Significa que el sistema permite operaciones atómicas. Una operación atómica es aquella que si está formada por operaciones más pequeñas, se consideran como un paquete indivisible. Deben ejecutarse todas correctamente, o en el caso de que alguna de ellas no pueda hacerlo, el efecto de las que ya se han ejecutado no debe hacerse notar, debe deshacerse, como si el conjunto de las operaciones no se hubieran realizado. La atomicidad está íntimamente ligada al concepto de transacción de los sistemas gestores de bases de datos.
Significa que se permite la definición de reglas de integridad de los datos, y que el sistema garantiza que ninguna operación puede dejar los datos en algún estado que deje de cumplir esas reglas. Por ejemplo, los SGBD actuales permiten definir claves ajenas, checks, asserts, etc.
Son reglas lógicas que definen los diseñadores de bases de datos sobre un conjunto de datos, y que todo dato perteneciente al conjunto en todo momento debe cumplir. Si el sistema permite consistencia, significa que esas reglas se vigilan constantemente para todos los datos.
Esta propiedad indica que las operaciones que se realicen sobre un conjunto de datos serán independientes de cualquiera otras operaciones que se realicen sobre el mismo conjunto de datos. En otras palabras, si una operación atómica intenta actuar sobre un conjunto de datos alterándolos de alguna manera mientras simultáneamente otra operación atómica intenta actuar sobre el mismo conjunto de datos, el sistema nos garantiza que no va a dejar que se interfieran entre ellas.
Significa que en el mismo momento en que una operación ha terminado satisfactoriamente y el sistema informa de ello, sus efectos quedan ya registrados permanentemente. El sistema garantiza que incluso ante un fallo del sistema, los efectos de la operación quedarán ya registrados. Esto, que puede parecer obvio, no siempre ocurre. Hay muchos sistemas que informan del éxito de una operación, pero los resultados no han quedado aún registrados correctamente.