Departamento Geografía Historia

Muralla medieval

Proyecto: OvestusRA

INFORMACIÓN

Alfonso II el Casto trasladó al comienzo de su reinado (791-842) la capitalidad del reino a la ciudad de Oviedo donde inició un extenso programa constructivo dotando a la ciudad de iglesias, monasterios, palacios y una muralla defensiva que rodeaba todo el conjunto, incluyendo en ese recinto el Monasterio de San Vicente, fundado en tiempos de su padre el rey Fruela I, y que fue el origen de la ciudad.

Diversos historiadores han propuesto posibles recorridos por donde discurría esta primitiva muralla, hoy totalmente desaparecida. Una propuesta plausible vendrían a situarla aproximadamente en las actuales calles de San Vicente, San Antonio, Canóniga, Rúa, San Juan y Jovellanos.​Posteriormente el rey Alfonso III amplió el primitivo circuito de murallas por el Sur y el Oeste, situando su propio palacio al Norte del anterior recinto, y lo dotó de un castillo fortaleza en su extremo Noroeste. En 1258, el rey Alfonso X el Sabio de Castilla y León ordenó la construcción de una nueva muralla de la ciudad, costeando las obras el Concejo en dos tercios del total y la Iglesia el otro tercio.

El perímetro de la muralla era de 1.400 metros, tenía una altura de 4 metros y un grueso de 2,20 metros aproximadamente. Se levantó en dos muros paralelos de 0,5 metros de ancho de mampuestos irregulares de piedra caliza con un relleno intermedio de piedra. Aunque se ha supuesto la finalización de la muralla a finales del siglo XIII o principios del XIV, todavía en el año 1495 los Reyes Católicos concedieron un impuesto para construir torres y puertas en la muralla.La base de la muralla se realizó con grandes sillares, siendo su parte superior de mampostería. Se trataba de una circunferencia que unía las puertas de Socastiello, Santiago, Gascona, Noceda, Postigo de Regla, Ferrería y Cimadevilla.

La muralla discurría en paralelo con la calle del Sol hasta la puerta de Ferrería, desde aquí seguía por el Postigo Alto y la calle Paraíso hasta la puerta de Noceda, por donde seguía adosada al Monasterio de San Pelayo por la calle de Cerca. Los fragmentos de muralla que permanecen en pie se encuentra en la ronda formada por las calle Paraíso, Postigo Alto, Calle del Sol, Plaza Mayor, Plaza de Riego, Calle Ramón y Cajal, Mendizábal y Jovellanos.

Durante los siglos XIX y XX siguieron derribándose porciones de la muralla según las necesidades de crecimiento de la ciudad sin que se produjese ninguna reacción en contra. En 1931 fue declarada Monumento Histórico Artístico, lo que hoy se denomina Bien de Interés Cultural, que sin embargo no detuvo la desaparición de elementos de la muralla, como la Torre de Gascona, demolida en 1963. Hasta 1977 no se promovió la primera iniciativa de defensa de la muralla, con la obligación de conservar e integrar un fragmento de 5 metros de longitud situado en la Plaza de Riego en una nueva edificación que se estaba construyendo.

Los fragmentos más visibles se hallan en la calle Paraíso (donde se puede ver el tramo mejor conservado), el Postigo y el fragmento de la Plaza de Riego, incrustado en un edificio, así como los trozos de muralla integrados en el convento de las Pelayas. El estado de conservación es de relativo abandono, habiéndose disputado las diferentes administraciones públicas la responsabilidad de su estado y de las obras necesarias para su conservación e integración turística. Finalmente en 2008 se llegó a un acuerdo de limpieza urgente de la maleza que la cubría y de prospección arqueológica. Sin embargo, poco más que labores de limpieza de arbustos y maleza se han realizado desde entonces, estando pendiente la elaboración de un plan que estudie en profundidad el monumento y lo aproveche como un reclamo turístico más de la ciudad.

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