Si la base del estudio de la biología son las especies, entonces las colecciones de especies en los herbarios y museos son la referencia científica de su existencia
1- RECOLECTA CIENTÍFICA:
Los estudios ambientales se han vuelto una herramienta básica en el desarrollo de multitud de actividades socioeconómicas. Muchas de estas actividades socioeconómicas que impactan el ambiente están reguladas por leyes, las cuales intentan prevenir, amortiguar, reducir o regenerar riesgos ambientales y daños sobre la biota en general o los seres vivos sujetos a muestreo. Para poder conocer el preámbulo de cualquier actividad socioeconómica son sumamente útiles trabajos previos sobre la información de la biota o bien hay que generar dicha información. Es la recolecta científica, realizada por personas capacitadas, profesionales como los biólogos, médicos, médicos veterinarios, químicos, ingenieros ambientales, agrónomos, etc., la actividad que permite recuperar del ambiente los datos científicos (de las especies) sujetos a investigación. Generalmente estudios que centran su objetivo en conocer la biodiversidad en sus diferentes enfoques, como la conservación de especies, mitigación de la perturbación, ecología de enfermedades, biota causante de enfermedades en plantas, animales o el propio humano, son los que incrementan la información biológica y colecciones en los países o regiones del planeta. Para cada rubro de la biota que se pretenda estudiar, generalmente esta mas o menos bien estandarizados los métodos de captura, recolecta y/o toma de muestras, los cuales se pueden obtener en manuales y guías ex profeso.
El estudio de la biodiversidad para los fines anotados, en la mayoría de las ocasiones implica realizar trabajo de campo; sin embargo, la de este tipo de trabajos a su vez implica un sin fin de dificultades.
a) Los estudios en campo con fines de obtención de datos y muestras biológicas en general representan un costo económico elevado, ya hay que contar con los medios de transporte, materiales propios de la recolecta (trampas, prensas, laboratorios, etc.) y los viáticos necesarios para que el personal pueda ejercer la obtención del material biológico.
b) Para tal actividad, actualmente la mayoría de los países expiden permisos al respecto y por ello es necesario contar con las licencias respectivas. En México la licencia de colecta científica es proporcionada por la SEMARNAT https://www.gob.mx/tramites/ficha/licencia-de-colecta-cientifica-con-propositos-de-ensenanza-en-materia-de-vida-silvestre/SEMARNAT442
c) Riesgos a la salud o bienestar del investigador pues se expone a distintos tipos de accidentes, desde mordeduras o picaduras de parte de la fauna o flora, hasta enfermedades por transmisión de patógenos. Para esto, existen prácticas de bioseguridad establecidas en diversos manuales y artículos especializados (Dudley, 2004; Oidtmann et al., 2011; Pearson, 2007), las cuales deben atenderse rigurosamente. De manera general, las medidas de bioseguridad están dirigidas a prevenir mecánicamente la transmisión de patógenos y contaminantes de un lugar y/o individuo hacia otro, mediante el uso de equipo, accesorios y agentes químicos (Green et al., 2009; Varela, 2011)
Este coste monetario y en riesgos se debe superar con el solo fin de lograr una recolecta científica
Así, para reducir los riesgos, los costos y sobre todo la manipulación o impacto negativo sobre poblaciones biológicas y, además para que la recolecta tenga la máxima eficiencia en su aprovechamiento presente y futuro, se debe obtener la mayor cantidad de información fidedigna en cada una de las capturas o recolectas. Y esta es pues la parte medular de la recolecta científica:
a) Los datos de posición geográfica, tanto políticos como de geoposición mundial (coordenadas, altitud) son en primera instancia los mas importantes.
b) Datos de índole ecológico tales como hábitat y abundancia.
c) Finalmente, datos que están regulados por el objetivo del trabajo, como serían los de usos (étnicos), patológico, ecológicos- poblacionales, etc.
A mayor cantidad y calidad de datos, más valiosa la muestra.
Dudley, J. P. 2004. Global zoonotic disease surveillance: An emerging public health and biosecurity imperative. BioScience, 54(11):982-983.
Green, D. E., Gray, M. J., y Miller, D. L. 2009. Disease monitoring and biosecurity. En: Amphibian ecology and conservation: a handbook of techniques. Oxford University Press.
Oidtmann, B. C., Thrush, M. A., Denham, K. L., y Peeler, E. J. 2011. In-ternational and national biosecurity strategies in aquatic animal health. Aquaculture, 320(1):22-33.
Pearson, J. E. 2007. Regulatory constraints for the transport of samples and compliance with the World Organisation for Animal Health(oie) standards for biosecurity and biocontainment. Developments in biologicals, 128:59-68.
Varela, N. 2011. Bioseguridad en el Manejo de Fauna Silvestre y no Convencional. En: Memorias de l Conferencia Interna en Medicin y Aprovechamiento de Fauna Silvestre, Exótica y no Convencional, 7(1): 20-30.
2- EL PROCESO DE DETERMINACIÓN
Parece obvio, pero todo material biológico recolectado o capturado, ahora deberá pasar por un riguroso método para determinarlo: ponerle el nombre científico correcto. El no hacerlo podría anular el valor de la recolecta o su probable uso; imaginemos si el patógeno no se determina correctamente los daños que ello podría ocasionar a una persona, o a la producción agropecuaria o a los daños ambientales. Es decir, “Se la llame como se la llame, una rosa siempre huele bien; pero, fragancia aparte, su nombre científico es Rosa gallica L., y así debería denominarse en las colecciones botánicas”. Este nombre permitirá la universalización de la información con respecto a su portador.
Sin embargo, los errores nomenclaturales son ubicuos en numerosos museos. Surgen probablemente cuando los biólogos y los conservadores de las colecciones clasifican muestras de una especie sin consultarlo antes con colegas de otras instituciones. En otros casos, la muestra aparece designada únicamente por su género si de buen principio el nombre de la especie no se consignó o se ignoraba, una simplificación considerada como incorrecta. Evidentemente la dificultad estriba tanto en la falta de especialistas, como en la adecuada y estricta curaduría de los museos. Ciertos grupos biológicos albergan más problemas que otros; aunque se creen que el problema es grave en las colecciones botánicas, lo son aún más en los armarios de cajas entomológicas y colecciones de microbiología.
Para determinar una muestra o ejemplar biológico será necesario un buen conocimiento de la morfología del grupo o taxa y herramientas preestablecidas tal como las revisiones o monografías taxonómica, las cuales generalmente contienen claves. Son las claves taxonómicas la herramienta de uso mas útil del producto del trabajo taxonómico.
Una vez determinado (o clasificado) un espécimen correctamente podrá entrar a un museo o colección viva y formar parte del acervo de conocimiento biótico de un país o región.
3- MUSEOS Y COLECCIONES
La historia de la conservación de ejemplares es más antigua que la historia de los museos. Hace por lo menos 7.800 años se hicieron momias en Perú y por lo menos hace 5.000 años en Egipto; estos ejemplares preservados ex profeso podrían ser los más antiguos. Los egipcios prepararon humanos y animales como peces, cocodrilos, aves, lagartijas y culebras con técnicas y sustancias sofisticadas. Hoy en día, las técnicas de preparación, secado, momificación, etc., sobre los ejemplares biológicos están ya muy estudiados en lo general y existen numerosos manuales al respecto y para cada grupo taxonómico. Una buena preparación de un espécimen podrá hacer que dure mucho tiempo en un museo y su utilización tendrá un futuro prolífico.
Las colecciones biológicas consisten en especímenes o partes de estos, preservados y catalogados por las instituciones responsables de las mismas y cuyo objetivo principal es la investigación científica, aunque pueden también cumplir otros propósitos (e.g. educación, exhibición). Los especímenes se adquirieren como objetos para el estudio científico, no estético o económico. El contenido de las colecciones biológicas debe estar documentado o publicado y los especímenes accesibles a todos los miembros de la comunidad científica para su estudio. Las colecciones biológicas son recursos que sustentan a la investigación (tanto básica como aplicada), apoyan al planeamiento ambiental, al manejo de recursos, fundamentan a la educación, etc. Los usuarios de las colecciones son investigadores, estudiantes de distintas disciplinas y niveles y gestores ambientales.
Las colecciones biológicas son preservadas por constituir el documento que avala los resultados de las investigaciones, permitiendo confirmar, como así también ampliar, los resultados de las mismas. Los especímenes de las colecciones biológicas suelen ser re-analizados constantemente con nuevos métodos y técnicas. De esta forma, los especímenes históricos pueden ofrecer nuevos datos científicos. Asimismo, las colecciones brindan evidencia única de tendencias históricas a largo plazo, así como también permiten realizar predicciones hacia al futuro. Estos especímenes tienen numerosas funciones en general:
1• Como vouchers de los registros científicos. Son ejemplares sobre los que se han realizados observaciones y análisis. Son testigos de esas investigaciones y permiten corroborarlas.
2 • Como estándares. Son especímenes de referencia que permiten la identificación de las especies. Son indispensables para los estudios de la biodiversidad (espécimen tipo), como así también para la salud y los recursos alimentarios.
3• Como elementos. Para estudios biológicos, de conservación y seguridad alimentaria.
4• Como especímenes raros, únicos o que fueron colectados en oportunidades únicas. Por ejemplo, flora y fauna colectadas en expediciones en siglos anteriores.
5• Como fuentes de ideas. Para entrenamiento de científicos, inspiración e información de educadores, para el desarrollo curricular. Elementos materiales para la instrucción en todos los niveles.
6• Como colecciones pro-activas. Para futuros análisis o experiencias, para futuras necesidades.
¿Qué investigaciones se pueden realizar en las colecciones biológicas?
Las colecciones biológicas son archivos históricos detallados de la vida, pasada y presente del planeta. Las colecciones también son un archivo de la ocurrencia de los ejemplares en un lugar y un tiempo especial. Las colecciones y sus datos asociados constituyen la mayor fuente de información acerca del ambiente local y la distribución geográfica de un animal o planta o enfermedad. Los ejemplares son los “voucher”. Por todo esto, a partir de las colecciones se realizan investigaciones en (AMADON 1971, ALBERCH 1985, 1993, 1994, ALLMON 1994,STANSFIELDet al. 1994): Taxonomía (nombres, identificaciones, variabilidad morfológica); Sistemática (estudio de las relaciones entre las especies); Estudios evolutivos (morfología, osteología, fisiología); Estudios de modelos predictivos de la biodiversidad del planeta(pasada y futura, rangos de extinción); Investigaciones sobre el ambiente; Investigaciones sobre la ecología de las especies (historia natural); Estudios de los contenidos estomacales, estados reproductivos, al igual que estudios de químicos ambientales (DDT en los huevos delas aves), a partir de la información de las notas de campo; Investigaciones biomédicas, bioquímicas y actualmente en la bio-prospección (estudios de compuestos químicos empleados en la medicina); Estudios moleculares de ADN y cladísticos, entre muchos otros más (GRAVES & BRAUN 1992, HAFNER 1994, MUNDYet al. 1997); Estudios sobre la biodiversidad de una región, país y/o del planeta.
4- LOS PRODUCTOS TAXONÓMICOS QUE SE OBTIENEN DE UN MUSEO
De acuerdo a Wikipedía:
“En taxonomía, las monografías taxonómicas (monographs), son la publicación, en papel u online, de un estudio extenso de un taxa en particular; se formaliza con la nomenclatura del especímen. Descripciones, claves y fotos. Son producto de una revisión exhaustiva de la literatura sobre la nomenclatura del taxón tratado hasta el momento, una revisión de los ejemplares citados y depositados en las colecciones y su integración con nuevos datos crudos provenientes de nuevas ocurrencias. No es raro que una monografía incluya cambios nomenclaturales como cambios de rango o la descripción de taxones nuevos y otros cambios taxonómicos como la re-circunscipción de taxones ya nombrados. Las monografías suelen ser el estudio de años o incluso décadas de un taxónomo dedicado a la observación y revisión de un taxón particular. Se suelen publicar en revistas científicas, a veces dentro de alguna "serie" dentro de las mismas o como números especiales, debido a que suelen ocupar muchas páginas. Son recientes las revistas científicas (con referato) electrónicas enfocadas a la publicación de estudios taxonómicos a menor costo, como Zootaxa, Phytotaxa, Mycotaxa, Zookeys, Phytokeys, Mycokeys, que sí fueron indexadas en las mediciones de factor de impacto. La primera de ellas fue Zootaxa, creada en el 2001, indexada por ISI en el 2004.
Las revisiones taxonómicas (taxonomic revisions) son publicaciones taxonómicas similares a las monografías pero menos exhaustivas, generalmente de alcance local. Tienen como objetivo editar una flora o fauna específica de una región geográfica o bien sólo un taxón dado para un país o región.
Las descripciones de nuevas especies -esperablemente parte de al menos una revisión taxonómica-, las monografías y las revisiones taxonómicas, así como las descripciones exhaustivas con claves e ilustraciones presentes en las floras y faunas (esfuerzos conjuntos regionales) constituyen lo que se denomina como fuentes primarias taxonómicas. Los "datos crudos" son los tomados de los ejemplares coleccionados (los "especímenes de referencia"), como las fotos y los estados de los caracteres, también son datos crudos las entrevistas con los locales, etc. Las fuentes secundarias son las que presentan la información copiada de las fuentes primarias, normalmente resumida o seleccionada según algún punto de vista de interés para el lector.
En la actualidad hay esfuerzos dirigidos a digitalizar la vasta literatura primaria taxonómica en papel, como Biodiversity Heritage Library. También hay esfuerzos para que los actos nomenclaturales creados en estas publicaciones antiguas y en las actuales sean registrados en un registro central de nombres, como propuesto por el BioCode y como ya (al 2016) existe sólo en bacterias y hongos. Esto evitaría la creación de nombres homónimos en el futuro y aceleraría el trabajo de los taxónomos”.
5-COROLARIO
La relación entre las actividades mencionadas cierran un circulo virtuoso. Una depende forzosamente de la otra; sin las recolectas no hay material de estudio; si no hay estudios monográficos o revisiones no se puede determinar las especies; y si no se determinan las especies, no hay posibilidades de tener trabajos de floristicos, faunisticos, micofloras o bacteriofloras; los trabajos como los anterioresd son los estudio base, o de ciencia básica, que alimentan los de conservación, impacto ambiental, etnobiológicos, biogeográficos, farmacognóstico, de salud, etc. (Fig. 1).
Figura 1. Diagrama que trata de sugerir el flujo existente en el trabajo de la taxonomía relacionado con la adquisición de material biológico, su tratamiento, almacenamiento y productos destinado al uso.
Literatura y actividades recomendada para ampliar el conocimiento
Documentales recomendables:
cazadores de Orquídeas: https://drive.google.com/open?id=1oxefVRcf4rYCizHzQEcnQN29UAaW3UmV