Reducí y evitá el dolor si vivís con hiperlaxitud articular

(Fuente: “Reduce and prevent pain when living with joint hypermobility”, nota publicada en el portal ExpertBeacon (http://expertbeacon.com/). Autor: Dr. Brad Tinkle. Director Médico de Genética Clínica. Hospital Advocate’s Children de Illinois, Estados Unidos. Traducción: Alejandra Guasp, Red EDA, 03/02/2014)

La hiperlaxitud articular es una condición común, como ser más alto o más bajo que el promedio.

Obviamente, algunas personas tienen articulaciones más móviles que otras, y esto puede depender del sexo, la edad, el origen étnico y el entrenamiento.

Algunas personas son excesivamente móviles, y eso puede ser un rasgo genético. Esos individuos pueden tener problemas con su colágeno o con proteínas similares en su cuerpo.

Ellos sienten que sus articulaciones constantemente se salen de lugar (subluxaciones) o realmente se salen de lugar (dislocaciones). Las dislocaciones recurrentes pueden indicar inestabilidad en una articulación. Las subluxaciones, dislocaciones, y la inestabilidad pueden ser dolorosas y pueden limitar lo que una persona puede hacer (como por ejemplo peinarse).

La fisioterapia puede ayudar a obtener una mayor estabilidad y puede ser necesaria la cirugía para algunas personas, pero en general, este es un desafío constante para muchas personas afectadas.

Como este puede ser un defecto en el colágeno o en proteínas relacionadas con él, esas personas pueden tener otros problemas, en sus ojos, su corazón y sus vasos sanguíneos, sus huesos, etc.

Algunas personas lucen normales, pero luchan diariamente contra el dolor. Como el colágeno o las proteínas relacionadas con él están en todas partes del cuerpo, muchos otros órganos también pueden estar afectados. Por ejemplo, muchas personas tienen baja presión sanguínea y mareos al ponerse de pie. Mientras que esto puede parecer benigno, algunos se desmayan u otros tienen frecuencias cardíacas muy rápidas, que son compensaciones del cuerpo a la baja presión sanguínea.

Qué hacer

Tené en cuenta tu alimentación

  • Alimentate bien. Ya sea que estés o no con una dieta sin gluten, o sin lácteos, o alguna otra dieta, planeá tus comidas y tus colaciones. La alimentación adecuada es una parte importante de tu plan de manejo de salud.

Hacé ejercicio

  • Ejercitate varias veces por semana. Consultá con un fisioterapeuta que esté informado sobre la hiperlaxiutd y adaptá una rutina de ejercicios para hacer en tu casa. Esto puede incluir algunos estiramientos, tonificación muscular, e incluso ejercicios aeróbicos de bajo impacto. Es importante adoptar estos cambios en el estilo de vida, y por ello es bueno que elijas actividades que disfrutes.

Dormí lo suficiente

  • Dormí la cantidad de horas que necesites. El sueño es un proceso restaurador. El sueño ayuda a sanar. Date mucho tiempo para dormir y adoptá una correcta higiene del sueño, y no olvides que tu posición durante el sueño también es importante.

Hidratate

  • Tomá mucha agua u otros líquidos. El mínimo debería ser 2 litros por día, pero muchas personas necesitan más. Si tenés mareos al ponerte de pie, bebé incluso más líquido. El color de tu orina debería ser mayormente clara, solo c on un tinte amarillo. Agregar sal (consultá con tu médico!) ayuda a que tu cuerpo retenga más líquidos. Evitá la cafeína y el alcohol, que pueden hacer que orines mucho.

Usá férulas/ortesis

  • Usá férulas, vendajes y/u ortesis según te lo indiquen. Deberías usar estos elementos para proteger tus articulaciones en momentos de estrés articular o luego de lesiones. Su uso puede hacer que los músculos circundantes se tornen débiles, así que úsalos correctamente, y ejercítate!

Qué no hacer

No hagas contorsiones

  • Hacer contorsiones para que las vean tus amigos estresa tus articulaciones, y eso puede producirte dislocaciones y dolor. Este comportamiento también puede mantener tus ligamentos elongados, debilitando más aún tus articulaciones. Cuanto menos estrés tengan tus articulaciones, mejor; por ello, no hagas contorsiones!

No olvides usar calzado con un buen soporte

  • No uses calzado sin soporte, como ojotas, botas tipo Uggs, etc. Las personas con hiperlaxitud articular a menudo tienen los pies planos, lo que produce mala alineación del talón y el tobillo, ocasionando estrés sobre el tobillo, la rodilla, la cadera, e incluso la zona lumbar.

No hagas demasiado

  • Alterná tus actividades. El dolor se produce mayormente con la actividad. Cuanta más actividad, más dolor. Sin embargo, tenés que estar activo. Por ello, tiene que haber un balance entre las actividades físicas, hacer lo que tenés que hacer, y limitar lo que no necesitás hacer.

No ignores el dolor

  • No olvides tratar tu dolor. Esperar a tratar el dolor cuando está fuera de control generalmente limita la efectividad del control del dolor. La mayoría de los pacientes tiene dolor agudo y dolor crónico, que puede variar a lo largo del día, o de un día para el otro. El manejo del dolor debería realizarse tanto para el dolor agudo como para el crónico.

No te olvides de tu postura

  • No uses tus articulaciones en hiperextensión. Por ejemplo, al estar de pie, tus rodillas no deberían doblarse hacia atrás. No te apoyes en las palmas al estar sentado, ni tengas tus codos extendidos. No te sientes en “W”. Tratá de sentarte siempre con las caderas y las rodillas con un ángulo de 90º.

Resumen

La hiperlaxitud articular puede afectar a algunas personas pero no a otras. También puede ser un signo de problemas en el colágeno o el tejido conectivo. La hiperlaxitud articular no es benigna si ocasiona problemas. Afortunadamente, se pueden hacer muchas cosas para ayudar con estos síntomas.