Pocas personas piensan que cada que se montan en un carro toman un arma homicida y salen a recorrer las calles alegremente en busca de victimas desprevenidas. El modelo de ciudad que hemos copiado y deformado es un verdadero y literal atropello a la libertad de movilizacion y al derecho del ciudadano a mantenerse vivo. Solo piense en la escena de cualquier ciudad: un carro viene a modicos 40 kms por hora, un peaton esta en el borde del anden esperando poder pasar. Basta con unos pocos segundos de distraccion del chofer o del peaton, para que el segundo pague con su vida o su incapacidad. O piense en una avenida de dobre via en la que se encuentran carros en sentidos opuestos a modicos 60 kms por hora. Un ligero lapsus, una distraccion, la contestacion de un celular, un niño que brinque y un carro se pasa al otro carril generando un choque multiple con varios muertos y heridos. Por la forma como hemos estructurado las ciudades, combinando camiones enormes, buses, carros, con bicicletas, motos y peatones, antes asombra que no tengamos sino 40.000 accidentes en Colombia y 7.000 muertes cada año. Este terrible heho de violencia lo acepta la sociedad como un aceptable hecho de la vida. Cuando ademas le mezclamos nuestro bajo nivel cultural, que permite que personas sin instruccion ni educacion, salgan a las calles a cometer todo tipo de violaciones, y a esto le sumamos un pobrisimo control policial, con un ineficiente sistema judicial, entendemos porque nuestros accidentes de transito matan 5 veces mas por habitante y gasolina consumida que los paises desarrollados. Pocos caen en cuenta que es tanta la capacidad de daño y muerte del sistema de transporte, que nos hemos tenido que inventar un sistema especifico de aseguramiento para tratar de pagar la enorme cuenta en salud que esto representa.
Pero muchos diran que todo lo anterior es un mal necesario y justificable porque nos tenemos que mover. Tenemos que desplazarnos y por eso tenemos que pagar un precio energetico, economico y en vidas. Pero lo mas triste es que es en mobilidad donde el carro es un desastre.