Diligencia 01

Variante 1

19.11.2013

Buenos días.

Estimada Inspección de Trabajo, mi nombre es Adrian, soy rumano, empleo bastante mal el español (aunque vivo y trabajo aquí desde el 2003) y me dirijo a ti con problemas que surgen de aquella sección de el “mundo laboral” que se llama “Transporte por carretera” cuya actividad se rige a la “legislación del tacografo”. Esta legislación dice (por la “voz” de la Directiva 2002/15 CE) que el “puesto de trabajo” que he desempeñado yo durante unos 4 años se llama “trabajador móvil”

Lo que intento dirigir hacia ti, no es propiamente una denuncia. Mi opinión es que he sufrido unos 4 años de “explotación laboral”, pero esta opinión pueda ser sujetiva (sin querer yo que sea). Es lo que he sentido yo, físicamente. Es posible que de punto de vista jurídico la explotación no ha salido fuera del marco legal. Pero esto se puede comprobar solo si uno pone unas pruebas tangibles sobre la mesa.

Como a un tornero, y a el “trabajador móvil” la legislación vigente le esta equipando con atributos como “dependencia” o “ajenidad”, y no tiene mas que . . . elaborar un producto a base de un “diseño técnico” indicado por el “delineante”.

Mi caso (un caso especifico a el concepto "trabajador móvil"), no surge desde la "tecnología convencional".

”La tecnología convencional (modelizable mediante la mecánica clásica ) no plantea problemas serios para el proceso de medición.

En el caso de un “trabajador móvil” (como yo) no se trata de un objeto (o fenómeno) que se beneficia de "magnitud física" , no se trata de una "mediciòn reproducible" sino de una "medición estadística" (una medición en un lenguaje que (en mi búsquedas por la red, para encontrar . . . palabras) solo he encontrado en cosas relacionadas con conceptos como:" mecánica cuantica", "estado cuantico", etc”

Intentar a presentar mediante el "escrito clásico" (escrito sobre el "clásico papel"), "productos" de una "relación laboral" dentro de cual no se trabaja con "mediciones reproducibles" (sino con "medición estadística"), es como intentar poner uno, sus pensamientos sobre un “papel clásico” solo mediante su vista (sin utilizar el clásico . . . “bolígrafo”) sin emplear lo “tangible”.

Los "registros del tacografo" acumulan (como "memoria virtual") un pequeño porcentaje (5 - 10%) de "un ("un" = "1" = 100%) volumen

de memoria (humana) volátil" (memoria mas que analógica con la de el concepto "memoria [virtual] volátil") por un día laboral.

No funciona . . . “pegar una paliza” a “el virtual”, con una cosa “tangible”, ni tocar “lo tangible” con un objeto virtual.

Digo todas estas por que he entiendo que las denuncias solo se pueden hacer por escrito y espero yo que la escritura html no sea excluida,

y que si al ejercer mi trabajo no he encontrado en el “ring”, la “reciprocidad jurídica” (ausentando de pleno la “igualdad de armas jurídicas”),

espero que por lo menos “fuera del ring”, en mi intento de defenderme, no voy a ser obligado a demostrar de forma “ convencional”, el “efecto” causado por una “causa” virtual.

He concebido una “organigrama”, para existir por lo menos un “soporte de apoyo” en este “océano virtual”

Yo me he construido ladrillo con ladrillo una . . . “carrera profesional”. A mi me costaron mas de 25 años de trabajo al volante hasta llegar a alistarme bajo la bandera del tacografo en el 7 de enero 2008.

A 4 años de “relación laboral” bajo la bandera de la “legislación del tacografo”, en una de sus unidades de transporte acabo . . . derrumbado,

en todos los planes posibles. ¿A quien es la culpa? Esto me pregunto también y yo.

Según muestra mi “árbol” (incluso a el no familiarizado con este “régimen especial”) una “persona” para entrar en la piel de el “personaje 17”

tiene que pasar por el “muro 16”. Este “muro” esta equipado por ley con aquella “autoridad” que le permite decidir cuando tiene que “abrirse” para permitir la entrada de su “empleado”, extraer el pasador y acoplar el yugo , volviendo a colocar el pasador.

También esta equipado por ley (el empleador), con la potestad de extraer el pasador al final de jornada y devolver a su empleado a su “vida civil” (volviendo este a disponer, tanto “de forma como de fondo” de su “autonomía de la voluntad”, para que pueda administrar su propia vida, cumplir con otros contractos que tiene, en el mismo tiempo, con otras secciones de el Derecho civil (aparte de el contrato que tiene bajo la custodia de el Derecho laboral)

De mi propia piel yo lo tengo claro que “mi empresa” se interpuso entre estas “dos partes de la misma moneda (“1” y “17”) que soy, yo” (entre la cara; “trabajador móvil” y la otra cara; “persona”, seccionando por su canto a este “moneda”, interponiéndose (como un muro con hinchabilidad de una variaciòn sin limite legales de distancia o de tiempo) entre los “atributos de la personalidad” (sin ellos no existe la persona) de el concepto persona, manteniendo la persona partida en dos partes hasta . . . agotamiento (como a una “batería”), una batería que, de una vez agotada . . . se tira la basura.

Yo he hecho las tareas tal como me obliga el Derecho laboral por sus conceptos “ajenidad” y “dependencia”. Si no han existido objeciones mas de lo que han sido durante estos 4 años, ni por parte de la empresa, ni por parte de “el arbitro” (la guardia civil) significa que de sus puntos de vista las cosas, tal como se aplicaron, han quedado dentro de lo enmarcado por ley.

Yo entiendo (de a el mismo) que el Derecho laboral . . . “tutela el trabajo humano realizado en forma libre, por cuenta ajena, en relación de dependencia y a cambio de una contraprestación”.

Por motivaciones que no caben explicar aquí, he guardado huellas con ayuda de cual (como en criminalística) se puede hacer una “reconstitución de escena”, a una consistente parte de este ambiente laboral que he vivido yo (junto con los demás empleados) y se pueden sacar conclusiones para ser enderezado (por lo menos 1 – 2º) el cuadro (si los argumentos de mis huellas indican tal necesidad y si la Sociedad considera esto conforme con lo que ella misma esta buscando).

Yo no dispongo de la asistencia jurídica, de la técnica y tecnología, de sostenimiento económico de que dispone el profesional.

He resucitado con dificultades que no se puede imaginar gran parte de las huellas que no he dejado, como los demás, caer al vació, caer al olvido, con el reto de obtener una vida por lo menos un poquito mas respirable . . . para cualquiera.

Esta inmensa (para mi) cantidad de trabajo se puede mostrar útil, nula o inútil. Gran parte de estos discos son: “registros de tacografo” (discos y/ tiquetes), “partes diarios de trabajo”, “hojas de ruta”, fotos, videos, “diario personal a bordo”.

Las fotos (y los videos, también) no contienen no se que “secretos”. Buena parte tienen una doble utilidad: 1) para mi propia alma; 2) cada foto indica en su “propiedades” que yo, estaba en el “momento tal” en el “punto geográfico tal” y todas estas huellas se están relacionando y correlacionando entre ellas, re-formando una imagen que normalmente esta destinada a perderse.

Nadie, ningún chofer profesional se expone como yo ahora a un examen de esta manera, por que si no es bien preparado, puede volver en tu propia contra y, aplastarte.

Bueno. tengo una “pagina web cerrada” (esta no es destinada a el publico). En ella tengo muchas consideraciones sobre la tema y tengo subidas unas presentaciones (mediante el Drive), de discos, tiquetes, partes, hojas de rutas etc. Si me indicas una direcciones de “google” estos se pueden compartir.

Estas presentaciones varían de media hora a una hora (o mas). Hay unas con música (para que sean menos aburridas) hay otras que no. Pero, el mas eficiente es enseñar yo mismo, mediante un ordenador, a un interlocutor en persona, el material que tengo, como a un sastre, para concluir el si vale o no vale para confeccionar un buen traje.

Yo me acerco a cumplir 54 años. No se puede describir la vergüenza que vivo desde cuando fui convertido de este trabajo de a el estatuto de “pilar de mi casa” a el de “piedra de molino”, de a el estatuto de “hombre vivo” a el de “muerto civil”. No se puede describir la vergüenza que puede vivir uno de no poder mirar a su miembros de familia en los ojos.

Y todo esto . . . para que. Solo para culpa de no admitir ganar en mi vida mi pan por otro medio que . . . el trabajo.

No es justo y espero que de mis datos se pueden sacar conclusiones para acabarse de una vez con este tratamiento unitario que se aplica sobre el “conductor auto” y sobre el “trabajador móvil”, aunque son cosas completamente diferentes.

Hay muchas cosas de clarificar y de enderezar en la legislación del dominio y espero yo que mi trabajo no se va quedar sin dar frutos.

Quiero perdón por esta amplitud de la carta y por falta de claridad en mi forma de expresar (19.11.2013)