En un sistema mixto, tenemos dos actividades principales: ganadería y agricultura. La integración de estas dos actividades se logra empleando herramientas sistémicas que permitan alcanzar los diferentes atributos explicitados en la página de inicio.
Breve descripción de la cría bovina intensiva (CBI):
Las técnicas y manejo de la cría bovina intensiva, fueron desarrolladas para complementar planteos agrícolas en campos sin limitantes para los cultivos, en tiempos de procesos de agriculturización en la pampa húmeda. Se denomina cría porque es lo que prevalece, pero son sistemas de ciclo completo, con terminación a corral. El recurso forrajero principal, son pasturas de alfalfa puras o consociadas de alta producción que soporten una alta carga de vacas por hectárea. Las pasturas ocupan entre el 15 y 25% de la superficie del campo; lo cual dependerá en mayor medida de la calidad de los recursos y el grado de intensificación y en menor medida, del peso de destete o de aquí para adelante, procesos de recría de los animales. El resto de la superficie se destina a cultivos agrícolas de verano. La carga de vientres se ubica alrededor de una vaca por hectárea de la superficie total del establecimiento, teniendo en cuenta que al mismo tiempo se obtiene una cosecha de verano del 75 a 85% en la superficie considerada agrícola.
El aprovechamiento de los recursos, se realiza siguiendo la curva de producción de la pastura, haciendo coincidir los mayores requerimientos del rodeo, con la mayor oferta forrajera, con una carga que maximice el consumo. La manera en que se cubre el bache productivo del recurso principal, que coincide con el momento en que el rodeo tiene los requerimientos más bajos; es lo que diferencia a los distintos productores CBI. Ya que hay múltiples opciones: silaje de maíz o sorgo, suplementación con maíz, verdeos de invierno, aprovechamiento de rastrojos, encierre a corral, etc.; técnicas que suelen emplearse puras o combinadas.
Herramientas para la integración - Cultivos de cobertura multipropósito
Incorporando cultivos de cobertura multipropósito: En un principio, el objetivo era lograr producir suficientes raciones, como para poder soportar la carga otoño invernal sin inconvenientes y sin tener que recurrir al uso de otro tipo de reservas; por el alto costo de las mismas y su incidencia en los resultados operativos del sistema. Estos cultivos están compuestos principalmente por gramíneas, que para el sur de la provincia de Santa Fe, son cebadilla criolla y avena que se usan con estrategias diferentes.
Luego de años de uso, nos dimos cuenta que el potencial de estos cultivos era mayor y que podían y debían cumplir con otros propósitos y que de su exitoso manejo dependía no solo la actividad ganadera sino principalmente la agrícola. Estos cultivos para que puedan cumplir sus diferentes funciones, deben manejarse con una carga correcta. ni alta ni baja, que solo puede ser implementada mediante tecnologías de proceso; para poder aprovechar las complejas interrelaciones que cada sistema productivo genera.
El campo debe estar todo el año verde, captando toda la energía solar posible y transformándola en biomasa, mejorando los niveles de materia orgánica. El cultivo de cobertura actúa como alfombra protectora, contra la erosión hídrica o eólica, la compactación, la lixiviación de nutrientes y principalmente para competir con las malezas presentes en los barbechos y que tanta resistencia han generado. El control de malezas difíciles en este tipo de sistema es mucho más sencillo, porque sumamos diferentes estrategias de control. La disminución en el uso de agroquímicos es evidente y los costos se reparten entre ambas actividades. Los cultivos de cobertura se cargan al margen bruto ganadero y el control químico que sea necesario realizar, se cargan al margen bruto agrícola.
En estos últimos tiempos se ha incorporado el concepto de Cultivos de Servicios. Que es un giro muy importante para el abordaje de la sustentabilidad de los sistemas agropecuarios, ya que analiza los servicios ecosistémicos, su uso y su conservación. Particularmente destaco, los nuevos conocimientos que se han generado sobre la dinámica de la materia orgánica del suelo, en donde se muestra la importancia de los cultivos que proveen raíces para el incremento o mantenimiento de la misma. Mucho más importante que el concepto anterior de dejar los rastrojos en superficie.
Esto último genera un cambio muy importante en el manejo de los rastrojos y le da fundamento teórico a las prácticas que realizábamos. El consumo racional de rastrojos implantados con cultivos de cobertura. Resta estudiar la dinámica de las raíces por efecto del pastoreo, ya que esta visto que el pastoreo incrementa la formación de raíces y por ende debe aumentar la formación de materia orgánica.
1. Mejorar el balance de carbono orgánico
2. Revertir compactaciones
3. Mejorar la captación e infiltración de agua
4. Control de erosión
5. Control de malezas
6. Mejorar el ciclado de nutrientes
7. Producir forraje
En cuanto a las especies a usar, la cebadilla criolla es el elemento principal, porque es de nuestra zona y con manejo dedicado se puede lograr que se naturalice nuevamente y perdure por mucho tiempo en el sistema. Se debe lograr que el banco de semilla del suelo sea abundante y parejo en toda la superficie del establecimiento. Se implanta luego de cosechado el cultivo de verano con sembradora, porque hay que ser prolijo en la ocupación del espacio y ejercer competencia con las malezas. Se debe considerar que el costo de siembra si se hacen bien las cosas se amortiza durante varios años.
La avena es una salida rápida y complementa la curva de crecimiento de la cebadilla. Es rápida porque se puede aprovechar sesenta días después de implantada. La siembra se realiza mediante el voleado con fertilizadora terrestre autopropulsada, dentro del cultivo de soja, cuando las hojas comienzan a amarillear y antes que se caigan. Es una siembra muy segura, porque el cultivo de soja le brinda condiciones estables para su germinación. Debe ser hecha de manera prolija sin dejar chanchos, y solapando bien las pasadas. Es una siembra económica, que en nuestra zona se cobra ocho litros de gasoil por hectárea y se pueden realizar muchas hectáreas por día. La avena es más efectiva que la cebadilla en la competencia con las malezas
A modo de ejemplo
Lote implantado con cebadilla y avena, con terrazas para control de erosión, con vacas con cría al pie y en época de entore (en este caso el entore se realiza desde el 15/08 al 15/11), con parición mayo agosto.
En este sistema estos cultivos son muy logrables todos los años y se programó sobre ellos la parición y el entore, que es el momento de máximos requerimientos. Los lotes se cargan luego de la cosecha, con 1,2 vaca por hectárea. El lote conformado, no se mueve hasta que se deba abandonar la superficie agrícola para la siembra. Este manejo al trabajar con superficies más grandes y menos densidad de animales mejora el bienestar animal, el estado de los terneros, la sanidad y disminuye los posibles problemas con los toros.
El destete es convencional, con un peso promedio de 230 kgs, los machos van a terminación a corral y se comienzan a vender en febrero con un peso promedio de 350 kgs. Las hembras, quedan sobre pasturas para su recría y luego de seleccionadas la reposición, se les da un toque final a corral.
Primer entore a los 15 meses con toros angus de pedigree seleccionados por bajo peso al nacer (breedplan).