entre los escombros y tratamos de reclutar a todo híbrido y humano pacífico. Eso es solo un poco de lo que podemos hacer.- Dice Tori con cierto orgullo en su voz.
- Y... ¿Qué me dicen de los Vortex? ¿Pelean con ellos muy seguido?-
- Oh no, ese no es nuestro trabajo.- Adara responde rápidamente antes que Tori pudiera siquiera pensar en una mejor respuesta.-... Son los Guerreros quienes se encargan de todo eso relacionado con los Vortex, nosotros preferimos no ensuciarnos las manos asesinando híbridos de esa forma... es algo muy despiadado.- Dice Adara con una pizca de desagrado en su voz- ... respeto a los Guerreros, pero lo que ellos hacen dista mucho de ser un acto honorable aunque solo sigan órdenes de los Líderes.-
- Pero los Vortex son malos, quiero decir... tú misma lo sabes Adara, no recuerdas lo que pasó en nuestro rumbo a... -
- Yo no defiendo la causa Vortex, Tyler, pero tampoco defiendo a quienes los matan únicamente para seguir dentro de Cilt.- Adara dice con severidad, silenciando a todos quienes estábamos ahí, esto parecía ser algo muy serio.-... No lo entiendes por ahora Tyler, pero los Guerreros no son de fiar, muchos de ellos únicamente están aquí por ser muy buenos matando, y son muy inestables y peligrosos, sobre todo ciertos híbridos.-
- ... - Me quedo en silencio por un momento, pues nunca creí que dicha pregunta hiciera reaccionar a Adara de esa manera, lo menos que quería era disgustarla de alguna forma, y sin querer lo había logrado.- Creo que eso será algo que aprenderé con el tiempo Adara, hasta que lo vea con mis ojos lo creeré... mi mejor amigo es un Guerrero después de todo.- Sonrío de forma sutil para calmar un poco el ambiente tenso que se había generado en ese momento, y tanto Adara como los demás parecen pensar lo mismo, no tenía caso pelear por un simple malentendido.
- Bien... con eso me basta. Aprenderás con el tiempo, y será tu decisión el elegir a qué rangos les entregarás tu lealtad... aunque para ser honesta, el rango de Cazador sería genial para ti.- Dice Adara en voz baja, haciendo que los demás asintieran.
Entre todo el escuadrón platicaban sobre las virtudes que ellos amaban de ser cazadores, así como una que otra anécdota interesante de cacerías anteriores, yo los escuchaba con gran interés y reía junto con ellos, había pasado mucho tiempo desde que me reía así, con tanta libertad, y con personas con quienes, de alguna extraña forma, me sentía en confianza. Compartí una buena comida con ellos y nos quedamos platicando en torno al calor de la fogata hasta que el cielo empezaba a atardecer. Realmente no sabía cuánto tiempo había pasado, pero no quería que la reunión se terminara tan pronto.
La amena charla se ve interrumpida por algo que se acercaba por entre la vegetación del bosque, los cazadores simplemente se muestran atentos ante lo que pudiera ser, mas no se veían nerviosos, por lo que no debía ser algo peligroso.
La poca luz que penetraba ya entre la maleza del bosque no me permite reconocer bien de qué se trataba, pero era obvio que era un híbrido que corría rápido hacia nosotros. Dicho híbrido al salir del bosque era demasiado familiar como para pasar desapercibido, era Iker, aunque se veía apurado de llegar a donde nosotros nos encontrábamos, pues daba la impresión de que había corrido desde el centro de la ciudad, pues jadeaba un poco para poder recuperar su aliento. Se aproxima a nosotros y guarda varios metros de distancia hasta detenerse por completo, Adara se levanta de su lugar y se aproxima a Iker de forma seria, y a juzgar por ella y el resto de cazadores, la llegada de Iker no era muy bien recibida, algo que no me extrañaba después de escuchar la opinión de Adara hacia los Guerreros híbridos, opinión que claramente yo no compartía con ella.
- Capitana Adara... me enviaron desde centro de Cilt para... ¡¿Tyler?! ¿Qué haces aquí?- La seriedad con la que había llegado Iker parece esfumarse al verme entre ellos, ahora se veía un tanto sorprendido, y no de buena manera.
- Habla, Iker. Sabes que no deberías estar aquí de no ser sumamente necesario.- Adara habla con firmeza sin darle importancia a la reacción de Iker al verme entre su escuadrón, a lo que yo no puedo decir nada.-
- Ehh... sí, eso lo sé, vine para avisarte que el escuadrón de Saemus ha vuelto al fin. Hay unos cuantos heridos pero nada grave, tuvieron un encuentro con un grupo pequeño de Vortex...-
- Saemus...- Adara se lleva una mano a la boca, parecía muy preocupada por lo que Iker acababa de decirle.-... llévame con él Iker, tengo que verlo por mí misma.-
- Bien, pero antes de que otra cosa mala suceda...- Iker se acerca a mí y sonríe al verme, al mismo tiempo que yo sonrío al verlo casi completamente recuperado de sus heridas.-... ven Tyler, acompáñame.-
- ¡No puedes llevártelo!, es más seguro que permanezca con mi escuadrón hasta que...-
- Hasta que le asignen un instructor híbrido, ¿Cierto?... bueno, de eso ya me encargué yo, solicité a los Líderes ser el instructor de Tyler, pues es mi obligación protegerlo por ser quien lo encontró en primer lugar... según las leyes de Cilt, ese es mi deber.- Iker responde serio, aunque notaba un poco de sarcasmo en su voz, era claro que ambos no se caían muy bien.
- Ellos aún no lo han decidido oficialmente, no seas necio Iker, no quieras meterte en problemas.- Adara estaba realmente irritada ante su respuesta inusualmente segura.
- Bueno, puede que no sea oficial aún, pero Kassia lo puso bajo mi protección y lo sabes. A demás... no querrás que ella o Darius sepan que desobedeciste órdenes directas, ¿o sí?- El simple nombre de Darius es suficiente para callar a Adara por un momento, y aunque yo no sabía muy bien qué era lo que sucedía y estaba confundido, prefería confiar en las palabras de Iker.
Me levanto de mi asiento y me despido de todo el escuadrón que se había quedado conmigo hasta esa hora, para después caminar a donde se encontraban Iker y Adara. Ella ya había entrado en silencio al interior de Iker, tal parece que esta vez mi ingenioso amigo había logrado salirse con la suya de alguna forma.
- Iker, te extrañé amigo, aunque empezaba a creer que te habías olvidado de mí.- Le doy unas leves palmadas en su lomo para saludarlo de una mejor forma, evitando tocar sus heridas recientemente curadas.
- ¿Estás bromeando?, yo no olvidaría a un amigo en un sitio como este...- Dice de forma seria, dando una mirada severa al resto del escuadrón.-... Vámonos de aquí, no quiero seguir en este lugar de mala muerte.- El rencor que Iker le tenía al escuadrón era palpable, y aunque no era prudente hacer preguntas en ese momento, realmente sería algo de lo que conversar después.
Iker abre su puerta izquierda al ser ese el espacio que quedaba libre en su interior, cosa que me recordó el hecho de que esta era la primera vez que Iker me ofrecía un paseo, lo cual era emocionante para mí. Al entrar puedo notar que su cuerpo es notablemente más robusto que el de Tori y Kassia, pues el espacio libre en su interior era mucho más reducido, y los músculos de sus hombros y toda su complexión en general era un tanto más desarrollada, cosa que podía deberse a que Iker era un macho, o que se ejercitaba mucho más que ellas dos. Entro de forma cuidadosa y con un poco más de habilidad que en otras ocasiones, pues ya sabía qué posición tomar para no incomodar a Iker ni lastimarme a mí mismo con sus huesos que igualmente resaltaban un poco en su piel oscura.
Una vez que Adara y yo nos encontrábamos dentro, Iker cierra sus puertas y reanuda su carrera hacia el centro de Cilt. Iker era realmente veloz, y pese a que no era la primera vez que soy llevado de dicha forma por un híbrido el impulso seguía siendo algo difícil de controlar, tanto que busco algo de lo que sujetarme en su puerta, y para mala sorpresa mía algo roza la palma de mi mano y me hace un pequeño raspón que empieza a sangrar inmediatamente. Me llevo la mano a la boca para tratar de parar el sangrado, mientras busco aquella cosa que me había propiciado dicho corte, y después de buscarlo por unos segundos, logro percibir la punta de una flecha que Iker tenía incrustada de lado a lado en su puerta izquierda, y al ser esta una flecha de doble punta era claro el por qué no se le pudo extraer antes de que su tejido cerrara por completo. La gran y notoria cicatriz alrededor de la flecha solo mostraba que no había sido una herida limpia, y que era posible que Iker se haya hecho mucho daño al intentar quitársela por su cuenta, cosa que al parecer no funcionó y no tuvo de otra además de dejarla ahí. Si bien no era una herida mortal y que las puertas de los híbridos tienen la misma importancia que una extremidad más, debió haber perdido una cantidad importante de sangre en el proceso.
Mientras trataba de imaginar un posible escenario en que alguien hubiera sido lo suficientemente osado, o estúpido, como para disparar una flecha a mi querido amigo, volteo el rostro hacia el lado derecho, Adara se veía pensativa y se mantenía callada durante todo el camino, ni siquiera los repentinos saltos que Iker daba al sortear los obstáculos del bosque la hacían reaccionar, simplemente mantiene la mirada baja, acariciando su brazo en el cual tenía unas profundas cicatrices.
- ¿Está todo bien... Adara?- Le pregunto con cierta preocupación, intentando ocultar el dolor de mi más reciente herida.
- Ohh, bueno... en realidad no.- Me mira a los ojos, y en ella podía notar mucha angustia.-... Saemus es mi pareja, Tyler. Él salió con un grupo de cazadores aún algo inexpertos para enseñarles algunas nuevas técnicas, y él siempre regresaba después de tres o cuatro días... pero ahora regresaron después de dos semanas y media. No sabes cuánto me preocupó... no supe nada de él en todo ese tiempo.- Levanta ligeramente la vista en dirección a la ventanilla de Iker para percatarse de que ya faltaba poco para llegar al centro.- Es eso... estoy preocupada por él. Pero al menos sé que está vivo y está bien, eso es lo importante.- Trata de ocultar aquellos fuertes sentimientos con una voz seria, pero no era precisamente buena en ello, sus ojos ya estaban enrojecidos por sostener el llanto.
- Ya escuchaste a Iker, él y su escuadrón están bien, no hay nada de qué preocuparse ahora, ¿Está bien? Podrás verlo en cuanto lleguemos.- Tomo delicadamente el hombro de Adara y eso parece levantarle un poco los ánimos, pues da una leve sonrisa y apoya su mano sobre la mía.
- Gracias, Tyler.- Sus ojos seguían llenos de angustia, pero de alguna forma mi comentario le había hecho sentir mejor, aunque fuese por unos instantes. Ella quería decir algo más, pero prefiere quedarse en silencio para no romper el llanto, y simplemente regresa a su posición original, a lo que yo regresé mi mano hacia mi cuerpo, pensando por un momento en el escenario que nos esperaba.
Al llegar al centro de la ciudad se podía apreciar actividad desde donde nos encontrábamos ya, y mientras más nos acercábamos al lugar donde atendían al escuadrón veíamos más médicos en la zona. El escuadrón no había llegado siquiera al estrado de piedra, pues fueron recibidos en cuanto cruzaron la fortaleza que delimitaba Cilt. Iker se acercó todo lo posible a la escena, pero los mismos médicos híbridos impedían que la gente se acercara demasiado a ellos para no entorpecer la ayuda, al ver esto decide detenerse y abre sus puertas para dejarnos salir, cosa que Adara no toma ni un segundo en hacer. Yo en cambio bajo con delicadeza y me mantengo a un lado de Iker sosteniéndome de su puerta la cual mantenía abierta al dedicar toda la atención enfrente, no se percata que yo ya estaba afuera hasta que me pongo de cuclillas a su lado para que me pudiera escuchar bien entre todo el bullicio. Adara intentaba pasar desesperadamente entre la barrera de los Médicos híbridos, trataba de convencerlos de dejarla pasar a buscar a Saemus.
- ¿Qué sucedió aquí Iker? ¿Es normal que los cazadores lleguen así?-
- No... no lo es. Ha pasado mucho tiempo desde que algo así sucedió, los Vortex no suelen atacar a los cazadores... simplemente les roban las presas y ya. Esto fue un ataque organizado.- Puede que Iker y los cazadores no tuvieran una relación precisamente buena, pero eso no le impedía mostrar empatía hacia ellos.- Por suerte nadie está herido de gravedad a excepción de un humano, pero creo que podrá salvarse...- Iker parece olfatear algo, y voltea ligeramente hacia mí.- T-Tyler, ¡Estás sangrando! ¿Cómo te hiciste eso?-
- Solo es un raspón Iker, nada muy grave...- Volteo a ver mi mano, pero lo que me encuentro no es demasiado agradable, el aparentemente inofensivo raspón resultó ser una herida un tanto profunda, y aunque ya no me dolía mucho el sangrado se había intensificado, tanto que la sangre ya me escurría hasta el codo.- Ehh... bueno, a lo mejor no es tan pequeño como creí, pero voy a estar bien, en serio.-
- No tenías eso cuando te recogí... oh no, te cortaste con la flecha de mi puerta... ¿Cierto? Esa cosa está oxidada y te puede infectar la mano Tyler.- Iker se veía muy preocupado mientras inspeccionaba mi herida con la vista.- ...Okay, hagamos algo, extiende tu mano para que la pueda ver bien.-
- Tranquilo Iker, en serio no hay nada de qué preocuparse, en serio... ¡¿Qu-qué haces Iker?!-
- Trato de curarte, si te hubiera dicho precisamente como lo haría, ni siquiera habrías puesto la mano.- Iker había pasado su lengua sobre mi mano sin siquiera advertir, la saliva hacía que la herida ardiera un poco más, y me había dado un pequeño susto al no saber lo que hacía, pero me daba cuenta que el sangrado había parado casi de inmediato. Sabía que la saliva de los híbridos era una de tantas razones por las que sus heridas curaban tan rápido, pero no tenía idea que servía igualmente en humanos.- Ya sé que esto es raro para ti, pero tienes que confiar en mí... sé lo que hago, ¿Está bien?- Iker dice calmado, esperanzado a que yo me dejara ayudar por él.
- E-está bien Iker, yo confío en ti... ¿Pero estás seguro de que funciona en humanos?-
- Mmmh... ¿Eso creo?- Ante la duda de Iker le doy un pequeño gesto de desagrado, cosa que le hace gracia.- jajaja, ¡Pero claro que estoy seguro! Confía en mí, no es la primera vez que hago esto.-
Sin que su sonrisa confiada me dejara más opción, le tiendo de nuevo la mano para que siguiera haciendo lo suyo, el dolor ya era bastante agudo, pero fue cuestión de unos cuantos lengüetazos más para que el dolor cesara poco a poco y que pudiera mover mis dedos sin que la herida volviera a sangrar demasiado. Puede que dicho método de curación no era para nada habitual, y que me sentía bastante extraño al recibir esa curación de parte de mi mejor amigo, pero al ser algo tan común entre híbridos aliviaba un poco ese sentimiento. Finalmente Iker parece convencido de que ha sido suficiente e inspecciona la herida una vez más, y me voltea a ver una vez que estaba satisfecho con la apariencia de la herida.
- Trata de que no se ensucie y no uses esa mano por un par de horas, verás que estará curada en cuanto menos lo esperes.- Iker se veía orgulloso de su trabajo, a lo que yo solo puedo asentir y actuar lo más normal que podía.-
- Gracias Iker, eso haré.- Toco su nariz con mi mano sana con tal de agradecerle, al mismo tiempo que volteo de nuevo hacia donde Adara.
Tal parecía que ella finalmente había convencido a los Médicos de dejarla pasar. Había una muchedumbre en el lugar y se le hacía difícil divisar a su pareja entre todas las personas que ahí estaban. Mientras Adara buscaba frenéticamente a su novio, yo intentaba imaginar la apariencia del tal Saemus, quien a juzgar por su nombre y el alto rango de Cazador que tenía junto con Adara él debía ser un hombre bastante fornido, pero sobre todo debía ser alguien fuerte en carácter y físico, y el único que encajaba con dicha descripción imaginaria era uno de los cazadores humanos que alcanzaba a distinguir desde donde estaba en ese momento, un hombre joven de unos veintitantos, alto y fornido, de cabellera corta y castaña, y el mismo se veía que buscaba igualmente a alguien entre todas las personas en el lugar.
- Oye Iker... ¿Ese de ahí es Saemus?- Digo apuntando hacia aquél hombre.
- Mmh... no alcanzo a verlo, mis ojos están al nivel de las rodillas de todos, ¿Lo olvidas?- Iker dice sarcásticamente al no poder ver nada.
Adara seguía sin verlo, pero no pasó mucho tiempo hasta que las personas se apartaron un poco y él ya era más visible.
- ¡Saemus!- Adara empieza a correr en dirección de los pocos rezagados del escuadrón, precisamente hacia donde había visto a aquél chico que destacaba de entre la multitud por su altura.
Se abre paso entre la gente y empezaba a perderla por un momento. Aquél joven distraído parece no haberla visto aún, su vista estaba fija en otro lugar, hasta que voltea hacia el lado contrario de donde Adara al escuchar una voz que lo llamaba, al mismo tiempo que toma a otra chica entre sus brazos, misma que lo recibía con un beso, pero esa chica no era Adara. Al parecer ese no era Saemus.
Logro divisar nuevamente a Adara quien seguía corriendo, pero su objetivo claramente no era aquél joven. Ella se detiene de un momento a otro y se deja caer con cuidado de rodillas al suelo, extendiendo sus brazos ampliamente, y momentos después un gran y robusto Camaro híbrido llega rápidamente a llenar ese espacio, levantando su cuerpo lo suficiente para darle un beso a su amada.
Yo realmente no podía creer lo que estaba viendo en ese momento, pues nunca creí que Saemus fuese siquiera un híbrido.
- ... Oh sí, ahora lo veo. Sí, él el Saemus.- Iker dice con naturalidad al poder ver por fin a Adara reunida con su peculiar pareja, mientras yo me quedo boquiabierto por unos instantes.
- ¿Saemus... es un híbrido?-
- Uh... sí.- Iker responde algo extrañado hacia mí.
- ...¿Un Camaro híbrido?-
- Presiento que estás algo impresionado, Tyler.-
- Bueno, ¡Claro que voy a estar impresionado! Quiero decir... nunca imaginé que Saemus fuera un híbrido, y nunca había visto algo así, no es muy común...- Pienso en voz alta tratando de asimilar la singular escena, que a la par de extraña, se me hacía emocionante.
- ¿Qué quieres decir con "no muy común"?- Iker parecía haber malinterpretado mi comentario, pues podría decir que se veía algo ofendido.- Las parejas mixtas son muy normales aquí, no hay nada de malo en ello...-
- Oh, no me refería a eso Iker, me refiero a que no es común para mí verlos, no hay muchas parejas mixtas en la Metrópoli como para recordar alguna... cielos, esto es genial, diferente, pero genial.- Aquello parece calmar un poco a Iker, quien por alguna razón tomó a mal mi comentario.
- Je... bueno, aquí vas a poder ver a muchos así, no te debería sorprender tanto.-
Al poco tiempo que Adara y Saemus se habían reencontrado después de una larga ausencia, ambos regresan a donde Iker y yo estábamos esperándolos. La presencia de Saemus al estar ya frente a nosotros hace a Iker retroceder unos cuantos centímetros, era obvio que a diferencia de Adara, Saemus le inspiraba algo de respeto o temor, cualquiera de los dos, aunque a Saemus no parecía importarle en ese momento. Él se veía ser un híbrido confiado de su misma fuerza pues era un híbrido realmente grande, su piel amarilla mostraba numerosas heridas frescas y unas cuantas cicatrices, de las cuales las más profundas eran unos rasguños en su boca los cuales estuvieron a punto de rebanarle los labios. Las tres cicatrices rectas lo hacían ver un tanto más intimidante, pues denotaba ser un híbrido curtido en batalla pese a que su único rango era el de cazador al igual que el de su amada Adara.
- ¡Qué gusto poderte conocer al fin Tyler! Tu padre siempre nos contó mucho sobre ti... aunque claro, creo que eso ya te lo han dicho muchas veces en todo el día.- Su voz era fuerte, profunda y energética, realmente él era un macho híbrido que imponía respeto y admiración ante todos los que lo veían.
- No tienes idea de cuantas veces me lo han dicho Saemus, pero está bien, no me cansaría de que lo dijeran de todas formas.- Esperaba el momento en que Saemus le dirigiera la palabra a Iker, pero tal momento parecía que no sucedería, por lo que sigo hablando con él.- Y... ¿Qué les pasó a ti y a tu escuadrón? Supe que no les fue muy bien.
- Ohh, fue terrible. Los rebaños de ciervos se habían movido más hacia el sur de lo habitual, seguimos sus rastros por varios días pero empezó a llover y lo perdimos, después de eso a uno de mis alumnos lo mordió una serpiente y tuvimos que acampar otro par de días para que se recuperara por completo y poder continuar. Hasta que por fin encontramos de nuevo al rebaño lo seguimos y conseguimos buena caza, entre mis alumnos y yo conseguimos siete, todos de buen tamaño...- Saemus suspira pesadamente, resoplando con fuerza por la ligera rabia que mostraba al hablar en ese momento.-...De no ser por esos malditos Vortex hubiéramos regresado a casa con comida, nos quitaron todo, y eso no fue suficiente para ellos. Nos atacaron en grupo, pero por suerte otro escuadrón nos localizó antes y pudo ahuyentarlos... aunque no recuperamos nuestras presas.-
- Bueno... lo importante es que regresaron a salvo querido, sus vidas valen mucho más. De todas formas creo que aún hay reservas en el banco de alimentos, no nos hará mucha falta.- Adara le da un pequeño beso a Saemus sobre su nariz para calmarlo un poco, cosa que parece funcionar.
- Sí, eso es cierto... pero no puedo dejar de pensar en ello. Los Vortex no suelen actuar en grupos tan grandes, no es normal. Generalmente son híbridos solitarios o parejas... no manadas, eso es extraño, avisaré a Kassia sobre ello en cuanto pueda. Por ahora, quisiera que conocieras a unas personas Tyler, claro, si no te molesta.-
- En lo absoluto, me gusta conocer gente aquí en Cilt.- Contesto algo emocionado ante la propuesta de Saemus, y después de que él y Adara empiezan a dirigirse hacia una zona donde igualmente se encontraban más cazadores, yo volteo a ver a Iker para invitarlo a venir conmigo. Él no se veía muy convencido, pero decide hacerme compañía igualmente.
Iker se mantiene callado y con una posición más defensiva de lo habitual, algo lo empezaba a incomodar y era bastante obvio aunque no quisiera decir ni una sola palabra, a lo que me detengo por un momento para saber qué era lo que pasaba.
- Hey Iker, ¿Está todo bien amigo? Veo que no te sientes muy cómodo estando cerca de Saemus.- le digo en voz baja, evitando a toda costa que alguien más del escuadrón escuchara.
- Oh, no es eso... es que hay demasiada gente... aborrezco las multitudes, es todo.- Su fingida sonrisa no podía engañarme, era claro que trataba de ocultar su verdadera incomodidad, pero no lo obligaría a decírmelo, a lo que simplemente me mantengo a su lado al andar, mostrándole que no estaba solo en esto.
Ante la pequeña demora que había tenido con Iker, Saemus y Adara regresan junto con un grupo de niños y crías híbridas quienes se veían ser de diferentes edades, las cuales variaban entre 7 y 12 años (y sus respectivos equivalentes en años de híbrido). Los niños seguían a Saemus de forma ordenada, aunque murmuraban con emoción entre ellos al verme.
- Tyler, te presento a mi más grande orgullo, mis alumnos favoritos, los mejores en su clase.- Dice Saemus en voz alta con afán de presumir a sus más jóvenes aprendices de forma un tanto sarcástica.- Veinte cazadores miniatura que pronto formarán el escuadrón 9 para reemplazarnos a nosotros, el escuadrón 15, como el mejor escuadrón de todo Cilt... ¿No es así, queridos alumnos?-
- ¡Sí maestro!-
El energético y perfectamente coordinado grito de los pequeños me sobresalta por un momento, causando unas pequeñas risas entre los diez niños y diez híbridos pequeños que conformaban el singular escuadrón. Desde muy jóvenes ya se les había asignado su compañero híbrido, cosa que parecía ser crucial para pertenecer a un escuadrón de cazadores.
- Cielos, ¡Ustedes sí que dan miedo!- Digo hacia los niños para intentar de ganarme su cariño, pues su atención ya la tenía desde el momento en que me vieron. Los niños empezaban a reír de forma más audible ahora.
- Señor Hopper, ¿Podemos hacerle unas preguntas?- Un niño de cabello lacio, negro y tan largo que le cubría completamente los ojos alza la voz entre sus compañeros mientras levantaba su mano, aquél niño era el único que se mantenía un tanto serio a diferencia de sus compañeros.
- Por supuesto, pregunten todo lo que quieran, claro mientras su capitana lo permita.- Volteo a ver a Adara quien ahora se encontraba mirándonos, y asiente ligeramente con la cabeza. Saemus se había entretenido hablando con otros colegas Cazadores que no estaban muy lejos de ahí.
- ¿Es cierto que lo atacó un Vortex?- Pregunta con curiosidad aquél niño, haciendo que los demás guardaran silencio.
- Sí, es cierto... ¿cómo supieron eso? Las noticias aquí corren más rápido de lo que creí.- Los niños ríen ligeramente ante mi comentario.- En realidad, de no ser por su capitana Adara, yo no habría logrado salir de esa.- Los niños ahora se veían mucho más interesados en la pequeña anécdota.
- Oh vamos, no te salvé, solo estaba haciendo mi trabajo...- Adara dice con algo de modestia, tratando de no acaparar la atención de sus alumnos.
- ¡Pero claro que me salvaste! A demás, ella me salvó de seguir viviendo en un horrible y oscuro lugar llamado la "Metrópoli Europea".- Trataba de añadirle un poco de dramatismo al pequeño relato, esperando que Adara me siguiera la corriente igualmente, a lo que ella se resiste por un momento.- ... Yo vivía en una solitaria y pequeña casa, sin siquiera saber de la existencia de este bonito lugar... y una noche, alguien tocó a mi puerta, era tarde y llovía, yo estaba asustado de quién era la persona que llamaba a la puerta a tales horas...- Me acerco hacia Adara quien seguía de brazos cruzados y sin hacer ni un gesto, mientras yo actuaba estar asustado ante la puerta imaginaria que tenía Adara frente a ella, causando las risas de los niños.- ...entonces, una misteriosa mano apareció en cuanto abrí la puerta, y me puso algo extraño en mi cuello...- Esperaba alguna reacción de parte de Adara, y pese a que no estaba muy convencida de tomar papel en la improvisada obra de teatro, las miradas atentas de los niños la hacen sucumbir, y finge pasar su mano por la puerta imaginaria, tocándome el cuello, a lo que momentos después fingí haberme desmallado, haciendo que los niños explotaran en risa.
- ¿Entonces la capitana hizo que se quedara dormido en el piso?- Dice inocentemente el mismo niño que hizo la pregunta, a quien le empezaba a notar una sutil sonrisa en su rostro.
- Bueno... sí, me desmayé, pero como los desmayados no hablan, Adara les contará el resto.- Me quedo tumbado en el piso con mis ojos entreabiertos, esperando la reacción de los pequeños, enfocando su atención en Adara.
- Ehh... bueno, después de eso yo lo empecé a arrastrar hasta la puerta, sin saber que él seguía bastante despierto como para escuchar todo lo que pasaba...- Adara me toma de los brazos y me empieza a arrastrar un par de metros sobre el pasto.- Y al llegar a la puerta no podía seguir arrastrándolo, así que...-
- Así que Adara, como es muy fuerte, me cargó hasta donde Tori nos esperaba.- Me levanto rápidamente del piso y me pongo frente a Adara.-... disculpa.- Digo algo apenado hacia Adara aunque ella no supiera a lo que me refería en ese momento, pero pronto lo supo al ser yo quien la cargaba a ella sobre uno de mis hombros, Adara era más ligera de lo que creí, por lo que se me hacía fácil cargarla por unos instantes más.- ¡Ella me cargó justo así! Pero como soy muy pesado y ella está cansada por eso lo estoy haciendo yo... pero ella lo hizo mucho mejor.-
- Ja ja ja ¿Tyler, qué haces? ¡Bájame! No es necesaria tanta demostración.- Adara reía fingidamente y ligeramente apenada, a lo que le hice caso en ese momento y la bajé con delicadeza, pues a pesar de que sabía que lo que había hecho la había tomado por sorpresa, sentía en ella la suficiente confianza como para hacerlo.
- Y así niños, fue prácticamente mi rescate, todo gracias a su capitana Adara.- Los niños aplaudían ante la pequeña demostración mientras yo apoyaba mi mano en el hombro de Adara, aunque Iker parecía no estar del todo tranquilo, pues miraba inquietante en dirección hacia nosotros.
- Uhm... Tyler, quítate de ahí.- Dice Iker en voz baja, casi inaudible por el ruido que hacían los niños, aunque hacía lo posible por señalar hacia lo que fuera que estaba viendo en ese momento.- Ven... ahora.-
- ¿Mmh?- Me volteo ligeramente hacia atrás y me sorprendo al ver a Saemus directamente, se encontraba a poca distancia de mí, y sus ojos azules no me veían de la misma forma, no con tanta confianza. Se me hacía extraño que ahora su gesto fuera mucho más intimidante que antes.- Oh, hola Saemus, no vi cuando volviste, tus alumnos solo estaban haciendo unas preguntas y...-
- Sí vi tu pequeña demostración... es una forma interesante de mostrar su fuerza ante los niños, joven Tyler... aunque no la más adecuada, debo decir...- En un pequeño gesto, Saemus ordena a los pequeños a retirarse del lugar, y no tardan más de unos cuantos segundos en irse, algo no andaba del todo bien, Saemus estaba a la defensiva y nos veía a Iker y a mí con seriedad.
- Tyler... vámonos.- Iker podía presentirlo mejor que nadie, la tensión en Saemus posiblemente provocada por jugar con Adara de esa forma era bastante notoria. Puede que nunca haya visto un híbrido en ese estado, pero era claro que no estaba cómodo conmigo estando cerca de su chica, a lo que Adara igualmente se interpone.
- Tyler solo estaba contestando a las preguntas de los niños Saemus, no hay razón de ponerse a la defensiva, no me hizo daño...- Adara hace lo posible para apaciguar a su pareja, cosa que parece funcionar por unos momentos.- ... Vamos a casa, necesitas descansar.-
Saemus mantiene su vista fija en mí y no se mueve de su lugar pese a la petición de Adara, y la situación no parecía mejorar aunque yo ya me encontrara nuevamente con Iker, listo para irme junto con él en cuanto ya no fuera peligroso darle la espalda a Saemus, pero él parecía no cedernos la retirada sin un enfrentamiento previo de miradas.
- Ya déjalo Saemus, Tyler no estaba haciéndole nada a Adara, él no busca robártela y ella misma te lo dijo, él es más inteligente que eso y sabe que esos simples juegos son solo eso... juegos, y que no significan nada.-
- ¿Te atreves a contestar, Iker? ¿Qué acaso olvidaste que tú ya no tienes voz aquí?- Responde Saemus con voz fuerte y autoritaria, haciendo enojar a Iker.- ¡No es tu deber contestar por el humano!-
- ¡Lo es y lo seguirá siendo hasta que se pueda valer por sí mismo en Cilt! Él simplemente no sabe lo que hace, no sabe convivir con híbridos, y tú no le das oportunidad... deberían negarte trabajar con humanos con ese temperamento... ¿Qué acaso no entiendes que es injusto pelear con un humano? ¿O es que quieres pelear contra alguien de tu misma fuerza, Saemus?-
El comentario de Iker hace enfurecer a Saemus, y en cuestión de pocos segundos él estaba tomando impulso para abalanzarse contra Iker, ambos se encuentran y se empujan uno al otro, y pese a que no usaban los dientes para atacarse el escenario no era nada agradable, aunque el enfrentamiento había acabado demasiado pronto, pues Saemus era mucho más grande y fuerte que Iker, por lo que le fue fácil poner a mi amigo en una posición vulnerable al estar panza arriba, y con Saemus encima haciéndole presión sobre su abdomen. Ambos levantaban una nube de polvo ante el forcejeo, y los agresivos gruñidos llamaban la atención de los demás.
- ¡Suéltalo! ¿Es a mí a quien quieres no? ¡Bien! Suéltalo y arreglemos esto a tu manera...- Digo con desesperación empujando a Saemus con mi mano sana, en un vago intento de que dejara a Iker en paz.
- T-Tyler, ¡Aléjate!- A Iker le costaba trabajo hablar al estar soportando el peso de Saemus sobre sus costillas, pero tal parece que el corpulento Camaro reacciona ante mis palabras, y baja del cuerpo de Iker hasta estar nuevamente enfrente de mí, ahora sin nadie que se interpusiera.
- ... Bien, joven Tyler, eres valiente para retar así a alguien como yo.- Dice Saemus con frialdad, mientras libera a Iker de su agarre y empieza a avanzar, despacio.
- Esto no es un duelo, yo nunca te reté... ¿Qué es lo que quieres? ¿Quieres que me vaya? Eso haré... aunque no entiendo por qué si en un principio parecía que te caía bien...- Iker logra reestablecerse y se sostiene de nuevo sobre sus cuatro ruedas, listo para protegerme si era necesario.
- Je... se nota que no heredaste mucha de la inteligencia privilegiada de tu padre... Marcus... es una lástima.-
En cuanto creía que ya no habría otra opción además de una injusta pelea sin sentido con Saemus, y sin saber que podría hacer para defenderme además de correr, un notorio silencio se hacía presente en todo el lugar, el silencio pone a Saemus en alerta nuevamente de sus alrededores al igual que a mí, y fue una gran y conveniente sorpresa el ver que Kassia se acercaba hacia nosotros. Su paso era tranquilo, pero su cara mostraba un notorio disgusto hacia la situación. Aprovechando la conmoción del momento, Iker retoma su posición al interponerse entre Saemus y yo, aunque parecía que su protección ya no era necesaria, pues Saemus empezaba a retroceder, avergonzado de su actitud. Al parecer los cuatro líderes habían asistido al lugar para agilizar la ayuda, pues el mismo Darius veía desde la distancia a su pareja intervenir en dicho asunto.
Kassia ya se encontraba en medio de ambos bandos, ella podía ser una híbrida un poco más pequeña en tamaño que Iker, pero su mera presencia hacía retroceder incluso a un híbrido tan grande como Saemus. Ella se queda en silencio por unos momentos más, viéndonos a nosotros primero, inspeccionando que no nos hubiera pasado nada, y después dedicándole una mirada severa a Saemus, quien no sabía que decir en ese momento.
- Líder Kassia, yo... lamento que haya tenido que ver eso, es solo que...-
- Silencio.- Su inusualmente fuerte voz me hizo pasar saliva, inseguro de lo que pasaría después.- Aquí nadie pelea mientras esté yo cerca. No me importa quién de los dos empezó todo esto pero tú eres el más experimentado Saemus, era tu responsabilidad evitar llegar a la violencia, sobre todo tratándose de un humano.- Saemus estaba demasiado apenado como para mantener la mirada fija en Kassia, pues al ser ella su líder inmediato, su rango podía estar en peligro si la desobedecía.
- Lo lamento mucho, líder Kassia... Fue un acto estúpido de mi parte, no volverá a ocurrir.-
- Que así sea, hablaremos de ello después de que me ayudes a atender a tu escuadrón.- Vuelve la mirada a nosotros, menos tensa pero igualmente seria.- Y tú Iker, eres el responsable de la seguridad de Tyler, pero eso no únicamente significa recibir los golpes por él, es tu responsabilidad enseñarle a convivir con híbridos para evitar cosas así, ¿Quedó claro?-
- ...Sí, Líder Kassia.-
- Bien, ahora todos regresen a sus asuntos, ya no hay nada que ver aquí.-
Saemus da la media vuelta en dirección de Adara, quien se había quedado petrificada ante todo lo que sucedió en esos pocos segundos al igual que yo. Ella simplemente se limitó a acompañar a Saemus a donde fuese que tuvieran que ir en ese momento, aunque ella también se veía apenada por la forma en la que todo tuvo que terminar, con Kassia interviniendo para evitar una pelea mayor, Saemus siendo humillado, e Iker recibiendo una innecesaria paliza por mí. Sigo confundido por lo que esa pequeña e inofensiva acción pudo provocar en unos segundos, este lugar era realmente diferente a lo que estaba acostumbrado.
- ¿Estás bien Tyler?- Kassia pregunta con un poco de angustia, dejando de lado el porte serio y dominante con el que había intervenido.
- Sí, yo estoy bien, solo... confundido, es todo.- La breve conmoción había hecho que mi mano volviera a sangrar un poco al moverla más de lo que debería, y era posible que Iker tuviera que curarla de nuevo.- ... Kassia, ¿A caso hice algo malo? Yo solo estaba bromeando con Adara, y Saemus se lo tomó a mal... No sé qué hice para que se enojara tanto.-
- Bueno... esta es una temporada especialmente difícil para muchos híbridos y cualquier cosa puede hacerlos enojar, sobre todo si se trata de su pareja. No fue completamente tu culpa Tyler, pero tienes mucho que aprender aún. Pero estoy segura que Iker podrá resolver todas tus dudas, yo confío en él.- Kassia voltea a un lado para ver detrás de mí un poco sorprendida.- Creo que Iker ya se te adelantó, ve con él si no quieres dormir al aire libre, las noches suelen ser un poco crueles.-
- ¿Qué? Oh...- Iker se había ido del lugar sin avisar, aunque aún no había recorrido demasiado camino y aún era bastante visible entre todas las personas que seguían en el lugar.- Está bien uhh, entonces nos veremos otro día Kassia, gracias.-
Kassia asiente y se da la vuelta para regresar con Darius, quien ya se encontraba ayudando a transportar a los heridos a la bahía médica junto con su equipo de Médicos.
- ¡Espera Iker!- Me es necesario correr para alcanzarlo, y una vez que logro estar a su lado poso mi mano sobre su lomo.- Más despacio amigo... mis piernas no son igual de rápidas que cuatro ruedas tuyas.- Iker parece escuchar y se detiene poco a poco, aunque su respiración seguía siendo algo agitada.-... Hey, tranquilo amigo... ¿Estás bien?-
- ... No, no lo estoy.- Era claro que Iker seguía molesto, lo podía ver en las pupilas de sus ojos que seguían un poco contraídas.- Lo que hizo Saemus fue estúpido, no debió reaccionar de esa manera... La verdad me dio miedo de que te pasara algo, Ty.- Su voz duda por un momento, y simplemente suspira para abrir de nuevo su garganta y dejar que las palabras salieran de nuevo.-Ni siquiera pude detenerlo un segundo para protegerte... empiezo a dudar que los líderes hayan escogido un buen instructor para ti.-
- Pero... Kassia acaba de decirme que ella confía en ti, Iker.- Me pongo en cuclillas frente a él para poderlo ver a los ojos.-... Y no creo que alguien como ella pueda decir mentiras, no con el rango que tiene.- Iker tenía la vista baja, pero poco a poco gana confianza de volverme a ver a los ojos.- Te lo gradezco Iker... pero no tienes porqué pelear todas mis batallas, si lo haces entonces no aprenderé nunca. Je, sinceramente yo soy el tipo de persona que tiene que aprender por las malas.-
Iker recuperaba su sutil sonrisa mientras más hablaba con él, cosa que me tranquilizaba.
- De acuerdo, pero no prometo nada Tyler Hopper, aprende rápido o te meterás en problemas de este tipo o peores y no tendré más remedio que ofrecerme de nuevo como carnada.- El típico sarcasmo de Iker regresa, y ambos caminamos hacia lo que parece ser el lugar donde pasaremos la noche.
Después de que mi amigo se diera cuenta nuevamente de mi mano que sangraba, y que volviera a darle un par de lengüetazos para volverla a cerrar, Iker abre sus puertas, ofreciéndome de nuevo ser llevado por él, y yo con gusto acepté. Realmente estaba demasiado cansado como para resistir la caminata que nos esperaba. Estando dentro de Iker me percato de no volver a sentarme en el lado en que la flecha estaba incrustada en su puerta, pues no quería volverme a rebanar la mano. Iker avanzaba tranquilamente por entre los senderos de tierra que conectaban cada uno de los sitios de Cilt, pasamos a un lado del Domo del Consejo y nos adentramos al bosque en dirección contraria al sendero que había tomado junto con Adara para ir a la aldea de los cazadores. Este nuevo camino era más corto, y la sección de bosque que atravesábamos era menos densa, por lo que aún penetraba un poco de la luz que le quedaba al atardecer, la temperatura empezaba a bajar notoriamente, y empezaba a haber cada vez menos actividad en Cilt.
Nuestro destino estaba dentro de una gran mina abandonada, iluminada por tenues luces rojas que únicamente eran útiles para que no te dieras de frente contra una de las paredes de la cueva. Aquello por dentro era un entramado complejo subterráneo en el cual se ocultaban muchas habitaciones, las cuales podían albergar híbridos y humanos. El complejo tenía tres pisos de altura, dos elevadores y escaleras, y pese a que era oscuro no era difícil encontrar tu camino hacia la habitación que te habían asignado. Iker sube a uno de los elevadores, el cual consistía de una plataforma elevada por unos robustos pistones hidráulicos, dicho mecanismo hacía un ruido metálico estruendoso, pero era la única forma en la que podríamos llegar al segundo piso, que era donde se encontraba la habitación. Una vez estando en el segundo piso, Iker me deja bajar de él para estirar las piernas por un momento, mientras él se acerca a la gran puerta y posa su nariz sobre la placa metálica que había en ella, el cerrojo electrónico hace un leve pitido y la puerta se abre. Iker me deja pasar primero y la habitación era muy oscura, pero al detectar movimiento las luces se prenden. Era una habitación demasiado sencilla, era claro que estaba diseñada para que un híbrido y un humano se instalaran cómodamente en su interior.
- Espero que no te moleste compartir habitación, es lo mejor que pude conseguir para ti en este momento... una vez que termine de ser tu instructor te asignarán una habitación para ti solo.- Iker acomoda la alfombra en la que él dormía, además de acercarme un sleeping bag que al parecer él había estado usando como almohada todo este tiempo, pero que aún se veía en buenas condiciones para protegerme del frío en la noche.
- Je... esto es mucho más cómodo que mi casa en la Metrópoli y lo sabes Iker... Esto es mucho más acogedor.- me siento sobre la alfombra y me quedo viendo a las paredes grises de la habitación.- Y... ¿Es cierto que ahora serás mi instructor híbrido? Porque de ser así no me estás enseñando cosas demasiado útiles Iker.- Digo con sarcasmo hacia él, mientras Iker tomaba lugar en su parte de alfombra y estiraba su cuerpo para poder tomar una buena posición para dormir.
- Por más que quisiera empezar las clases ahora ya es muy tarde...- Iker bosteza mostrando todos sus dientes y haciendo un ligero e involuntario gruñido al exhalar.- Será mejor que duermas Tyler... ha sido un día pesado para ti... y para mí.- Iker se acomoda y cierra sus ojos al tomar una posición cómoda, mientras yo termino de meterme en el sleeping y me acuesto en el piso, igualmente buscando una posición un tanto más cómoda.
- Sí, lo sé, ha sido un día pesado...- bostezo igualmente, cobijándome del frío con el sleeping.- vaya día...- Me acuesto de lado dándole la espalda.-... Iker?-
- ... ¿Mmhh?-
- ... Gracias por protegerme siempre... aunque eres algo torpe si crees que dejaré que te sigan golpeando por mis estupideces... eso no es justo para ti.-
- Mmh... je... tú mismo lo dijiste... uno se acostumbra...- Dice con un todo apenas audible.-... Soy un híbrido, Ty, no un copo de nieve... resisto cosas peores.- Iker murmura hasta que finalmente cae dormido, y escucho sus leves ronquidos desde donde estaba. Al parecer estaba lo suficientemente cansado como para caer rendido tan rápido.
- ...sí... uno se acostumbra a las palizas, Iker...- Cierro mis ojos, igualmente listo para dormir.- ... pero yo me encargaré de que no tengas que pasar por eso... nunca más.-
El cansancio puede conmigo y termina metiéndome en un profundo sueño. Aunque lo que yo no sabía en ese momento, era que Iker seguía despierto, fingiendo que había sido vencido por su cansancio físico, siendo capaz de escuchar las últimas palabras que, inconscientemente, le había dedicado esa noche. Haciéndolo recordar un sentimiento que había enterrado muy profundo dentro de sí mismo durante años, y que le dolía recordar.
Hybrid-Kira (2019)