Llegamos a primera hora de la mañana a Alicante, donde el sol del mediterráneo iluminaba las primeras horas del día. Tras realizar el check-in y pasar el control de seguridad pertinente, esperamos para realizar el primer vuelo hacia Madrid. El vuelo transcurrió sin contratiempos, y al llegar al aeropuerto de Barajas, nos dirigimos a una cafetería para aprovechar las horas de espera entre vuelos.
Sin embargo, no todo salió según lo planeado: el vuelo de Madrid a Oporto sufrió un retraso de casi dos horas, lo que sumó algo de impaciencia y cansancio a la jornada. En la espera, aprovechamos para buscar algunas recomendaciones de lugares para visitar en Oporto. Finalmente, el avión despegó, y aunque el retraso había modificado un poco los planes, la emoción de llegar a Portugal seguía intacta.
Aterrizamos en el aeropuerto Francisco Sá Carneiro de Oporto ya entrada la tarde. Desde allí, decidimos utilizar el metro para llegar al hotel. La línea violeta, que conecta directamente el aeropuerto con la ciudad, fue la opción ideal. Durante el trayecto, nos llamó la atención lo limpio y moderno del sistema de transporte. Al llegar a la estación Carolina Michaelis, nos apeamos del metro y, tras un corto paseo, finalmente llegamos al hotel.
Después de instalarnos y dejar el equipaje, el día aún tenía una sorpresa más. A pesar del cansancio, no pudimos resistirnos a salir a dar un paseo nocturno por el centro de Oporto. Las calles empedradas, iluminadas por la cálida luz de las farolas, tenían un encanto único. Caminamos por la zona del Jardim da Cordoaria y Encaixados. Pasamos frente a la majestuosa Torre de los Clérigos y disfrutamos del bullicio suave de la ciudad, que parecía nunca dormir del todo. Disfrutamos de una cena acompañados de una Super Bock para brindar por nuestra llegada a la ciudad.
El trayecto desde Alicante hasta Oporto, aunque con algún imprevisto, había terminado de la mejor manera posible: con la primera conexión auténtica con la ciudad, sus calles y su ambiente nocturno. Era solo el inicio de una experiencia inolvidable.