Debate final: ¿críticos o anestesiados?
Las distopías –Soy leyenda, Los juegos del hambre, Divergente...– son un género en auge. Pero... ¿son verdaderas distopías? ¡Discutámoslo!
Los juegos del hambre. El título ya es fuerte, ¿verdad? Sin duda, "juegos" y "hambre" son dos nombres que no encajan bien. Pasar hambre no es un juego, salvo que el juego lo sea para quien contempla jugar a los hambrientos en su lucha por un trozo de pan. En fin, lejos de pretender hacer juegos de palabras, lo que queremos decir es que la mayoría de nosotros, aun sin haber leído el libro o visto la película, ya podíamos anticipar de qué iba el argumento.
No es difícil adivinar que Los juegos del hambre bebe en parte de la mitología clásica - Teseo y el Minotauro de Creta- y de los espectáculos de circo de los romanos para levantar una metáfora de la sociedad en que hoy vivimos: una sociedad altamente individualista y competitiva, construida sobre el principio del "Yo gano/ tú pierdes".
Pero, ¿qué pensáis? ¿Creéis que la ficción critica o refuerza el modo de vida que presenta? ¿Quiere ser el libro una crítica demoledora a este mundo nuestro, o constituye una pieza más en el proceso de "educación" de los jóvenes para que aprendan a sobrevivir en un mundo sin duda hostil? ¿Es una película de puro entretenimiento o hace reflexionar sobre las reglas sociales de nuestro mundo? Si se lee cada vez menos, y las películas parece que solo tienen el cometido de entretener, ¿cómo se logrará que los ciudadanos y ciudadanas adquieran sentido crítico? ¿En la escuela?
Hay elementos en este libro - una estructura férreamente jerárquica en que unos dan órdenes y otros no tienen más salida que obedecerlas, el estar sometidos a la vigilancia de las cámaras, e incluso el hecho de que todo esto sea concebido como espectáculo y "devorado" por el resto de los "ciudadanos"- que nos remiten a las tres grandes distopías del siglo XX que acabamos de recorrer: 1984, de George Orwell, Un mundo feliz de Huxley y Farenheit 451 de Ray Bradbury.
Para concluir, os proponemos realizar dos debates con el objetivo de analizar cuáles de sus profecías se han hecho realidad.
Os damos algunas pautas para organizarlos.
PAUTAS
1
ACORDAR EL TEMA SOBRE EL QUE SE VA A DEBATIR. En este caso hay dos propuestas: se lanza una controversia por equipo.
2
ORGANIZAR LOS GRUPOS: serán cuatro grupos de seis personas. Una persona de cada grupo actuará como secretario o secretaria, tomando notas de los argumentos del grupo contrario y de cómo se esté llevando a cabo el debate según las normas. Otro miembro del grupo actuará como portavoz.
En cada debate habrá un moderador o moderadora.
TEMA 1
JUEGOS DEL HAMBRE. Cuestiones que se debatirán:
A. ¿Es una película de puro entretenimiento o hace reflexionar sobre las reglas sociales de nuestro mundo?
B. ¿Creéis que la ficción critica o refuerza el modo de vida que presenta?¿Quiere ser el libro una crítica demoledora a este mundo nuestro, o constituye una pieza más en el proceso de "educación" de los jóvenes para que aprendan a sobrevivir en un mundo sin duda hostil?
C. ¿Tienen los jóvenes necesidad o no de elementos culturales (libros, cine, teatro,...) que fomenten el espíritu crítico?
D. ¿Cómo se logrará que los ciudadanos y ciudadanas adquieran sentido crítico? ¿Qué papel tiene la escuela?
TEMA 2
PROS Y CONTRAS DE LAS TESIS DE LAS DISTOPÍAS. APOCALÍPTICOS E INTEGRADOS
A. ¿En qué han mejorado y en qué han empeorado los avances tecnológicos (internet, pantallas, cámaras de vigilancia...etc) nuestra vida? Aquí debatiréis defendiendo un grupo los pros y otro los contras.
B. Propuestas de uso y mejora de todos estos avances tecnológicos para que no nos lleven a un mundo distópico en poco tiempo.
3
FASE PREVIA DE DOCUMENTACIÓN Y DE ACOPIO DE ARGUMENTOS en cada grupo.
3.1. Informarse sobre el tema acudiendo a diversas fuentes.
3.2. Conocer y redactar los diferentes tipos de argumentos, especialmente de tipo racional, para que la argumentación sea sólida. Son recomendables:
argumentos de autoridad (opinión de científicos, sociólogos, antropólogos...)
argumentos basados en datos, cifras, estadísticas informes…
de causa-consecuencia,
ejemplos,
de la propia experiencia.
Conocer las falacias para tratar de no caer en ellas.
3.3. Ensayar las técnicas del contraargumento y la refutación. Es importante prever las alegaciones de los contrarios. Por eso, conviene elaborar una lista con, al menos, tres argumentos adversos y, posteriormente, redactar la réplica correspondiente. Todo ello debe comentarse en el grupo.
4
REALIZACIÓN DE LOS DEBATES.
4.1. Estructura del debate:
El moderador lo inicia enunciando el tema de controversia, y a continuación presenta a los grupos y comienzo del turno de palabra.
Desarrollo del debate en un tiempo acordado previamente.
Conclusiones de cada grupo.
Invitación a los asistentes a preguntar o aportar alguna información relevante.
Apertura de un nuevo turno de respuestas a las cuestiones de los asistentes.
Cierre por parte del moderador y despedida.
4.2. Tiempo de duración:
Acordar un tiempo limitado para todo el debate (alrededor de 20 minutos).
Ajustar el tiempo de intervención de cada participante (unos dos minutos). El secretario de cada grupo controlará el tiempo y avisará a sus compañeros del tiempo consumido.
5
RECAPITULACIÓN Y EVALUACIÓN FINAL TRAS CADA DEBATE.
Tiempo para que los asistentes evalúen a cada grupo y realicen comentarios sobre diversos aspectos del debate. Por si se considera conveniente diseñar una rúbrica para la coevaluación, sugerimos algunos de los aspectos que esta puede incorporar.
Documentación y argumentación:
Se han documentado en diversas fuentes.
Exponen con claridad la tesis.
Manejan diferentes tipos de argumentos: datos, cifras, ejemplos, citas de autoridad, etc.
Interacción durante el debate:
Comunicación no verbal:
Aspectos proxémicos: utilización del espacio.
Aspectos cinésicos: posturas, gestos, miradas.
Aspectos paralingüísticos: volumen, tono, ritmo, etc.
Comunicación verbal:
Reformulan las intervenciones ajenas para refutarlas.
Utilizan marcadores del discurso.
Cooperación conversacional: No dan ni más ni menos información de la necesaria. Van al grano y son claros.
Cortesía lingüística: modalizan el enunciado ("Creemos", "A nuestra manera de ver", etc.) y evitan la desconsideración hacia los interlocutores (burlas, sarcasmos, etc.).
