Este es sólo una guía por lo que deberá complementar su estudio con el resto de la bibliografía básica recomendada.
Este es sólo una guía por lo que deberá complementar su estudio con el resto de la bibliografía básica recomendada.
Para examinar el abdomen, el paciente debe estar en la camilla en decúbito dorsal (posición supina), la cabeza sobre una almohada, las piernas extendidas y las manos a los costados del cuerpo. El médico se ubica a la derecha, con una iluminación transversal que acentúe los desniveles.
Desde el punto de vista topográfico, el abdomen se divide en nueve regiones delimitadas por dos líneas horizontales, la superior o subcostal, que pasa por la parte de las décimas costillas, y la inferior, a través de las crestas ilíacas, y dos líneas verticales que pasan por el punto medio entre la espina ilíaca anterosuperior y la línea media. De esta manera, se delimitan por los lados los hipocondrios, los flancos y las fosas ilíacas, y en el centro el epigastrio, la región umbilical y el hipogastrio.
Ayuda a orientar nuestra evaluación.
1.- Cuadrante superior derecho
2.- Cuadrante superior izquierdo
3.- Cuadrante inferior derecho
4.- Cuadrante inferior izquierdo
Más específica y más utilizada.
1.- Hipocondrio derecho
2.- Epigastrio
3.- Hipocondrio izquierdo
4.- Flanco derecho
5.- Mesogastrio
6.- Flanco Izquierdo
7.- Fosa iliaca derecha
8.- Hipogastrio
9.- Fosa iliaca izquierda
Si bien los pasos semiológicos habituales son inspección, palpación, percusión y auscultación, en la semiología del abdomen esta sistemática se modifica comenzando con la inspección, siguiente con la auscultación y la percusión y por último, la palpación. Esto permite que los sonidos auscultados sean los espontáneos del paciente y no los provocados por la percusión y la palpación:
Se debe observar la forma del abdomen, que en condiciones normales es plano en la parte superior y levemente abovedado en la inferior. Puede encontrarse totalmente distendido (abdomen globoso) conservando el ombligo hacia adentro, como ocurre en la obesidad, o con el ombligo procidente, lo que indica ascitis importante de rápido desarrollo. Si la ascitis es antigua, las paredes laterales se aflojan, el abdomen se achata y el líquido se ubica en las regiones laterales, lo que recuerda la forma del abdomen de un sapo (abdomen en batracio).
Las visceromegalias y los tumores pueden provocar abovedamientos asimétricos, por ejemplo, vientre esplénitco o vientre hepático, así como por dilatación gástrica aguda o de algún sector del intestino delgado, o por torsión del sigmoides sobre su eje (vólvuo sigmoideo). De igual manera, puede haber abovedamientos más circunscriptos y superficiales, debidos a lipomas subcutáneos, hernias (protrusión de una víscera por los puntos débiles naturales de la pared) o eventraciones (protrusión de una viscera por defecto de los músculos abdominales a nivel de una cicatriz quirúrgica).
Un abdomen chato por contractura muscular y sin movilidad respiratoria (abdomen en tabla) acompañado por dolor, indica una peritonitis subyacente.
Piel: en busca de existencia de circulación colateral, cicatrices por cirugías y estrías atróficas por distención previa (obesidad, ascitis, embarazo) o debidas al síndrome de Cushing.
Debe realizarse antes de la percusión y la palpación, ya que la manipulación física del abdomen puede inducir un cambio en los ruidos intestinales.
Proposito: evaluar los ruidos intestinales
Auscultar en los cuatro cuadrantes
Escuche si hay ruidos anormales: los soplos sugieren anomalías vasculares, por ejemplo, aneurisma aórtico o estenosis la arteria renal.
Hallazgos normales: ruidos intestinales gorgoteantes (generados por movilización de contenido liquido-gaseoso del intestino) 5-30 por minuto. Los ruidos intestinales atenuados o ausentes pueden indicar íleo paralítico.
El aumento o intensificación de los ruidos intestinales puede ser un signo de gastroenteritis.
Propósito: determinar el tamaño y la ubicación de los órganos intraabdominales
Percutir sobre los cuadrantes
Hallazgos normales: sonido timpánico sobre secciones de estómago / intestino llenos de aire; sonidos apagados (matidez) sobre órganos llenos de líquido o sólidos (hígado, bazo).
Tamaño del hígado
Percusión: coloque el dedo medio de la mano no dominante contra la pared abdominal. Con la punta del dedo medio de la mano dominante, golpee la articulación interfalángica distal 2 o 3 veces. Comience por debajo del pecho, en la línea medioclavicular. Percusione mientras baja la mano y observe el cambio de sonido al pasar del pulmón (resonante) a hígado (sordo). Continúe hasta que el sonido cambie de nuevo después del borde inferior del hígado.
Prueba de raspado del hígado: se coloca el estetoscopio debajo del apéndice xifoides y se raspa la línea medioclavicular con la uña. El raspado solo se oye claramente sobre el hígado. La prueba del rascado del hígado generalmente es más precisa que la percusión.
Hallazgos normales: el tamaño normal del hígado en sentido craneocaudal es de 7 a 11.5 cm en mujeres y de 8 a 12.5 cm en hombres. En la mayoría de los pacientes, el hígado está completamente cubierto por las costillas (un hígado agrandado puede ser un signo de cirrosis, hepatitis, carcinoma hepatocelular y/o esteatosis hepática).
Hepatomegalia: Agrandamiento del hígado, definido por hallazgos ecográficos de una envergadura hepática >16 cm en la línea medioclavicular.
Puede ser causada por varias condiciones, incluidas malignidad, infección o congestión venosa. A menudo se observa junto con esplenomegalia (hepatoesplenomegalia).
Propósito: evaluar los órganos internos e identificar cualquier fuente de dolor (si está presente)
Antes de la palpación, pregunte al paciente si presenta dolor o sensibilidad abodminal. De ser así, comience la palpación en la zona no dolorosa.
Observar la cara del paciente durante la palpación abdominal, ya que es el principal indicador de la intensidad y localización del dolor.
Procedimiento:
Palpación superficial para evaluar las superficies de la pared abdominal
Palpación profunda de cada cuadrante: para evaluar los organos intraabdominales (posibles signos de peritonitis)
Dolor de rebote (signo de Blumberg): aumento repentino del dolor cuando el examinador libera repentinamente la compresión de la pared abdominal. Causado por la irritación de los receptores del peritoneo parietal (componente del peritoneo que recubre la cavidad abdomino-pélvica. Recibe inervación somática y es sensible al dolor).
Defensa abdominal: contracción del paciente guiada por los músculos de la pared abdominal durante la palpación.
Defensa involuntaria (también denominada rigidez): endurecimiento involuntario de los músculos de la pared abdominal debido a la inflamación peritoneal y a menudo se localiza en un cuadrante abdominal específico.
Defensa voluntaria: contracción voluntaria con el fin de evitar el dolor durante la exploración y suele ser generalizada en todo el abdomen.
Palpación del hígado: coloque las yemas de los dedos sobre el cuadrante superior derecho (o hipocondrio derecho), aproximadamente 10 cm por debajo del reborte costal, en la línea medioclavicular. Palpe a medida que se acerca a la parte superior del cuadrante e intente encontrar el borde del hígado. Continúe hasta palpar el hígado o llegar al reborde costal.
Pedirle al paciente que respire profundamente puede facilitar la palpación del hígado, ya que el movimiento el diafragma moverá el hígado hacia la mano.
Palpación del bazo: Coloque las yemas de los dedos lateralmente al ombligo y palpe a medida que avanza hacia el cuadrante superior izquierdo (o hipocondrio izquierdo). Repita 10 cm por debajo del reborde costal izquierdo.
Pedirle al paciente que se recueste de su lado derecho puede facilitar la palpación de un bazo agrandado.
Prueba de onda de fluido (signo de la ola) para ascitis: Maniobra de exploración física para evaluar la presencia de ascitis. Con el paciente en decúbito supino, la mano de otro examinador sobre la línea media (para detener la transmisión a través de la grasa), coloque una mano sobre la pared abdominal lateral del paciente y golpee la pared abdominal lateral opuesta con la otra. Un impulso (onda) palpable sugiere la presencia de ascitis.
Matidez cambiante para ascitis: hallazgo físico caracterizado por un cambio de resonancia de matidez a timpanismo al cambiar el paciente de decúbito supino a decúbito lateral. Sugiere la presencia de líquido libre en el abdomen, que migra al cambiar de posición.
Ascitis: matidez cambiante
Sensibilidad en el ángulo costovertebral (signo de Giordano): dolor que se presenta al percutir el ángulo costovertebral (aprox. 12va costilla). Si se presenta este hallazgo debe alertar sobre la posibilidad de infecciones u obstrucciones como pielonefritis y cálculo renal.
Percusión renal (signo de Giordano)
Región dorsal o lumbar
Signo de Murphy: La pausa repentina del paciente durante la inspiración al palpar profundamente el cuadrante superior debido al dolor es un claro indicador de colecistitis.
Signo de Murphy
Signos de apendicitis: un grupo de signos clínicos de apendicitis, que incluyen el signo de Blumberg (dolor de rebote causado por el cese repentino de la palpación profunda del cuadrante inferior derecho), dolor en el punto de McBurney, signo de Rovsing (dolor referido al cuadrante inferior derecho al palpar profundamente el cuadrante inferior izquierdo), signo del psoas (dolor en el cuadrante inferior derecho con la extensión de la pierna derecha contra resistencia), signo del obturador (dolor en cuadrante inferior derecho con la flexión y rotación interna de la pierna derecha) y signo de Baldwin (el paciente en decúbito supino levanta la pierna derecha con la rodilla completamente extendida mientras el examinador la sujeta, y a continuación, el examinador suelta la pierna y el paciente inmediatamente se queja de dolor en el flanco derecho [sugerente de apendicitis retrocecal]). Dolor en la bolsa rectouterina (de Douglas) a la palpación.
Para evaluar sangrado rectal, impactación fecal, cáncer colorrectal y/o para evalular la próstata.
Posicionamiento: el paciente puede estar de pie e inclinado hacia adelante contra la mesa de examen o puede acostarse en posición lateral con las piernas ligeramente flexionadas.
Procedimiento: con un dedo enguantado y lubricado, palpe el canal anal y el recto. Evalúe el tono del esfínter anal y el tamaño y la consistencia de la próstata.
Hallazgos normales: no debe haber masas palpables. La próstata debe estar gomosa y no presentar dolor (la próstata hinchada debe ser motivo de preocupación por prostatitis, mientras que los nódulos pueden ser un signo de cáncer de próstata). El agrandamiento difuso de la próstata sugiere hiperplasia prostática beninga.
Bibliografía básica
AMBOSS GmbH (2022, Julio). Physical examination. Recuperado el 27 de Marzo del 2025, de https://next.amboss.com/us/article/HJ0KvS?q=examen%20toracico#gf1FlT0
Argente, H. A. A. (2021). Semiología Médica (3a ed.) Barcelona, España: Panamericana.