Si el carro y el sistema de transporte masivo no solucionan la movilidad en ciudades como Cali, cuál es entonces la solución?
Comencemos por decir que se parece mucho a la odiada moto. En nuestra ciudad la odian los peatones, porque aparecen por todas partes en desorden, y son los mayores generadores de accidentes. Las odian los automovilistas porque se les atraviesan, los pasan y andan mucho más rápido que ellos a pesar de costar mucho menos. Odia todo el sistema de transporte masivo porque son competencia. Odian los hospitales porque viven llenos tratando de atender a los accidentados. Los únicos que no las odian son los motociclistas, que en esencia son todos los que no tienen cómo comprar un carro, no pueden usar el sistema público de transporte porque no les sirve, no les llega o los demora mucho, y no les queda de otra que andar en moto. Para sobrevivir y moverse en la ciudad tienen que arriesgar sus vidas cada vez que quieren llegar a algún sitio.
Pero obviamente, las actuales motos, con los actuales conductores, en las actuales calles, son también un desastre. Aunque en términos de consumo de energía, son mucho más eficientes, todavía hay muchas que no solo son contaminantes de aire sino de ruido, son extremadamente costosas en términos de la carga que le ponen al sistema de salud y de seguridad social y aunque sí sirven para llegar donde se quiere en un tiempo razonable, ya es tal la congestión de motos, que no solo obstruyen los carros sino que se obstruyen entre ellos. Pretender que las motos sigan las reglas de tránsito universales, es decir que ocupen el espacio que le corresponde a los carros, que no se vayan por los lados, y menos por los andenes, que no hagan zigzag y que anden a velocidades razonables, es un imposible en el estado actual de desorden, falta de educación y control en cualquier ciudad del tercer mundo
Para acercarse por tanto a una verdadera solución de movilidad hay que transformar los vehículos y hay que transformar las vías.