1. Descripción de la técnica de salpicado
La técnica de salpicado consiste en proyectar pintura sobre una superficie, creando patrones espontáneos. Esto se logra mediante el uso de cepillos de dientes, pinceles o herramientas similares, que permiten lanzar gotas de pintura con movimientos controlados o aleatorios, generando un efecto único en el soporte utilizado. Es una actividad relacionada con el dripping (goteo), popularizada por artistas como Jackson Pollock (Nava Arija, 2019).
2. Habilidades que desarrolla
Psicomotricidad fina y coordinación ojo-mano: Al controlar el movimiento de las herramientas para dirigir las salpicaduras.
Creatividad e imaginación: Al generar composiciones libres y espontáneas.
Concentración y relajación: Proporciona un medio lúdico para liberar estrés.
Exploración sensorial: Estimula la percepción del color, textura y formas.
Socialización y trabajo en equipo: Cuando se realiza en grupo, fomenta la interacción.
3. Materiales utilizados
Cepillos de dientes o pinceles.
Témperas o pinturas lavables.
Papel, cartulina o lienzo como soporte.
Recipientes para la pintura.
Protección para el espacio (plásticos, cartones o mantas).
Delantales o ropa adecuada para evitar manchas.
4. Procedimientos paso a paso
Preparación del espacio:
Cubrir el área de trabajo para evitar manchas.
Disponer los materiales necesarios en estaciones.
Diluir la pintura:
Mezclar la témpera con agua para facilitar el salpicado.
Cargar el cepillo:
Mojar las cerdas del cepillo en la pintura diluida.
Proyección del color:
Con un dedo o herramienta, raspar las cerdas del cepillo para lanzar gotas sobre el soporte.
Variar la dirección, distancia y presión para crear efectos diferentes.
Evaluación y limpieza:
Observar las composiciones y discutir las sensaciones vividas.
Limpiar materiales y área de trabajo.
5. Ejemplos de actividades
Salpicado con temática estacional:
Crear cielos estrellados o paisajes otoñales mediante combinaciones de colores.
Diseños abstractos grupales:
Trabajar en un lienzo grande donde cada participante aporte su salpicado.
Juegos de adivinanza:
Formar manchas y estimular la imaginación al identificar formas o figuras.
Tarjetas personalizadas:
Decorar postales o portadas de cuadernos con patrones salpicados.
Proyectos interdisciplinarios:
Usar la técnica para ilustrar conceptos en asignaturas como ciencias (galaxias, células) o literatura (ilustrar poemas).