Ya Charles Darwin en su libro "Sobre el origen de las especies" (1859) dejaba claro que si había evolución, tenía que ser gracias a las variaciones aleatorias de los organismos. Tratando de delimitar estas variaciones es posible destacar que los organismos estan constituidos por multitud de caracteres, cada uno de los cuales presentan estadios de variación. Así el conjunto de caracteres y la variación de cada uno de ellos es lo que permite distinguir a los individuos de una especie y a los diferentes conjuntos que se forman (familias, órdenes, clases, etc.) de las especies. Es decir, los caracteres son atributos utilizados para distinguir los miembros de un taxón, de los miembros de otro taxón (Mayr & Ashlock, 1991), o atributos heredables cuya variación permite diferenciar grupos o taxones (Smith, 1994).
Son las herramientas de la construcción de las clasificaciones. Mayr (1982) estableció que una clasificación es el ordenamiento de organismos en taxones, sobre la base de sus similaridades y relaciones filogenéticas, las cuales están basadas en el estudio de sus caracteres taxonómicos.
Los caracteres (carácter en singular) son los atributos de los seres vivos que en conjunto se utilizan para delimitarlos en taxones biológicos. En cada taxón, los grupos implícitos poseen caracteres, cuyos estados del carácter los diferencian de otros taxa.
Darwin ya presuponía que: todos los seres vivos varían; las diferencias se heredan. Aquellos individuos cuyos rasgos o caracteres variantes son favorables en el ambiente donde habitan, medrarán y producirán más descendientes que los individuos con variantes desfavorables. Por lo tanto, los caracteres favorables se acumularán a lo largo del tiempo por un proceso inevitable de “selección natural”.
Asi que hoy dia sabemos que los caracteres de los organismos y su variación son la materia prima de la evolución. A su vez son por lo tanto los datos científicos que la taxonomía busca y estudia para definir la clasificación de la biodiversidad.
Sin embargo, Darwin en su época fue incapaz de decir de dónde procedían tales variaciones de los caracteres.
Fue hasta 1900 que los trabajos de Gregorio Mendel dieron luz al conocimiento de la heredabilidad de caracteres y sus posibles: entidades discretas, presentes aunque no siempre visibles, que se transmitían de padres a hijos. Para el centenario de la publicación del libro, ya se estaba descubriendo el rastro de la información hereditaria ubicada en los cromosomas. Los estudios de James Watson y Francis Crick habían
propuesto una estructura para la molécula de ADN en 1953 y había conducido hasta un macropolímero, el ácido desoxirribonucleico (ADN), con implicaciones extraordinarias
para nuestra comprensión física de la herencia y la variación.
Asi, los cambios espontáneos en el ADN son los “porqués” de las variaciones. La cuestión del “cómo” se traducen esas mutaciones en diferencias en los rasgos, forman parte del campo de investigación de la ecología de poblaciones.
En la actualidad, se puede a menudo trazar de arriba abajo el camino que va de los caracteres morfológicos, anatómicos, citológicos, bioquímicos y moleculares, fisiológicos y etólógicos de plantas y animales con cambios específicos a los átomos de la doble hélice del ADN. Se sabe por ejemplo que, el rasgo de semilla rugosa de Mendel resulta de la inserción de una secuencia de 800 pares de bases en el gen de una enzima relacionada con el almidón. La secuencia insertada, al entorpecer la síntesis de la enzima, reduce la de almidón, y los cambios que produce en el contenido en azúcar y agua llevan a semillas más dulces, pero rugosas.
De esta manera, el respaldo empírico a la teoria Darwiniana de evolución por selección natural queda solventada debido a la crucial importancia del reconocimiento empírico que en el siglo XX se hace de la variación heredable
1. La variación heredable no se circunscribe a esencia alguna.
2. La variación heredable no está dirigida.
3. La variación heredable es continua y gradual (a excepción del polimorfismos, que son ejemplos de variación heredable discontinua).
Asi, contra las restricciones del esencialismo (tipologico, filosofía dominante en el S XVII y XIX sobre la inmutabilidad de las especies), la primera característica asegura que la evolución puede ocurrir. Para que la selección tenga un papel activo en el proceso evolutivo, es preciso la segunda característica. Y para que ese papel sea el más importante, se requiere de la gradualidad de la tercera. Con las tres características se crean las condiciones para que “la selección natural” pueda ser considerada como la principal fuerza evolutiva (Hernández Marroquín, V-R. y Ricardo Noguera Solano, 2009)
El ADN es una larga hélice compuesta por dos hebras, con un espinazo formado por cadenas repetitivas de azúcar y fosfato. Las dos hebras del polímero se mantienen unidas por el emparejamiento complementario de cuatro bases químicas, adenina, citosina, guanina y timina (A, C, G, T); son éstas el fundamento del lenguaje genético. Estas cuatro letras químicas pueden disponerse en secuencias distintas a lo largo de una hebra de la hélice de ADN; las instrucciones que contengan permiten codificar caracteres (desde proteinas hasta elementos morfo-fisiológicos y de comportamiento) y se transmitirán de padres a hijos.
Los daños físicos o errores en la copia de la molécula de ADN producidos antes de la división celular alteran la secuencia normal de letras. Estas alteraciones, llamadas mutaciones pueden tomar formas muy dispares: sustitución de una letra por otra en
una posición dada del polímero, supresión de un bloque de letras, duplicación o inserción de nuevas letras, o inversión y traslocación de las letras preexistentes. Se ha
demostrado que las mutaciones se presentan con bastante regularidad. Si bien, sólo las mutaciones que se producen en las células germinales se transmitirán a la descendencia, las que ocurren a nivel somático pueden inducir problemas que lleven a la muerte temprana (tumores-cáncer) del individuo y ello puede modificar tambien la tasa de nacimientos de una población. Los cambios susodichos dentro del genoma rusultan pues en una enorme diversidad, tanto a nivel de especie, individuo o comunidad (biodiversidad). En los grupos sexuado, la meyosis prové también conjuntos de rearreglos cromosómicos, que en ocasiones modifican el patron de herencia, pero que por lo regular auxilian a distribuir la variación en la especie. En los organismos asexuados como los procariotas, aparte de la mutación, tiene un papel importante la transferencia horizontal o vertical como fuente de variación
Cuestionario y preguntas guía