El magnesio y el Síndrome de Ehlers-Danlos

(Extracto de la nota “Mangnesium and Ehlers-Danlos Syndrome, Part 2: What persons with EDS need to know about magnesium. ©2013 Heidi Collins, MD para el grupo de Michiana de la Ehlers Danlos National Foundation. Traducido por Alejandra Guasp, Red EDA, 08/10/2013)

Las personas con SED deberían reconocer los signos y síntomas de la deficiencia de magnesio y aprender cómo pueden evitarla y corregirla, para asegurar un balance de magnesio positivo.

El magnesio es un componente mineral vital del cuerpo humano. Un adulto normal, sano, tiene aproximadamente 25 gramos de magnesio en el cuerpo, con aproximadamente un 1% (cerca de 250mg) presente en su sangre. Es importante darse cuenta de que, como el magnesio está principalmente dentro de las células, y la gran mayoría se encuentra almacenada en los tejidos profundos del cuerpo, como el hueso y el sistema nervioso, es difícil estudiarlo en detalle desde un punto de vista científico, y la fisiología del magnesio está relativamente mal comprendida en comparación con muchos otros aspectos de la fisiología humana. Existe una interrelación compleja entre el magnesio, la vitamina D y el calcio. Por ejemplo, la deficiencia de magnesio de moderada a severa producirá una deficiencia de calcio, con hipocalcemia sintomática. Es interesante que la suplementación con calcio y/o colecalciferol (Vitamina D3) sin magnesio no corrige el déficit de calcio; sin embargo, la suplementación con magnesio solamente, corrige el déficit de calcio en pocos días. Además, se ha probado que los pacientes con hipoparatiroidismo, síndromes de malabsorción, osteomalacia o raquitismo, o con deficiencia combinada de magnesio e hipocalcemia, presentan resistencia a las dosis terapéuticas de vitamina D, a menos que también se les administre magnesio. Aunque la naturaleza exacta de la alteración en el metabolismo de la vitamina D y/o su acción en el contexto de la deficiencia de magnesio no está clara, la dependencia del metabolismo de la vitamina D y de su actividad en el balance saludable de magnesio es obvia.

¿Por qué el balance de magnesio es particularmente relevante para las personas con SED?

El SED es una enfermedad del tejido conectivo. Las moléculas clave en el tejido conectivo son el colágeno y la elastina, que son proteínas que producen las fibras de colagéno gruesas, las fibras reticulares finas, y las fibras elásticas que “adhieren” las células. El colágeno y la elastina permiten que los tejidos se estiren y contraigan, que resistan cargas y que almacenen energía mecánica. Los glicosaminoglicanos y los proteoglicanos son los componentes moleculares clave de la porción fluida del tejido conectivo, conocidos como fibras y células embebidas en la matriz extracelular. Los glicosaminoglicanos participan en la cicatrización del tejido conectivo. Los proteoglicanos permiten que los tejidos conectivos toleren la compresión. El tejido conectivo es muy abundante en el cuerpo. El colágeno, la proteína más abundante en los mamíferos, contabiliza aproximadamente un tercio de las proteínas totales en los humanos.

El magnesio es crucial para la regulación de la síntesis y degradación del colágeno y la elastina, de los proteoglicanos y de las glicoproteínas. Por ello, dado que el tejido conectivo es el asunto en cuestión en el SED, es fácil entender cómo una deficiencia adicional de magnesio afecta negativamente la salud del tejido conectivo.

Los síntomas de deficiencia de magnesio incluyen algunos distintos de los síntomas del SED, así como algunos que se solapan con síntomas conocidos del SED y de problemas asociados al SED. Los síntomas de deficiencia de magnesio generalmente se reconoce que ocurren principalmente en el sistema nervioso central o periférico, en el sistema músculo-esquelético, el tracto digestivo y el sistema cardiovascular, pero pueden producirse en cada sistema del cuerpo, dado el rol ubicuo del magnesio en la fisiología humana.

No hay dos personas con deficiencia de magnesio que tengan la misma presentación. No hay una “lista maestra” con un conjunto de síntomas específicos o patologías “clásicas” que acompañen a la deficiencia de magnesio, ni hay un subconjunto de síntomas que vaya a tener cada persona con deficiencia de magnesio. La deficiencia severa de magnesio puede presentarse de una forma bastante típica, llamada “tetania latente” o “espasmofilia”.

Los síntomas observados y registrados y las patologías asociadas en personas que tienen diferentes grados de deficiencia de magnesio incluyen:

Síntomas en el sistema nervioso central y periférico:

  • Convulsiones
  • Epilepsia
  • Dolores de cabeza, incluyendo migrañas
  • Vértigo
  • Ataxia
  • Fotofobia
  • Visión borrosa
  • Cambios en la visión, incluyendo cambios de un día para el otro
  • Dificultad para ajustarse a las luces brillantes
  • Blefaroespasmo (movimientos involuntarios de los párpados)
  • Nistagmo (movimiento involuntario e incontrolable de los ojos)
  • Hiperacusia o sensibilidad al sonido
  • Pérdida de la audición
  • Insomnio
  • Mala calidad del sueño REM
  • Sueño no reparador
  • Cansancio o somnolencia inusuales
  • Confusión mental
  • Fatiga mental
  • Falta de atención
  • Desorientación
  • Delirio
  • Psicosis
  • Alucinaciones
  • Nerviosidad
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Temor
  • Beligerancia
  • “Berrinches”
  • Ataques de pánico
  • Agorafobia
  • Personalidad “tensa”
  • Personalidad “muy excitable”
  • Irritabilidad general
  • Irritabilidad premenstrual
  • Hiperactividad
  • Movimiento constante o inquietud
  • Movimientos coreiformes
  • Movimientos atetoides
  • Nerviosismo
  • Respuesta exageradamente sobresaltada
  • Tics
  • Crispación
  • Tremores
  • Fasciculaciones
  • “Temblores (por miedo)”
  • Hiperreflexia
  • Signos de Chvostek y Trousseau positivos
  • Espasmos carpopedales espontáneos
  • Falta de sensibilidad
  • Hormigueos
  • Sensaciones de hormigueo
  • Sensaciones de quemazón
  • Sensaciones de vibración
  • Otras sensaciones anormales

Síntomas músculo esqueléticos

  • Espasmos musculares
  • Calambres
  • “Tensión” muscular
  • Dolor
  • Debilidad
  • Atrofia muscular
  • Deseo de moverse (jerkiness)
  • Dolor de cuello
  • Dolor de espalda
  • Dolor con “distribución en percha”
  • Disfunción en la ATM
  • Caries
  • Mal desarrollo óseo
  • Dolor óseo
  • Osteoporosis
  • Cicatrización ósea lenta
  • Síntomas en el tracto digestivo
  • Dificultad para tragar
  • Bultos en la garganta
  • Mala digestión
  • Constipación

Síntomas cardiovasculares:

  • Palpitaciones
  • Arritmias
  • Angina debida a espasmos de la arteria coronaria
  • Hipertensión
  • Síntomas relacionados con el Prolapso de válvula mitral

Síntomas en otros sistemas/síntomas misceláneos y multisistémicos:

  • Fatiga
  • Rigidez de la pared torácica
  • Suspiros
  • Ansias de sal
  • Ansias de carbohidratos
  • Intolerancia a los carbohidratos
  • Resistencia a la insulina
  • Resistencia renal y esquelética a la hormona paratiroidea
  • Resistencia a la vitamina D
  • Desbalances de electrolitos (hipocalcemia, hipocalemia, etc)
  • Sed extrema
  • Hambre extrema
  • Pérdida de peso inexplicable
  • Infecciones recurrentes en la piel, las encías, la vejiga o candidiasis vaginal
  • Úlceras en la boca
  • Piel seca, con prurito
  • Llagas o moretones que sanan lentamente
  • Sensibilidad en los senos
  • Retención premenstrual de líquidos
  • Calambres premenstruales
  • Preeclampsia
  • Cálculos en el riñón
  • Espasmos urinarios
  • Micción frecuente
  • Incontinencia

Las personas con SED deben estar especialmente atentas a los signos de la deficiencia de magnesio cuando tienen factores de riesgo adicionales que afectan el balance de magnesio, como la diabetes, los trastornos paratiroideos o adrenales, la enfermedad renal crónica, la lactancia, la malnutrición o la malabsorción, los vómitos prolongados, la diarrea aguda o crónica, la pancreatitis, el bypass o la resección intestinal, la diuresis excesiva, el consumo o abuso del alcohol, el uso de medicamentos que interfieren con la absorción o retención de magnesio, o el consumo excesivo de vitamina D, por nombrar unos pocos.

Cada vez más, la investigación reciente se centra en la idea de que el consumo inadecuado de magnesio y, específicamente, el balance negativo de magnesio, produce o agrava enfermedades y trastornos, en contraposición con la idea de que los procesos de las enfermedades generalmente deben atribuirse al procesamiento anormal del magnesio, con la resultante deficiencia del mismo. La razón por la cual los estudios tienden a centrarse más en el consumo, podría ser porque el consumo es más fácilmente controlable que las pérdidas renales, abdominales u otras pérdidas.

Para entender cómo abordar la deficiencia de magnesio, es útil entender su homeostasis básica. La mayor parte del magnesio típicamente se absorbe en el intestino, pero el magnesio también es absorbible a través de la piel. El cuerpo segrega una pequeña cantidad de magnesio en el intestino para ayudar en la digestión. La cantidad de magnesio absorbido a través del intestino y de la piel se distribuye en los tejidos de todo el cuerpo, con la mayor parte almacenada en el hueso. El magnesio es eliminado de los tejidos del cuerpo principalmente a través de la orina, y lo que no se absorbe a través del intestino es eliminado con las heces. La pérdida de magnesio también se produce con la transpiración y la lactancia; ambas con insignificantes, siempre y cuando la ingesta diaria se aumente de manera adecuada durante la lactancia o la lactancia no sea excesiva. El abordaje básico para tratar la deficiencia de magnesio implica modificar la ingesta oral inadecuada de acuerdo a necesidades específicas, mejorar la absorción abdominal y/o mejorar la retención renal.

La deficiencia de magnesio prolifera

La Organización Mundial de la Salud estima que el 75% de las personas en Estados Unidos tienen un consumo dietario de magnesio que cae por debajo de la ingesta recomendada de aproximadamente 420mg para hombres y de 320mg para mujeres, y la ingesta promedio americana es solo levemente mayor que la mitad de la cantidad de magnesio mínima necesaria para un funcionamiento efectivo.

La secreción y absorción de magnesio en el intestino es un proceso complejo, y aún no se han identificado los factores bioquímicos (como por ejemplo hormonas) principalmente responsables de la regulación del transporte intestinal de magnesio, y por ello este proceso no se comprende por completo. Los estudios estiman que en general absorbemos menos de un tercio del magnesio que ingresa en el intestino, siendo el resto eliminado con las heces. En promedio, la absorción intestinal es de por sí un proceso fraccional, en el que más de dos tercios de lo que ingresa en el intestino queda en las heces. Por ello, las personas con una absorción relativamente disminuida necesitan, ya sea ingerir más para absorber la cantidad adecuada, o encontrar la forma de mejorar la absorción, para poder llevar la homeostasis hacia un balance positivo.

Como ocurre con la absorción intestinal, la excreción renal y la retención neta de magnesio son complejas y no están comprendidas por completo. Las enfermedades como la hipercalcemia, o el ejercicio vigoroso, la acidosis metabólica, la terapia intravenosa a largo plazo, los agentes diuréticos osmóticos como la glucosa o la urea, la pérdida de magnesio en el contexto de una carencia de taurina, el metabolismo del alcohol, la diuresis relacionada con la cafeína, el consumo elevado de oxalato, ciertos medicamentos recetados, y los cambios relacionados con la edad en el riñón, se sabe que hacen que la retención de magnesio renal disminuya, y por ello aumenta la pérdida de magnesio, llevando la homeostasis del magnesio hacia un balance negativo.

El consumo, la absorción y la retención adecuados de magnesio son necesarios para superar el balance crónico negativo.

Consumo

No se han asociado efectos adversos al consumo de alimentos ricos en magnesio, excepto en personas con un riesgo basal de exceso de magnesio, por ejemplo, debido a una enfermedad renal o por los efectos secundarios de ciertos medicamentos.

Lista de alimentos que son fuentes de magnesio

(De la ficha sobre el magnesio de los Institutos Nacionales de Salud de EEUU)

Alimentos que brindan aproximadamente el 20 % de la dosis diaria recomendada de magnesio :

  • Salvado de trigo, crudo, ¼ de taza
  • Almendras tostadas, 28gr
  • Espinacas congeladas, cocidas, ½ taza

Alimentos que brindan entre un 10 y un 20 % de la dosis diaria recomendada de magnesio :

  • Cereal integral con pasas de uva, 1 taza
  • Castañas de Cajú tostadas , 28gr
  • Porotos de soja cocidos , ½ taza
  • Germen de trigo , crudo, ¼ de taza
  • Mix de frutos secos tostados, 28gr
  • Cereal de salvado, ¾ taza
  • Cereal de trigo triturado, 2 bizcochos de harina de avena instantánea, fortificada , preparada con agua , 1 taza
  • Maníes tostados, 28gr
  • Manteca de maní suave , 2 cucharadas
  • Papa, horneada con piel, 1 mediana
  • Porotos ojo negro, ½ taza
  • Porotos negros, cocidos, ½ taza
  • Arroz integral de grano largo , cocido, ½ taza

Alimentos que brindan entre el 5 y el 10% de la dosis diaria recomendada de magnesio :

  • Lentejas cocidas, ½ taza
  • Porotos blancos (alubias) cocidas, ½ taza
  • Porotos rojos en lata, ½ taza
  • Leche con chocolate descremada, 1 taza
  • Banana crudo, 1 mediana
  • Yogur con frutas descremado bebible, 220 cm3
  • Barra de chocolate con leche, 42gr
  • Leche descremada, 1 taza
  • Pasas de uva sin semillas, ½ taza
  • Halibut (o Fletán) cocido, 85gr
  • Pan de trigo integral preparado comercialmente , 1 rebanada
  • Palta en cubitos , ½ taza
  • Budín de chocolate preparado comercialmente, 113 gr

Muchas personas con deficiencia de magnesio encuentran difícil alcanzar las demandas de ingesta solo a través de los alimentos. Más a menudo, para asegurar la ingesta adecuada de magnesio, es necesaria la suplementación oral.

Mientras que las guías de ingesta diaria de referencia están bien establecidas y ampliamente aceptadas, no están dirigidas a indicar la suplementación de magnesio en personas con deficiencia de magnesio.

Hay que tener en cuenta que las cantidades en esas guías se determinaron para gente "normal", "promedio" para mantener la salud. Hay que pensar en la dosis diaria recomendada de magnesio como la cantidad que una persona sana con un balance neutro o positivo de magnesio debe suplementar en forma diaria si se da cuenta de que está teniendo una dieta relativamente baja en magnesio y quiere mantener un balance positivo. Para una persona con deficiencia de magnesio, la suplementación de estas guías probablemente solo afectará la deficiencia de magnesio si la dieta de la persona también es rica en magnesio, si la dieta de una persona con una deficiencia de magnesio es pobre en magnesio o tiene problemas de absorción o retención, las guías probablemente serán inefectivas para modificar esa deficiencia.

Probablemente, una persona que tiene una deficiencia severa de magnesio necesita considerablemente más que la ingesta diaria recomendada de magnesio. Puede necesitar recuperar una gran proporción de los aproximadamente 25gr que debería tener en total en su cuerpo. La repleción oral debería ser especialmente difícil en personas con una deficiencia severa de magnesio con malabsorción. Probablemente, esas personas son mejor tratadas inicialmente utilizando la suplementación venosa bajo supervisión de un médico para obtener resultados más rápidos y efectivos, con el posterior uso de magnesio oral y/o tópico.

No existen guías consistentes basadas en la evidencia en relación con la dosis de los suplementos orales de magnesio para abordar su deficiencia. Al utilizar los suplementos orales con magnesio., la dosis típicamente no debería exceder dos veces la indicación de la ingesta diaria recomendada.

Los pacientes con deficiencia severa de magnesio pueden tolerar mucho más de 3 veces esa ingesta diaria recomendada sin problemas aparentes; sin embargo, idealmente deberían tener la supervisión de un médico, con monitoreo de la mejora clínica, así como por la posible presencia de signos de exceso de magnesio. A medida que los síntomas por deficiencia mejoren, la dosis se podría aproximar a la diaria recomendada.

Los pacientes que conocen los signos y síntomas de la deficiencia de magnesio eventualmente podrían auto ajustar la dosis de acuerdo a los síntomas.

Los suplementos de magnesio se clasifican en sales de magnesio “inorgánicas” (por ej. Óxido de magnesio, sulfato de magnesio, hidóxido de magnesio, cloruro de magnesio), complejos de ácidos de magnesio, llamados a veces “sales orgánicas” de magnesio (por ej. Citrato de magnesio, lactacto de magnesio, gluconato de magnesio, malato de magnesio, ascorbato de magnesio) y quelatos de magnesio, llamados a veces magnesio quelado con aminoácidos (por ej lisinato de magnesio, orotato de magnesio, taurato de magnesio, glicinato de magnesio). En este caso, el término “inorgánico” y “orgánico” hace referencia a la organicidad de la manera definida por un químico de laboratorio, no en la manera definida en la agricultura; por ello el término suplementos “orgánicos” de magnesio puede ser confuso. Esto significa que es posible usar estos ingredientes reconocidos desde un punto de vista “orgánico” según el punto de vista agrícola para manufacturar suplementos reconocidos desde el punto de vista de los laboratorios como “inorgánicos” y viceversa. Las sales de magnesio son bastante simples y baratas de producir.

Para producir quelatos de magnesio se requieren procesos complejos, y por ello tienden a ser la forma más costosa de suplementación oral.

Existe un debate importante sobre cuál es la forma más efectiva de suplementación oral con magnesio. No existe investigación específica que haya identificado específicamente ningún suplemento en particular como ideal o más efectivo; sin embargo, los estudios demuestran de manera consistente que la efectividad de cualquier tipo de suplemento con magnesio depende del contenido total de magnesio, de su solubilidad y de su biodisponibilidad.

Típicamente, cuanto más soluble es una forma, más absorbible es. Las formas menos solubles tienden a precipitar en el intestino, resistiendo la absorción y provocando heces blandas o malestar intestinal. Las formas menos solubles de hecho son las que se les ofrecen a los pacientes constipados, independientemente de su estatus en relación con el magnesio, específicamente por su efecto laxante (hay que pensar por ejemplo en la leche de magnesia). La solubilidad típicamente se correlaciona en forma directa con la absorción y la biodsiponibilidad.

La biodisponibilidad se refiere a la proporción de magnesio contenida en el suplemento oral que es absorbible en última instancia. La biodisponibilidad de las formas disponibles comercialmente de suplementos de magnesio oral varía ampliamente. La mayoría de los expertos no recomiendan el óxido de magnesio como el suplemento de elección, ya que aproximadamente su biodisponibilidad es de aproximadamente el 4% debido a su mala solubilidad.

El cloruro de magnesio y los quelatos de magnesio ofrecen aproximadamente un 80-90% de biodisponibilidad. Aunque en varios estudios se indica que el cloruro de magnesio ofrece más del 90% de biodisponibilidad de magnesio, la absorción del ligando del cloruro puede poner al paciente en riesgo elevado de exceso de cloruro con una acidosis metabólica asociada.

Mientras que los compuestos con quelato de magnesio se encuentran abundancia en las plantas, las sales de magnesio existen en la naturaleza como sales y minerales de depósito, y los complejos de magnesio típicamente provienen de los laboratorios.

En úlitma instancia, muchos expertos recomiendan el uso de quelato de magnesio (magnesio quelado con aminoácidos) como el suplemento de elección.

Dadas las complejas interrelacionaes que existen entre el magnesio y otros compuestos (por ejemplo, calcio, zinc, vitamin D, potasio, y otros cationes divalentes), muchos expertos desaconsejan el uso de preparaciones combinadas con magnesio (por ejemplo, magnesio con calcio, o magnesio con calcio y vitamin D, o magnesio con calcio y zinc) o el uso arbitrario de multi-vitaminas para abordar una deficiencia específica de magnesio. Los expertos también alientan a adoptar una dieta saludable rica en magnesio, en lugar de recaer solamente en los suplementos orales como la fuente de magnesio.

Absorción

La absorción del magnesio biodisponible puede mejorarse mediante el uso de prebióticos y probióticos, de suplementos y alimentos que se reconoce sustentan y mejoran el funcionamiento intestinal y la salud general. El intestino humano es lo que se conoce como microbioma – un bioma microbiano. (En términos generales, un bioma es una comunidad biológica regional diferenciada, caracterizada por especies típicas y sus interacciones con el entorno). El cuerpo humano contiene más de 10 veces más células microbianas que células humanas, con la mayoría de esas células microbianas viviendo en el interior del intestino. Se sabe que las colonias de microbios juegan un papel importante en la síntesis de vitaminas y en la absorción de nutrientes, incluyendo el magnesio, el calcio y el hierro. Por ello, maximizar la salud del microbioma intestinal ayuda a asegurar un balance positivo del magnesio.

Los prebióticos como la inulina, los fructooligosacáridos y la lactulosa son ingredientes no digeribles que nutren y aumentan el vigor de los microbios en el microbioma intestinal. Ejemplos de alimentos ricos en probióticos incluyen la soja y el tofu, la sidra de manzana no filtrada y el vinagre de manzana, frutas y vegetales como la banana, el tomate, el alcaucil, el ajo, el puerro, la cebolla, la acelga, la raíz de diente de león y las endivias, y los granos como la cebada, el lino, la avena y el trigo. Los probióticos como los lactobacilos, las bifidobacterias y ciertas levaduras son microorganismos vivos que se sabe producen beneficios en la salud intestinal. Ejemlos de alimentos ricos en probióticos incluyen el yogur, el féfir (leche cultivada), la kombucha, el chucrut, el kimchi y el miso. El kéfir específicamente formulado con fructooligosacáridos o insulin es muy rico en probióticos y prebióticos. Existe una amplia disponibilidad de suplementos orales prebióticos y probióticos.

Por desgracia, aún cuando tomen una cantidad suficiente de magnesio con la comida y/o con suplementos, algunas personas no pueden absorber exitosamente la cantidad de magnesio necesaria para mantener su balance de magnesio positivo. Puede producirse una disminución en la absorción (malabsorción), por ejemplo, en el contexto de una inflamación intestinal, cuando existe una enfermedad en la mucosa intestinal, cuando hay insuficiencia pancreática, sobrecrecimiento de cándida, reacciones inflamatorias relacionadas con la intolerancia a proteínas como el gluten o la caseína, deficiencia de vitamina D, exceso de zinc, alto consumo de grasas saturadas y de ciertas fibras, y resección o bypass intestinal.

Las personas que enfrentan una deficiencia crónica de magnesio a pesar de ingerir cantidades suficientes, con la comida y/o con suplementos, deben considerar el uso de preparaciones de magnesio tópico, que se absorben en forma transdérmica, como las sales de baño de Epsom, los baños con cloruro de magnesio, o la aplicación de aceite de magnesio. El límite de la absorción transdérmica en los baños o aceites está sujeto a la saturación de los transportadores de magnesio de la piel. Cuanta más superficie corporal esté expuesta a la preparación de magnesio tópico, más magnesio se absorberá. Una vez que la piel expuesta está saturada, no se produce más absorción. La investigación ha demostrado claramente que el uso de magnesio tópico puede aumentar en forma segura los niveles de magnesio en el plasma; sin embargo, las tasas de absorción individuales varían ampliamente, y no existen guías aceptadas en forma general en cuanto a la “dosis” para las sales de baño de Epsom, para los baños con cloruro de magnesio, o para los aceites de magnesio, ni en pacientes sanos ni en pacientes con deficiencias de magnesio.

Cuando las personas con deficiencia de magnesio no responden bien a la corrección de la deficiencia debido a dificultades con la absorción intestinal o transdérmica, o cuando la deficiencia es severa y la presentación clínica es particularmente preocupante, es necesaria la administración de preparaciones de magnesio endovenoso, bajo supervisión de un médico, para alcanzar un balance positivo de magnesio.

Retención

Las personas con deficiencia de magnesio tienen cierta capacidad para afectar la retención renal de magnesio a través de la dieta o del uso de suplementos. La investigación ha demostrado que una deficiencia de vitamina B6 lleva a un balance negativo de magnesio, porque la falta de vitamina B6 aumenta la excreción urinaria de magnesio. Por ello, corregir la deficiencia de vitamina B6 con la dieta o con suplementos puede mejorar la retención de magnesio renal. Otra deficiencia que se sabe aumenta la pérdida de magnesio es la deficiencia de taurina, que ocasiona la pérdida renal de magnesio. Algunos expertos sugieren que, como la taurina aumenta la retención del magnesio renal, el quelato de magnesio es ideal para la suplementación oral, por su biodisponibilidad favorable para la absorción intestinal, así como por su efecto positivo en la retención renal del magnesio.

Una persona con deficiencia severa de magnesio debería evitar el ejercicio vigoroso, ya que éste aumenta la pérdida de magnesio renal. Otras cosas que debería evitar una persona con deficiencia severa de magnesio son el alcohol, la cafeína, las comidas ricas en azúcar y las comidas ricas en oxalatos.

La retención renal del magnesio puede mejorarse tratando enfermedades subyacentes, como la acidosis metabólica o los desbalances de electrolitos. Además, las personas con deficiencia de magnesio pueden tener que evitar medicamentos que afectan la retención de magnesio renal.

Las personas con deficiencia de magnesio que están tomando suplementos con magnesio deben familiarizarse con las interacciones medicamentosas documentadas y con los efectos adversos de cada medicamento que tomen, recetado y de venta libre, para evitar empeorar su deficiencia de magnesio y las peligrosas interacciones que podrían producirse.

Medicamentos con interacciones conocidas con el magnesio (lista parcial)

  • Aminoglucósidos (ej.: gentamicina, tobramicina): Su uso con magnesio puede producer debilidad neuromuscular y parálisis, al disminuir los niveles de magnesio
  • Antiácidos (ej.: inhibidores de la bomba de protones, como el pantoprazol): Su uso puede disminuir los niveles de magnesio
  • Antibióticos: los suplementos con magnesio pueden reducir la absorción de los antibióticos quinolona y fluorquinolona, tetraciclina y nitrofurantoína
  • Anfotericina B: Su uso puede aumentar la pérdida renal de magnesio
  • Medicamentos para la presión arterial: Los suplementos con magnesio pueden aumentar el riesgo de efectos secundarios negativos de los bloqueadores de los canales del calcio
  • Cisplatino: Su uso puede producir un aumento en la pérdida de magnesio renal
  • Corticoides (ej.: prednisona): Su uso puede disminuir los niveles de magnesio
  • Ciclosporina: Su uso puede producir un aumento de la pérdida de magnesio renal
  • Medicamentos para la diabetes: Los suplementos con magnesio pueden aumentar la absorción de algunos medicamentos utilizados para controlar los niveles de glucosa en sangre
  • Digoxina: Los niveles bajos de magnesio en sangre pueden aumentar los efectos negativos de al digoxina; la digoxina puede hacer que se pierda más magnesio por orina
  • Diuréticos (ej.: furosemida, hidroclorotiazida, bumetanida y ácido etacrinico): Su uso puede disminuir los niveles de magnesio
  • Terapia de reemplazo hormonal: Su uso puede disminuir las pérdidas de magnesio
  • Insulina: Su uso puede disminuir los niveles de magnesio
  • Labetalol: Su uso con magnesio puede disminuir la frecuencia cardíaca y reducir el gasto cardíaco
  • Levotiroxina: Los suplementos con magnesio posiblemente reducen su efectividad
  • Manitol: Su uso puede aumentar la pérdida renal de magnesio
  • Metformina: Su uso puede disminuir los niveles de magnesio
  • Penicilamina: Su uso puede inactivar el magnesio
  • Pentamidina: Su uso puede aumentar la pérdida de magnesio renal
  • Tacrolimús: Su uso puede aumentar la pérdida de magnesio renal
  • Tiludronato y Alendronato: Los suplementos con magnesio pueden interferir con su absorción

¿Debería hacerme análisis de sangre?

El método practicado más ampliamente para evaluar si existe una deficiencia de magnesio es el análisis de magnesio sérico. Por desgracia, incluso dentro del rango establecido actualmente como “normal” para los valores séricos de magnesio utilizados en la interpretación de los resultados de laboratorio, puede existir una deficiencia clínicamente importante de magnesio. Los estudios sugieren que la mitad de los casos con una deficiencia real de magnesio no se diagnostican formalmente y por ello no son tratados, debido a la mala interpretación de la significación de los niveles “normales” de magnesio sérico.

La medición sérica del magnesio es directamente representative de la concentración de magnesio extracelular en la sangre que está suspendida en el suero. La medición en suero del magnesio no puede indicar directamente nada sobre la concentración del magnesio intracelular en los tejidos del sistema nervioso o músculo-esquelético. En conjunto, la medición de las concentraciones de magnesio en el suero y en los glóbulos rojos no se correlacionan bien con la concentración de magnesio intracelular en otros tejidos.

A menudo, los niveles de magnesio séricos no decaen a un nivel anormalmente bajo hasta que la deficiencia de magnesio es severa. Esto sucede porque, en personas aparentemente sanas, el esqueleto sirve como un depósito de almacenamiento para aproximadamente el 60% del magnesio de todo el cuerpo, y el cuerpo humano se esfuerza por mantener las concentraciones de magnesio en sangre dentro de un rango muy estrecho. No es inusual que haya personas con una real deficiencia de magnesio que tengan niveles de magnesio séricos “normales” (o incluso elevados), mientras que la cantidad de magnesio en otros tejidos es significativamente deficiente.

En términos específicos, “hipomagnesemia”es el término medico para referirse a un nivel de magnesio anormalmente bajo en la sangre. La hipomagnesemia NO es sinónimo de deficiencia de magnesio, ya que la deficiencia de magnesio hace referencia a un nivel total anormalmente bajo de magnesio en todo el cuerpo, no solamente en la sangre. Es de vital importancia entender que la deficiencia de magnesio puede estar presente sin hipomagnesemia.

La conclusión es que no es posible “descartar” una deficiencia de magnesio simplemente con el uso de un análisis de magnesio sérico.

Aunque existen otras formas de evaluar el magnesio en laboratorio (ej.: magnesio sérico ionizado, magnesio eritrocitario, análisis directo de tejido, excreción de magnesio renal y prueba de carga de magnesio), raramente son utilizadas por los médicos, ya que a menudo no están disponibles localmente, son relativamente inconvenientes o prohibitivamente caras

Un algoritmo que ha probado ser mucho más confiable que el magnesio sérico combina el uso del nivel de magnesio sérico con la medición de la excreción renal de magnesio y la prueba de carga de magnesio. La mayoría de los médicos no siguen este algoritmo en su práctica. En cambio, la mayoría de los médicos con preocupación clínica por una posible deficiencia de magnesio reconocen el valor del tratamiento empírico ante esa sospecha de una deficiencia.

Un médico perspicaz confiará fuertemente en una revisión detallada de antecedentes y en el examen clínico, y utilizará el magnesio sérico principalmente para establecer datos basales antes de iniciar una suplementación.

Por supuesto, el análisis de magnesio sérico se vuelve relevante al monitorear la eficacia de la suplementación en pacientes en los que se ha encontrado hipomagnesemia, así como para asegurarse de evitar el desarrollo de hipermagnesemia en el contexto del exceso de magnesio durante la suplementación.

¿Quiénes no deberían tomar suplementos sin la supervisión de un profesional de la salud?

Los pacientes con enfermedad renal o que utilizan medicamentos recetados o suplementos que se sabe aumentan la retención renal de magnesio no deberían utilizar suplementos con magnesio sin supervisión de un profesional de la salud. Estos pacientes incluso pueden tener que realizar una dieta baja en magnesio.

Además, las mujeres embarazadas, las mujeres que están amamantando, los pacientes pediátricos y los pacientes ancianos deberían consultar con un profesional de la salud, o tener la supervisión de un profesional de la salud si están recibiendo suplementos con magnesio.

Conclusión

Las personas con SED y con problemas relacionados con el SED muy a menudo tienen deficiencias de magnesio, y por ello deben entender e impacto que puede producir la deficiencia de magnesio y cómo abordarla.

Bibliografía importante

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