"... No es una creencia o dogma formulada o inventada por el hombre, pero es una sabiduría de las leyes las cuáles gobiernan la evolución de los constituyentes físico, astral, psíquico e intelectual de la naturaleza y del hombre. La religión de hoy día no es más que una serie de dogmas hechos por el hombre y sin ningún fundamento científico para las éticas promulgadas; mientras que nuestra ciencia todavía ignora lo invisible, fracasa en admitir la existencia de un grupo completo de facultades de percepción interna en el hombre, es cortada del inmenso y verdadero campo de experiencia el cual se encuentra dentro de los mundos visibles y tangibles. Pero la teosofía sabe que el todo está constituído por lo visible y lo invisible, y percibiendo que las cosas y objetos exteriores no son más que transitorios empuña los hechos de la naturaleza, ambos, externos e internos. Por lo tanto es completa en sí misma y no ve ningún misterio insoluble en ninguna parte; arroja la palabra coincidencia de su vocabulario y aclama el imperio de la ley en todas las cosas y en cada circunstancia..."
Judge, William Q. "EL OCÉANO DE LA TEOSOFÍA", The Theosophy Company, Los Angeles, California, 1983, Capítulo 1, pág. 2