La Búsqueda de La Respuesta

(Autora: Lic. Giselle Tufaro, psicóloga, afectada por SED, 28/03/2014)

En el mundo 2.400 millones de personas usan Internet.

Cada ser humano de esos 2.400 millones son seres ÚNICOS. Existen entre 5.000 y 7.000 enfermedades raras en el mundo. Cada persona, de los millones que padecen alguna de estas enfermedades poco frecuentes, además de ser ÚNICA, es IRREPETIBLE. Cada una tiene su orfandad propia y característica. Cada una es un ser BIO-PSICO-SOCIAL y debe ser abordado como tal. El desconocimiento médico- psicológico y científico es lo que nos conduce, a quienes padecemos este tipo de dolencias, a una mezcla abrumadora de ansiedad – desesperación – incertidumbre que concluye en una BÚSQUEDA de “LA” respuesta. A medida que aumenta el uso de Internet en el mundo, es notable como cada vez son más las personas que entran para buscar temas de salud. Existe todo tipo de información en línea, desde lo válido e importante hasta lo más falso y peligroso.

Si bien ayuda a entender las enfermedades y los tratamientos, y puede mejorar la comunicación entre el médico y el paciente, debemos ser muy cautelosos, solo tomarlo como medio de información y NUNCA como método diagnóstico, o peor aún, seguir un posible tratamiento allí recomendado.

Muchas veces las personas se asustan cuando piensan que están enfermas o heridas, y desean utilizar múltiples fuentes de información para ayudarse.

Cuando las personas realizan este tipo de “búsqueda de respuestas en las redes sociales” tienden a:

  • sobrestimar lo que tienen o subestimarlo
  • aumentar la ansiedad/angustia,
  • no consultar al profesional correspondiente
  • entrar en sitios de Internet anónimos, poco científicos
  • entrar en el laberinto de la hipocondría, y/o transformarse -ante la mirada del profesional- en un ser generador de un abanico de síntomas
  • actitudes paranoides ante “el ser enfermo”
  • aislamiento, soledad

Ahora bien, al estar dentro de estos 7000 padeceres huérfanos, donde no hay más que dudas y preguntas; y al pensar que “La Respuesta” podría llegar a estar al alcance de un “click reparador” empezamos a navegar…

Navegamos desde lo real, de hospital en hospital, por todas las diferentes especialidades médicas y psicológicas.

Navegamos por la inmensidad de Internet.

Y también navegamos desde lo simbólico.

Todo como un círculo vicioso que se retroalimenta y hace que sea muy difícil anclar – parar – confiar.

Este “anclar” implica el asumirnos, o como me gusta expresar: “amigarnos” con esto que somos. Querernos con este todo que somos.

Comenzar a dar pasitos nuevamente de a poco y dejar la deriva alocada e inagotable que nos puede llegar a demandar entrar en “la navegación / negación”.

El amigarnos implica Responsabilidad, Amor, Respeto y Tolerancia.

Y desde este lugar podemos construir y prevenir.

Es por esto que: ¡el poder compartir experiencias con otros es muy enriquecedor!... pero siempre sin olvidar “anclar – amigarnos” con lo que nos sucede y toca vivir desde la Responsabilidad, el Amor, el Respeto y la Tolerancia.

Ayudá al médico a ayudarte. Si te preocupa una situación médica en particular y ya investigaste un poco para descartar posibles padecimientos, compartí esa información con tu médico; no dejes pasar tiempo, no dejes que las experiencias de otros te llenen.

Consultá a tu profesional tratante ante cualquier síntoma, aunque creas que no lo amerita.

¿A Uds. les parece que navegando millones de seres humanos con enfermedades poco frecuentes – irrepetibles una de otra, en un océano de millones de personas, podemos generalizar, y encontrar “La Respuesta” en la experiencia de otro?

Queridas Cebras, si esto fuera así, perderíamos la magia y belleza que nos caracteriza a cada una de nosotras… y les aseguro que no estaríamos entre estas 7.000 enfermedades.