En gramática, los verbos son un tipo de palabra o categoría gramatical, que expresa semánticamente una acción, esto es, un movimiento, un accionar, una existencia, estado o consecución. Es decir, son las palabras con las que denominamos a las distintas acciones y condiciones posibles. Vendrían a ser algo así como los “músculos” del idioma.
Al usar los verbos siempre debe haber una concordancia entre éstos y el sujeto, tanto en la persona como en el número; también se los conoce como el núcleo o la parte más importante del predicado. Además de todo, los verbos pueden ir en conjunto con complementos que pueden dar aún más información de cómo está ocurriendo la acción que el sujeto ejecuta.
Los verbos se pueden clasificar acorde a dos criterios a saber cuáles son, conforme su flexión, o bien acorde a su significado.
Por su flexión:
• Regulares
Verbos regulares son todos los que se ajustan a su modelo de conjugación sin alterar ni la raíz, ni las desinencias. Tanto la raíz como las desinencias se mantendrán iguales, es decir, seguirán el modelo en toda la conjugación. Ejm:
o Elena y yo nos amamos y respetamos.
o Él solo se alejó del peligro.
o No tomamos las debidas precauciones.
o El empleado tuvo que soportar los regaños.
o No nos permitieron salir a tiempo del trabajo.
• Irregulares
Por contraposición a los verbos anteriores, son aquellos verbos que si presentan algún tipo de variación en su palabra matriz. Se conoce como verbos irregulares, en todas las lenguas flexivas (es decir, en aquellas en las que existen conjugaciones), a aquellos verbos cuya conjugación difiere del paradigma de los demás verbos de la lengua (o sea, los verbos regulares). Ejm:
o Todos los días sueño.
o Voy a viajar a Europa por un año.
o Puedo regresar más tarde.
o Estoy afuera de tu casa.
o Sigo extrañando su risa y su presencia.
• Impersonales o defectivos
Como su mismo nombre indica, los verbos impersonales son aquellos que no tienen persona, es decir, no incorporan un pronombre personal y por lo tanto no tienen un sujeto. Son llamados también verbos defectivos, y son aquellos que sólo se conjugan en la tercera persona del singular. Casi todos describen el tiempo meteorológico. Ejm:
o Está por atardecer.
o Cuando salimos estaba amaneciendo.
o La semana pasada granizó tres días seguidos.
o Por aquí nieva muy poco.
o Tronó y relampagueó por horas.
Por su significado:
• Transitivos
Como su propia denominación indica, son verbos que trasladan la acción del sujeto al predicado, en efecto, se habla de verbos que llevan la acción a un determinado objetivo. Tienen un objeto directo. Ejm:
o Yo amo a Juan.
o Pasamos una tarde bonita.
o Cuando desperté, miré el reloj y me quedé petrificado.
o Mi padre cuidó a mi hermana cuando estuvo enferma.
o Estuve todo el día entrenando mis músculos.
• Intransitivos
Por contraposición a los explicados con anterioridad, se refiere a aquellos verbos que no ameritan el traslado de la acción, sino que ellos mismos por sí simbolizan la acción a realizar, tal es el caso de:
o Pedro camina.
o Por favor, no grite.
o Vino tarde, como siempre.
o Salté del susto.
o El dinero desapareció de golpe.
• Copulativos
En las reglas de la gramática, estos son los verbos que determinan un enlace explicativo entre el sujeto y el predicado, bajo la unión de un significado o bien el establecimiento de una característica, y estos verbos son: ser, estar y parecer, por ejemplo:
o Wendy es hermosa.
o Son casi las ocho de la noche.
o Se puso furioso con la noticia.
o Marta estaba harta de sus desplantes.
o El auto parecía nuevo.
• Reflexivos
Son los que aluden a una acción que el sujeto lleva adelante sobre sí mismo. Se conjugan siempre con un pronombre reflexivo que concuerda con el número y persona del sujeto. Muchos de los verbos reflexivos tienen relación con las rutinas de la vida diaria. Ejm:
o Yo me peino.
o Mi tía se emocionó con la noticia.
o Ensúciate todo lo que quieras.
o Se fueron sin decir adiós.
o Mañana hay que levantarse temprano.
• Auxiliares
Verbos que en la oración son utilizados para acompañar o reforzar la acción que se llevó a cabo, puesto que los mismos son considerados como un refuerzo para la acción. Estos verbos tienen una subdivisión, que los clasifica en: participio, infinitivo y gerundio. Ejm:
o Hubiera quedado con ella para tomar café.
o Debes comenzar a ordenar tus ideas.
o Necesita ir corriendo al baño.
o Debe haber comprado la versión más completa.
o Con esta cita me voy a quedar sin dinero.
La importancia de conocer la tipología de los verbos reviste una vital importancia para la gramática y la ortografía en la correcta conformación de oraciones.
Otras clasificaciones de verbos:
• Verbos simples
En todos los casos posibles, este tipo de verbo es el que forma parte del núcleo del predicado. Ejemplo: abrir, brincar, toar, descender, comer, saltar, escalar, subir.
• Verbos complejos
Son esos que están compuestos por más de una palabra. Además, los verbos parasintéticos también se cuentan dentro de este tipo y son los que se usan adheridos a un sufijo y un prefijo. Por ejemplo: Hondo y ahondar. Grave y agravar. Flojo y aflojar.
• Verbos indicativos
Son los que se usan de manera cotidiana y que se usan para expresar todas aquellas acciones que realizamos. No hay una regla establecida para estos verbos, sino que se pueden ajustar según el tiempo, la persona y la forma en la que se están conjugando. Por ejemplo: En el caso del verbo correr, en presente sería corro.
• Verbos subjuntivos
Los que nombran una acción de manera hipotética. Ejemplo: Que yo sepa, Que yo haya sabido, Que yo supiera.
• Verbos imperativos
Los que dan un mandato u orden específico y directo. Ejemplo: ¡Corre!, ¡Camina!, ¡Estudia!, ¡Báñate!, ¡Oigan!
También como en otras lenguas, los verbos principales del español pueden ser simples o compuestos, dependiendo de si requieren o no de un verbo auxiliar, o sea, de la cooperación de otro verbo para expresar su sentido apropiadamente. En nuestro idioma, el único auxiliar existente es el verbo haber (mientras que en otros también se usa el ser o estar) y cuando aparece junto a otros verbos constituye un verbo compuesto. Por ejemplo: “he vivido” (haber + vivir), “habrás tenido” (haber + tener), “habrán visto” (haber + ver). Como se verá, en esos casos se conjuga el auxiliar y no el otro verbo.
Los accidentes gramaticales hacen referencias a las desinencias de los verbos y los diferentes significados que los mismos pueden expresar. Los accidentes gramaticales del verbo son: persona, número, tiempo y modo.
Persona
La persona indica la relación que existe entre el verbo y el sujeto que realiza la acción que el verbo expresa. La persona puede estar en primera, segunda o tercera persona.
Primera persona: Cuando la acción expresada es realizada por la misma persona quien habla en la oración, se dice que está en primera persona. Dependiendo de quién o quiénes realizan dicha acción, la primera persona puede estar en singular o plural. Ejm:
• Yo entreno todas las mañanas.
• Todos los días voy al conservatorio para mis clases de violín.
• Todos quedamos contentos con su ponencia.
En estas oraciones, el sujeto de la oración es la persona que relata el hecho, es el protagonista de la misma.
Segunda persona: La forma verbal se encuentra en segunda persona cuando la acción es realizada por una persona, animal o cosa que es distinta del hablante.
En la oración “Tú eres una persona muy estudiosa” la persona que está expresando dicho enunciado se está refiriendo a otra y no a sí misma como sucede cuando la forma verbal está en primera persona. Es decir, está diciendo a quien le está escuchando que es alguien muy estudioso. Otros ejemplos:
• Cantas extraordinariamente bien.
• Juan, eres buen jugador de fútbol.
Tercera persona: Si el verbo expresado no se refiere ni al hablante ni al oyente, entonces la forma verbal es la tercera persona. Cuando decimos que “Ella es una actriz muy buena” estamos hablando de alguien ajeno a la oración. Otros ejemplos:
• Todos los días mi vecino practica cómo cantar.
• Ellos arribarán este viernes a la ciudad.
• Sus libros han vendido muy bien.
Número
Cuando la acción que expresa el verbo es realizada por un solo sujeto, el número es singular. Si la acción expresada hace referencia a varios sujetos, el número es plural.
Ejemplos en singular:
• Me gusta ir de paseo por el parque.
• Alberto es un gran nadador.
• Su comportamiento es muy sereno.
Ejemplos en plural:
• Antonio y yo asistiremos a la fiesta de cumpleaños.
• Debemos caminar diez cuadras para llegar a la escuela.
• Ellos van a cantar una obra en el nuevo teatro.
Tiempos verbales
El tiempo verbal indica cuándo se cometió la acción, y modifica significativamente la conjugación para reflejarlo. Esto se lleva a cabo dentro de un paradigma de tres ejes principales: presente (ocurre ahora mismo), pasado (ya ocurrió) y futuro (aún no ocurre).
Sin embargo, los verbos se adaptan a estos ejes de manera gradual, o sea, procurando ser lo más exactos posibles en las distinciones en cuanto a tiempo. Para ello, a menudo deben servirse del auxiliar haber.
Así, a grandes rasgos, tenemos en español los siguientes tiempos:
Presente:
• Presente simple: Yo canto.
• Condicional simple: Yo cantaría.
Futuro:
• Futuro simple: Yo cantaré.
• Ante futuro (futuro compuesto): Yo habré cantado.
Pasado:
• Antepresente (pretérito perfecto compuesto): Yo he cantado.
• Pretérito imperfecto: Yo cantaba.
• Condicional compuesto: Yo habría cantado.
• Pretérito perfecto simple: Yo canté.
• Pretérito pluscuamperfecto: Yo había cantado.
Modos verbales
En este caso, el modo del verbo indica la forma en que la acción del verbo se realiza, o también la actitud del hablante o emisor respecto a lo que se dice. Dependiendo del modo, variará la conjugación del verbo.
En español existen tres modos verbales, que son:
• Indicativo. Empleado para la comunicación ordinaria, cuando se quiere describir acciones reales o posibles de realizar: “yo como”, “ella ha comido”, “nosotros comeremos”, “ustedes comieron”, son todos ejemplos de modo indicativo.
• Imperativo. Este modo se utiliza exclusivamente para ordenarle al receptor del mensaje algo, o con la esperanza de influir en su conducta de alguna manera. Por ende, no puede conjugarse sino en segunda persona del singular o del plural. ejemplo: “¡Come!”, “Ustedes coman tranquilos” o “Coma, maestro”.
• Subjuntivo. El subjuntivo es un modo que sirve para expresar deseos, probabilidades o situaciones hipotéticas. Es decir que es inespecífica, que no se puede verificar. Normalmente se presentan luego de una oración del tipo negativa y luego de una que sea subordinada. Por ejemplo: “Quizá coma más tarde”, “Hubiéramos comido mejor en la cocina”, “Quiero que mi perro coma lo mejor”.
Se le llama también forma verbal, y son cada una de las realizaciones de un mismo verbo; la serie ordenada de éstas lleva el nombre de conjugación. Ejm: amemos, amaría, he amado, amará, amando, habría amado… son todas las formas verbales del verbo amar.
Las formas verbales pueden ser simples o compuestas. Las formas simples constan de una sola palabra, ejemplo: cantas. Las formas compuestas constan de más de una palabra, ejemplo: había cantado.
Cuando a un verbo en infinitivo (sin conjugar, como: amar, partir, mirar, correr, etc) se lo aplica a una persona (yo, tú, él…), un número (plural o singular) y un tiempo (pasado, presente, futuro) cambia su forma. Un verbo admite muchas formas diferentes, que son el resultado de combinar dos partes, la raíz o lexema y la desinencia.
Las formas no personales del verbo son el infinitivo, el gerundio, y el participio. Son llamadas formas no personales por carecer de una forma que indique su persona, número, modo o tiempo. Dichas formas no pertenecen a la conjugación verbal, pero, sin embargo, poseen aspecto; como el caso del gerundio, el cual tiene un aspecto imperfecto, y el participio, el cual es perfecto. No ocurre lo mismo en el caso del infinitivo, es decir que, no posee un aspecto determinado.
Aquí, el sentido completo del verbo se halla expresado en menor medida, ya que no se los conjuga:
• El infinitivo (terminado en -ar, -er o -ir), que es la forma usual en que pensamos los verbos, en abstracto, y en la que operan de manera semejante a un sustantivo. Ejm:
o “Trotar te hará saludable”.
o Infinitivos terminados en ar: cantar, estar, maniobrar, evolucionar.
o Infinitivos terminados en er: temer, satisfacer, correr, conocer.
o Infinitivos terminados en ir: partir, freír, combatir, emitir, reír.
• El gerundio (terminado en -ando, -endo), que sirven para expresar una sensación de incompletitud en la acción del verbo, o sea, que su acción aún no está del todo llevada a cabo. Operan como adverbios de modo dentro de la oración. Ejm:
o José estaba ensayando para su recital.
o Esther está estudiando.
o Mi amigo se la pasa entrenando para el maratón.
o Juan se la pasa leyendo casi todo el día.
• El participio (terminado en -ado, -ido), que indica la acción tras haber finalizado, pero también se emplean como adjetivos dentro de la oración. Ejm:
o Miguel estaba asustado.
o Mi hermano ha concluido sus estudios universitarios.
o Mi padre ha participado en el concierto.
o He temido por su vida.