1. La ciencia de los sonidos del habla

1.1. El lenguaje y la comunicación

El lenguaje es una propiedad de la especie humana cuya manifestación más concreta es la producción de enunciados lingüísticos. Esto lo podemos observar fácilmente a nuestro alrededor, así como en nosotros mismos: cuando las personas hablamos, estamos produciendo enunciados lingüísticos. Para producir enunciados, una persona debe haber aprendido una lengua o idioma. Aprender una lengua consiste en aprender, entre otras cosas, un conjunto de signos simples convencionales, lo que se conoce como léxico, y un conjunto de reglas para combinar estos signos formando signos de mayor complejidad, lo que se conoce como gramática. Los enunciados son, así, manifestaciones concretas de estructuras léxico-gramaticales construidas mentalmente por las personas sobre la base de su conocimiento del sistema lingüístico de una lengua.


Otra manifestación menos concreta del lenguaje es la interpretación de enunciados lingüísticos. Cuando una persona ha aprendido una lengua o idioma, también puede entender o interpretar un enunciado de esa lengua, es decir, puede asociar mentalmente el enunciado con cierta información. Para ello, debe identificar la estructura léxico-gramatical que subyace al enunciado lingüístico, es decir, debe reconocer los signos simples, conocidos como “morfemas”, que la componen, y la manera como estos han sido combinados. Podemos observar directamente la interpretación de un enunciado lingüístico en nosotros mismos cuando entendemos algo que hemos escuchado, pero solo podemos observarla de manera indirecta en otra persona, sea por sus reacciones al enunciado, sea porque nos reporta lo que entendió.

Ejemplo

Estamos estudiando con una amiga y de pronto nos dice lo siguiente: “¿Me pasas el lápiz, por favor?”. Nosotros entendemos lo que nos ha dicho y le alcanzamos el lápiz solicitado. Analicemos esta situación.

 

Para que nuestra amiga haya podido enunciar su pedido, tiene que conocer los distintos signos simples o morfemas que ha utilizado —las unidades léxicas me, pas-, -as, el, lápiz, por, favor— y tiene que saber cómo combinarlos gramaticalmente, es decir, que tiene que conocer el sistema lingüístico del castellano. El resultado de esta combinación, en la mente de nuestra amiga, es una estructura léxico-gramatical que, cuando se pronuncia, se manifiesta más o menos así: [mepásaselápihpoɾfaβ̞óɾ]. Esto último es un enunciado lingüístico, que se representa convencionalmente entre corchetes (sigo la propuesta de Hualde (2014) de marcar los acentos con el signo "´"). Como se ve, los enunciados son continuos sonoros en los que no están separados los signos simples que los componen y en los que no se puede observar directamente la estructura gramatical.


Nosotros escuchamos este continuo sonoro y somos capaces de asociarlo en nuestra mente con las unidades del léxico que lo componen, así como de encontrar la estructura gramatical que le da forma, gracias a que también conocemos el sistema lingüístico del castellano. Esta operación es una condición para computar el significado de todo el enunciado a partir del significado de las unidades léxicas que lo componen y de la manera en que están estructuradas gramaticalmente. Computar el significado del enunciado es lo mismo que interpretarlo o entenderlo literalmente. Esta información semántica, junto con la información pragmática del contexto de la conversación, nos permite comprender la intención comunicativa de nuestra interlocutora y actuar consecuentemente. 

Las personas nos comunicamos lingüísticamente utilizando dos tipos de lenguas de acuerdo con la modalidad de la expresión de sus signos. Lenguas como el castellano, el awajún o el japonés, que utilizan signos sonoros, se conocen como “lenguas de modalidad oral-auditiva” o “lenguas orales”. Además de las lenguas orales, existen lenguas que utilizan signos gestuales y se conocen como “lenguas de modalidad visual-gestual” o “lenguas de señas”. Las lenguas de señas son usadas por distintas comunidades de personas sordas; algunos ejemplos son la lengua de señas del Perú, la lengua de señas americana, la lengua de señas de Suecia, etc. Ambos tipos de lenguas están constituidas por signos simples convencionales, es decir, por un léxico, así como por reglas para combinarlos en signos de mayor complejidad, es decir, por una gramática, y, por lo tanto, ambos tipos de lenguas permiten la producción e interpretación de estructuras léxico-gramaticales. Las lenguas orales y las lenguas de señas permiten que sus usuarios satisfagan sus necesidades cognitivas, expresivas, comunicativas e identitarias.

Lenguas de señas

En este curso solo estudiaremos la expresión que caracteriza las lenguas orales, es decir, la expresión sonora. Si quieres conocer más sobre la lengua de señas peruana y los proyectos que desarrolla la PUCP, puedes consultar los siguientes enlaces:

 

https://investigacion.pucp.edu.pe/grupos/senasgramaticales/

En el siguiente enlace, puede encontrar información sobre la lengua de señas americana. Verás que cada lengua de señas tiene su propio léxico y su propia gramática.

Pasemos a examinar con más detalle la relación entre el lenguaje y la comunicación. Para ello, analicemos dos modelos del proceso de comunicación verbal o lingüística. Empecemos con el que ofrece Martínez Celdrán (1994), quien presenta el siguiente esquema del proceso de comunicación verbal:

El proceso de la comunicación según Martínez Celdrán (1994)

De acuerdo con este esquema, hay seis elementos fundamentales que intervienen en el proceso de la comunicación verbal: el emisor, el receptor, el código, el mensaje, los fenómenos extralingüísticos y el canal. Como condición para que ocurra el proceso de comunicación verbal, en el cerebro o en la mente del emisor y del receptor de un mensaje lingüístico, debe encontrarse el código. Este no es otra cosa que la lengua o idioma que ambos han aprendido, es decir, el sistema semiótico, conformado, entre otros componentes, por un léxico y una gramática, que les permite producir e interpretar enunciados. El proceso de la comunicación verbal empieza cuando el emisor codifica mentalmente un mensaje, es decir, construye una estructura léxico-gramatical que representa lingüísticamente algún fenómeno extralingüístico sobre el que quiere hablar. Del cerebro se envían impulsos nerviosos a los músculos que mueven los órganos involucrados en la producción o articulación del habla. Como resultado de esta activación, los órganos del habla se mueven de manera continua, lo que produce un continuo de ondas sonoras que viajan por el canal, normalmente el aire. Las ondas sonoras llegan al oído del receptor, donde empieza el proceso de audición con el movimiento del tímpano y la cadena osicular del oído medio. Luego, en el oído interno, estos movimientos son transformados por el órgano de Corti en impulsos nerviosos que son enviados al cerebro. Aquí el mensaje es decodificado o interpretado, es decir que el receptor identifica la estructura léxico-gramatical que subyace al mensaje y la asocia con el fenómeno extralingüístico que el emisor quiso representar.


El otro modelo del proceso de la comunicación lingüística que analizaremos es el de Catford (2001). De acuerdo con este autor, el proceso de la comunicación verbal consta de las siguientes fases o etapas:

El proceso de la comunicación según Catford (2001)

  1. Conceptualización de un evento sobre el que se quiere hablar

  2. Codificación de lo conceptualizado: estructura léxico-gramatical

  3. Programación neurolingüística: plan de impulsos nerviosos a partir de la estructura léxico-gramatical

  4. Fase neuromuscular: ejecución de impulsos nerviosos motores y contracción de músculos

     correspondientes

  5. Fase orgánica: movimientos y posturas de los órganos

  6. Fase aerodinámica: flujo de aire por el tracto vocal

  7. Fase acústica: propagación de las ondas sonoras

  8. Fase neurorreceptiva: acción de las ondas sonoras en el aparato auditivo y producción de impulsos

      nerviosos sensoriales

  9. Identificación neurolingüística: identificación de señales como secuencia de sonidos del habla

10. Decodificación del mensaje: identificación de la secuencia de sonidos como una estructura

      léxico-gramatical

11. Conceptualización del evento representado

Como se ve, este modelo presenta un poco más de detalle que el de Martínez Celdrán. En primer lugar, el punto (1) hace referencia a la conceptualización del evento como un paso previo a su representación lingüística y como el paso final (11), posterior a la decodificación del mensaje. Martínez Celdrán sólo hace referencia a los fenómenos extralingüísticos y a su codificación y descodificación. Catford, en el punto (3), señala que los impulsos nerviosos responden a una planificación previa a su ejecución. Los puntos (4), (5) y (6) de Catford explicitan que la articulación del sonido presenta tres fases: neuromuscular, orgánica y aerodinámica. Por último, el punto (9) explicita la especificidad del procesamiento de los impulsos nerviosos correspondientes a señales lingüísticas.

 

Cabe agregar que Catford (2001) indica que hay dos formas de feedback (o retroalimentación) que experimenta el emisor durante el proceso de comunicación verbal. El primero es el feedback auditivo, es decir, la estimulación del oído del emisor al hablar, tanto a través del aire como a través de los huesos (esto corresponde al control auditivo de Martínez Celdrán). El segundo tipo de feedback es el cinestésico, la sensación proprioceptiva de tensión y contracción muscular, así como la sensación táctil que experimentamos al hablar. El feedback es fundamental para el monitoreo del habla y el correspondiente aprendizaje y control de las operaciones que la producen.

Ejemplo

Este ejemplo ha sido tomado de las clases del maestro Luis Jaime Cisneros impartidas en la PUCP. Supongamos que una persona que habla castellano desea comunicarle verbalmente a otra que está ocurriendo un determinado evento o fenómeno extralingüístico, a saber, que una bola está rodando. Siguiendo el modelo de Catford (2001), lo primero que ocurre es la conceptualización del evento en la mente del emisor del mensaje. En segundo lugar, codifica lo conceptualizado: basado en su conocimiento del código, elige de su léxico los morfemas l-, -a, bol-, rued-, -a y los combina gramaticalmente en su mente formando la estructura léxico-gramatical [ [ [l+a] [bol+a] ] [rued+a] ]. Luego planifica una serie de impulsos nerviosos y los envía a los músculos que mueven de manera continua los órganos de su aparato fonador, lo que produce una corriente de aire que es obstaculizada de distinta manera y en diferentes puntos del tracto vocal. Como resultado de esto, se produce el enunciado [laβ̞ólaru̯éð̞a], que puedes escuchar mediante el siguiente enlace:

Audio del enunciado [laβ̞ólaru̯éð̞a]

labolarueda.wav

Aunque este enunciado parece estar formado por seis morfemas, que forman tres palabras claramente diferenciadas, lo cierto es que se trata de un continuo sonoro. La onda sonora que corresponde a este enunciado puede representarse visualmente mediante el siguiente gráfico, conocido como "oscilograma", en el que se puede observar que no existen fronteras definidas ni entre los morfemas ni entre las palabras que escuchamos. Además, el oscilograma muestra que tampoco existen fronteras definidas entre los sonidos del habla o "segmentos" [laβ̞ólaru̯éð̞a].

Oscilograma correspondiente al enunciado [laβ̞ólaru̯éð̞a]

Continuando con el proceso de la comunicación, cuando esta onda sonora alcanza al receptor, pone en movimiento las distintas partes que componen su oído, lo que desencadena una serie de impulsos nerviosos que llegan a su cerebro. Si el receptor también sabe castellano, es decir, la lengua con que se ha codificado el mensaje, entonces, podrá identificar los impulsos nerviosos correspondientes al continuo sonoro como una secuencia de segmentos, lo que le permitirá reconocer los morfemas y su organización gramatical, es decir, construir mentalmente una estructura léxico-gramatical. Este proceso complejo es el de la decodificación del mensaje. El paso final del proceso de la comunicación consiste en que el receptor asocia la estructura léxico-gramatical que ha identificado con la conceptualización del evento de que una bola rueda.

En la siguiente sección, veremos la organización que presentan los sistemas lingüísticos que funcionan como códigos. Conocer la estructura de los sistemas lingüísticos nos ayudará a comprender mejor la forma en que el sonido se relaciona con el lenguaje.

1.2 El sistema lingüístico