Hiperlaxitud y dolores de crecimiento

(Texto: Alejandra Guasp, Red Ehlers-Danlos Argentina)

El término “dolores de crecimiento” fue introducido en 1823 por el médico francés Marcel Duchamp, aunque la naturaleza de estos dolores ha desconcertado a los pediatras y médicos clínicos desde entonces.

En 1986, H. Peterson definió los dolores de crecimiento como unilaterales, intermitentes y no articulares, involucrando las extremidades inferiores, produciéndose típicamente durante las últimas horas de la tarde o en la noche, con un examen físico normal y parámetros de laboratorio normales, cuando éstos se realizan. Consideró el término como una entidad “nebulosa” que puede diagnosticarse solo por exclusión, y advirtió que “el mayor error diagnóstico es hacer un diagnóstico de dolores de crecimiento y pasar por alto alguna enfermedad subyacente seria”. (Peterson 1986)

¿Existe relación entre la hiperlaxitud ligamentaria y los dolores de crecimiento?

Hay evidencia creciente de que gran parte del dolor que experimentan las personas con hiperlaxitud/Síndrome de Hiperlaxitud –en particular los niños- se asocia con el aumento de la fatiga muscular debida al desacondicionamiento físico, y al incremento de las demandas en los músculos al tratar de controlar las articulaciones hiperlaxas.

Muchos individuos hiperlaxos describen haber tenido dolores articulares, particularmente en la espalda y las rodillas durante la infancia, y es frecuente encontrar en ellos un antecedente de dolores de crecimiento o dolor de piernas paroxismal nocturno benigno (Maillard & Murray, 2003).

K. J. Murray y P. Woo (2001) explican que los dolores de piernas nocturnos, o “dolores de crecimiento”, constituyen un síndrome doloroso común en la infancia y que han sido relacionados con la hiperlaxitud subyacente en algunos niños.

Los autores postulan que el ejercicio inusual o excesivo lleva a lesiones menores o distensiones repetitivas en las estructuras músculo-tendinosas o ligamentarias de las extremidades inferiores, que se vuelven notorias cuando los niños descansan hacia el final del día. La edad característica de prevalencia, entre los 3 y los 6 años, no es la edad de más rápido crecimiento en la infancia, sino que representa la época crítica de cambios en las actividades y demandas físicas, coincidiendo con cambios importantes en la morfología corporal, como la fuerza muscular, el balance y el soporte ligamentario. Así, la hiperlaxitud puede contribuir a la aparición de síntomas. Una de las consultas más comunes en la reumatología pediátrica es el dolor recurrente de pies/tobillos y rodillas, que se piensa podría estar relacionado con la hiperlaxitud, y no es raro obtener antecedentes de los padres durante la infancia temprana de sus hijos sobre pies excesivamente planos o pronados, o de patrones de marcha anormales debido a la anteversión femoral (rotación hacia adentro de la cabeza del fémur). En esos niños se puede observar hiperlaxitud generalizada (aunque los síntomas pueden ser muy variables).

En un estudio realizado en la India en 433 niños (219 varones y 214 mujeres –con edades entre 3-9 años) 177 (el 41%) tenían hiperlaxitud ligamentaria (valor en la Escala de Beighton de 5/9), y 122 (28%) satisfacían los criterios de Peterson para los dolores de crecimiento.

· De los 177 niños con hiperlaxitud ligamentaria, 75 (el 42%) tenía dolores de crecimiento.

· De los 122 niños con dolores de crecimiento, el 62% tenía hiperlaxitud ligamentaria.

Realizando un análisis estadístico, los autores encontraron que la hiperlaxitud ligamentaria y los dolores de crecimiento estaban fuertemente asociados. También mostraron una asociación particularmente fuerte entre la hiperlaxitud en las rodillas y los dolores de crecimiento (Viswanathan & Khubchandani 2008).

Otro estudio realizado en Inglaterra (J D Annan & colabs. 2010) investigó una población de 33 niños con dolores de crecimiento y 31 niños control (sin estos dolores), atendidos en un hospital pediátrico. Los niños con dolores de crecimiento eran significativamente más hiperlaxos que los controles.

Los autores indicaron que ya se ha demostrado una relación entre la hiperlaxitud ligamentaria y los síntomas músculo esqueléticos en adultos, y que también existe evidencia de que es más probable que los niños hiperlaxos experimenten dolor músculo esquelético, particularmente articular. También indicaron que la etiología de los dolores de crecimiento continúa siendo poco clara y que, en vistas de su posible asociación con la hiperlaxitud ligamentaria y con otras dolencias músculo-esqueléticas, debería evaluarse cuidadosamente si los niños con dolores de crecimiento son hiperlaxos.

Referencias:

- Annan J.D.; Abu-Rajab R.B.; Young D. & Bennet G.C. Growing pains in Children are associated with Joint Hypermobility. The Journal of Bone and Joint Surgery British Vol. 2010 92-B: 372-a

- Maillard S, Murray KJ. Hypermobility syndrome in children. In: Keer R, Grahame R, editors. Hypermobility syndrome: recognition and management for physiotherapists. Edinburgh: Butterworth-Heinemann; 2003 (chapter 4). p. 33–50.

- Peterson H: Growing pains, Pediatr Clin North Am 1986, 33(6):1365–1372

- K. J. Murray and P. Woo. Benign joint hypermobility in childhood. Rheumatology 2001; 40: 489-491

- Viswanathan V, Khubchandani RP. Joint hypermobility and growing pains in school children. Clinical and Expermiental Rheumatology. 2008 Sep-Oct;26(5):962-6