CIUDAD MEDIEVAL
Arq. Miriam Salas. Merida. Venezuela.
Arq. Miriam Salas. Merida. Venezuela.
La Edad Media es un periodo histórico exclusivo de la civilización mediterránea occidental. Comprende aproximadamente mil cien años, entre el siglo IV (380 d. C.) hasta el siglo XV (1453 d.C.) con la caída de Constantinopla. Fue un periodo histórico de gran complejidad. Para facilitar el estudio, los historiadores la han dividido en tres fases: Alta Edad Media (380-980) Plena Edad Media (980-1280) y Baja Edad Media (1280-1480). Entre las situaciones acaecidas más importantes se enumeran, a grandes rasgos, las siguientes:
Fragmentación de la civilización mediterránea antigua en tres grandes escenarios culturales: el Occidente latino, el Imperio Bizantino y el Islam:
“La civilización mediterránea antigua, que había encontrado en el Imperio Romano su expresión política unitaria, entró en el siglo III en un proceso de debilitamiento. A finales del siguiente, la apariencia de unidad se rompió. En el año 395, el emperador Teodosio, asumiendo una realidad que se le imponía, legó a sus hijos un imperio dividido en dos partes. El Imperio Romano de Oriente, con su capital en la ciudad de Constantinopla. El Imperio Romano de Occidente, con capital en Rávena. Una línea que pasaba aproximadamente entre las actuales Croacia y Serbia, prolongándose hacia el norte y el sur del mar Mediterráneo separaba ambas partes… Unos dos siglos y medio después, la aparición del Islam como tercer protagonista en el espacio circunmediterráneo quedo revalidada por una serie de rápidas conquistas en el Oriente Próximo y el norte de África. Así el año 750, la vieja unidad de la civilización mediterránea antigua había dejado paso definitivamente a tres áreas económicas, políticas y culturales dotadas de progresiva individualidad: el Occidente latino, el Imperio de Bizancio, el Islam.” (García J. y Sesma J. 1998)
Difusión e instauración de la cristiandad y su afianzamiento, con variación de enfoques, tanto en Oriente como en Occidente. El cristianismo se convierte en el fundamento de gran parte de la cultura mediterránea.
Desplazamiento del poder imperial romano hacia Bizancio. Durante gran parte del Medioevo se conserva el contenido del Imperio, su estructura y se hacen esfuerzos por la restauración. Debido a la intensa actividad económica y la rica complejidad cultural, estos esfuerzos de restauración se logran solo en el lado oriental en la complejidad histórica que recibió el nombre de Imperio Bizantino, caracterizado por altibajos de una efervescencia artística, filosófica, científica y urbana.
En Occidente se inicia un largo periodo de transformaciones. Estos cambios se manifiestan en la lenta desaparición de la estructura imperial romana, las invasiones de pueblos limítrofes, la desintegración territorial imperial en una multiplicidad de reinos, la crisis de las ciudades, el ruralismo y el encelulamiento de la población en torno a la familia, la aldea, la parroquia, la ciudad y el feudo. Durante la época de Carlomagno (Siglos VIII y IX) hubo un firme intento de reunificación territorial, política y cultural, concretado en lo que se llamó el Imperio Carolingio; nace así, Europa como idea de una civilización que se organizaba en torno a ideales latinos y cristianos, el afianzamiento jerárquico de la Iglesia, la consolidación del Papado, el monacato y la cristianización de los pueblos germánicos. Entre el siglo X y XIII se produce un significativo crecimiento económico, demográfico, técnico, territorial, marítimo y comercial que sirve de preámbulo a un nuevo renacimiento urbano.
Expansión islámica. Fundación de ciudades árabes: El Cairo, Bagdad, fundaciones en Europa y especialmente en España(Al Andalus).
El desmoronamiento del Imperio Romano en Occidente estuvo acompañado de una profunda y generalizada crisis de la cultura urbana manifestada en la desaparición, abandono y contracción de las ciudades:
“Con la caída del Imperio Romano de Occidente, muchas ciudades, como consecuencia de las invasiones y destrucciones, habían sido abandonadas y desaparecidas por completo. Sin embargo, en muchos otros casos e incluso en los momentos de mayor crisis, asentamientos importantes y caracterizados por un conjunto más o menos vasto de edificios de distinta naturaleza y consistencia… seguían constituyendo realidades significativas en el escenario de la Europa cristiana occidental. A pesar de que, en general, había disminuido notablemente la importancia de su función y su numero de habitantes. Para dar cuenta de este doble fenómeno (la desaparición de las ciudades y su reducida incidencia territorial y demográfica) se suele decir que en la Europa occidental cristiana, en los siglos de la Alta Edad Media, nos encontramos frente a una crisis de la ciudad, que, en el caso de la persistencia del conjunto ciudadano, se manifiesta en la forma de la denominada ciudad contraída o retraída, porque la ciudad preexistente era usada u habitada solo en una pequeña parte de su anterior tejido urbano o, incluso, solo en referencia a algunas de las infraestructuras existentes (el anfiteatro, las termas, las estructuras de las murallas). Mientras, la parte restante, abandonada por los habitantes, se reconvertía en zona rural o semirrural (a veces salpicada por edificios en ruinas)... El fenómeno de la contracción aparece con mas asombrosa evidencia allí donde antes la densidad de los centros urbanos había sido mayor, es decir, en el sur de Francia y sobre todo en la península itálica… Roma, aun manteniendo el aura de su antiguo prestigio imperial y habiendo adquirido el de sede apostólica de la cristiandad occidental, ya no es alimentada por los grandes acueductos, por lo tanto la población disminuye vertiginosamente y el tejido urbano se restringe a pocas áreas.” (Vittorio Franchetti Pardo. LA CIUDAD. EL NACIMIENTO DELA CIUDAD EN OCCIDENTE)
BIBLIOGRAFÍA:
García de Cortázar, Jose Ángel, y, Sesma Muñoz, Jose Ángel. HISTORIA DE LA EDAD MEDIA. Una síntesis interpretativa. Alianza Universidad. 1998.
Vittorio Franchetti Pardo. LA CIUDAD. EL NACIMIENTO DELA CIUDAD EN OCCIDENTE. TIKAL EDICIONES. Madrid.