Es un nematodo parásito del intestino delgado del ser humano; a este gusano se le llama también lombriz intestinal por su forma alargada que lo asemeja a la lombriz de tierra. En el cerdo se encuentra una especie prácticamente idéntica, llamada Ascaris suum.
La ascariasis constituye un problema de salud pública en situaciones con condiciones higiénicas inadecuadas del agua y alimentos. El contagio se produce por la ingestión de los huevos larvados de segundo estadio, que habían sido eliminados con las heces; los huevos después de ser ingeridos eclosionan liberando las larvas las cuales salen a la luz del intestino delgado y recorren la circulación y los pulmones (realizando dos mudas y aumentando de tamaño), para retornar al intestino delgado donde se convierten en adultos.
Posee una gran resistencia metabólica y una gran capacidad de reproducción, lo que explica la gran incidencia de casos en la que infecta a las personas. Es el mayor nematodo que parasita al ser humano, pues llega a medir hasta 35 cm (centímetros), aproximadamente.
Morfología de la plaga: Los individuos de Ascaris lumbricoides son cilíndricos con extremos puntiagudos, con una longitud que va desde los 15 hasta los 35 cm (centímetros). Su color es rosado claro-nacarado. Poseen tres labios gruesos (uno ventral y dos dorsolaterales) en su extremidad anterior. En el extremo posterior, la hembra termina en forma recta, y el macho en una curva con dos espículas para copular.
Los huevos fértiles de Ascaris lumbricoides tienen forma oval o redonda, con una cubierta protectora formada por tres capas (una interna vitelina, una media transparente y una externa mamelonada-albuminoide) y en el interior una masa granular de donde se originará la larva.
Los huevos infértiles provienen de hembras no fecundadas y son menos frecuentes en observarse. Son más irregulares y alargados y con una sola capa generalmente. No infectan, pero tienen importancia diagnóstica.
Ciclo de vida: Los gusanos adultos viven en el lumen del intestino delgado. Una hembra puede llegar a producir aproximadamente 200.000 huevos por día, los cuales pasan a las heces; es posible que se ingieran huevos no fertilizados, pero no son infectivos. Los huevos fértiles embrionan y se vuelven infectivos entre los 18 días y varias semanas después, dependiendo de las condiciones ambientales (óptimas: suelo húmedo, cálido y sombreado). Luego de que los huevos infectivos son tragados, las larvas eclosionan, invaden la mucosa intestinal, y son acarreadas por la circulación portal, hacia la circulación sistémica y luego a los pulmones. Las larvas maduran en los pulmones de 10 a 14 días, luego penetran las paredes alveolares, y ascienden por el árbol bronquial hasta la garganta, donde son deglutidas. Una vez que han alcanzado el intestino delgado, siguen su desarrollo hasta gusanos adultos. Transcurren entre 2 y 3 meses desde la ingestión de los huevos infectivos hasta la puesta de huevos por la hembra adulta. Los gusanos adultos pueden vivir entre 1 y 2 años.
Los humanos se infectan por el ascaris a través de la ingestión de sus huevos que se encuentran presentes en el suelo contaminado. De modo que el estadio infectante son los huevos larvados. Desde los huevos emergen las larvas en el intestino delgado, las que penetran la pared intestinal y alcanzan la circulación sanguínea a través de la cual llegan a los pulmones. En los pulmones penetran los alvéolos de donde pasan a los bronquios y a la tráquea y salen a la laringe para ser deglutidas y llevadas nuevamente al intestino delgado donde se desarrollan y alcanzan el estado adulto. Las lombrices intestinales nunca se adhieren a la pared intestinal, habitando sólo en la luz intestinal, en donde absorben los nutrientes que el huésped ingiere. Las hembras grávidas diariamente oviponen miles de huevos no embrionados en la luz intestinal que pasan al medio exterior a través del ano por medio de las heces de donde pueden contaminar el suelo, sobre todo si se encuentra húmedo y tibio y rico en dióxido de carbono para que se desarrolle la larva infectante. Una vez en el suelo, los huevos de A. lumbricoides necesitan realizar un ciclo de maduración para convertirse en huevos larvados infectantes, aquí alcanza su segundo estadio.
El estadio diagnóstico de una ascariasis son los huevos (fértiles o infértiles) o los adultos expulsados en las heces.
Una vez ingeridos, los huevos infectantes llegan al duodeno, donde son atacados por los jugos digestivos, dejando en libertad a las larvas, las cuales son resistentes al jugo gástrico. Estas larvas (que poseen gran movilidad) penetran en la mucosa duodenal, llegando a la circulación portal y dirigiéndose de allí al hígado, donde regularmente permanecen entre 72 a 96 horas. Posteriormente continúan su migración hacia el corazón, pasando a los pulmones a través de la circulación pulmonar, hasta llegar a los capilares pulmonares, donde quedan atrapadas. Allí, las larvas rompen el endotelio capilar y penetran en los alvéolos, ascendiendo por bronquiolos y bronquios a la faringe. En ese lugar las larvas son deglutidas, y vuelven nuevamente al duodeno, donde terminan su proceso madurativo y se convierten en lombrices adultas. La maduración de los parásitos se completa diferenciándose en machos y hembras adultos de las lombrices intestinales. Luego se produce el acoplamiento, y las hembras depositan sus huevos (en número de 200 000 a 240 000 por día) aproximadamente 2 meses después de la ingestión del elemento infectante. Los huevos son expulsados con la materia fecal al medio ambiente, donde pueden sobrevivir aun en condiciones perjudiciales (hipobiosis), favoreciendo así la perduración del parásito. Estos huevos se desarrollan en el suelo en un plazo de 2 a 3 semanas, dadas ciertas condiciones favorables de temperatura (22 a 33 °C —grados Celsius—), presencia de oxígeno, humedad, sombra y suelos arcillosos. Las lombrices intestinales son resistentes a las bajas temperaturas, desecación, ácidos fuertes y formol; en suelos sembrados persisten entre 7 y 12 años.
Sintomatología: En el caso de la presencia del parásito adulto en la cavidad intestinal: debido a que secreta moléculas inhibidoras de la tripsina puede producir anemia, palidez, pérdida de peso, síndrome diarreico y malestar general. El estado de desnutrición afecta especialmente a niños, lo que retrasa su desarrollo. Un gran número de lombrices adultas puede producir una serie de complicaciones como peritonitis debida a la perforación de la mucosa intestinal (pudiendo ser mortal), apendicitis causada por una acumulación de parásitos en el apéndice, oclusión intestinal y asfixia causada por la regurgitación y vómito de los vermes, ocluyendo la tráquea, las fosas nasales e incluso los bronquios. Otras posibles complicaciones con áscaris son las migraciones ectópicas hacia otros órganos, ya sea por las larvas o gusanos adultos que pueden llegar a la vesícula biliar provocando dolor en el hipocondrio, ictericia y fiebre alta. Cuando las lombrices mueren en la vesícula pueden dar origen a cálculos biliares.